'Mas' en la Biblia
Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré en Jehová su Dios: y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.
Y será que en aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.
Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por sus nombres.
Y comerán, mas no se saciarán; fornicarán, mas no se aumentarán; porque dejaron de escuchar a Jehová.
Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.
Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.
Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.
Ellos hicieron reyes, mas no de parte mía; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe: de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser talados.
Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual devorará sus palacios.
Efraín, según veo, es semejante a Tiro, plantado en lugar delicioso; mas Efraín sacará sus hijos al matador.
Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
Efraín fue herido, se secó su raíz, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré el amado fruto de su vientre.
Efraín es becerra domada, amadora del trillar; mas yo pasaré sobre su lozana cerviz; yo haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
Cuanto más los llamaban, así ellos se iban de su presencia; a los Baales sacrificaban, y a los ídolos quemaban incienso.
Efraín me ha rodeado con mentira, y la casa de Israel con engaño; mas Judá aún gobierna con Dios, y es fiel con los santos.
Mas Jehová es Dios de los ejércitos: Jehová es su memorial.
Mas Jacob huyó a tierra de Aram, y sirvió Israel por esposa, y por esposa fue pastor.
Cuando Efraín hablaba, hubo temor; se exaltó en Israel; mas pecó en Baal, y murió.
Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
Te destruiste a ti mismo, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Vosotros sois nuestros dioses; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como el ciprés verde; de mí será hallado tu fruto.
¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes tropezarán en ellos.