'Me' en la Biblia
Diles, pues: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Volveos a mí' --declara el SEÑOR de los ejércitos-- `y yo me volveré a vosotros' --dice el SEÑOR de los ejércitos.
`No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.'" Pero no me escucharon ni me hicieron caso' --declara el SEÑOR.
Entonces dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Te mostraré quienes son éstos.
Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Proclama, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Estoy celoso en gran manera por Jerusalén y por Sion,
``Por tanto, así dice el SEÑOR: `Me volveré a Jerusalén con compasión; en ella será reedificada mi casa' --declara el SEÑOR de los ejércitos-- `y el cordel será tendido sobre Jerusalén.'"
Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.
Entonces el SEÑOR me mostró cuatro artesanos.
Y {le} dije: ¿Adónde vas? Y me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud.
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo:
He aquí, alzaré mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado.
Y se unirán muchas naciones al SEÑOR aquel día, y serán mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ti.
Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del SEÑOR; y Satanás estaba a su derecha para acusarlo.
Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño.
Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;
Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y respondí: No, señor mío.
Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: ``No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu" --dice el SEÑOR de los ejércitos.
Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos {la} acabarán. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros.
Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué son éstos? Y yo dije: No, señor mío.
Y me dijo {el ángel:} ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos.
Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado.
Salió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale.
Y me respondió: A la tierra de Sinar para edificarle un templo; y cuando esté preparado, será asentado allí sobre su base.
Y el ángel contestó, y me dijo: Estos son los cuatro vientos del cielo que salen después de presentarse ante el Señor de toda la tierra.
Entonces me llamó y me habló, diciendo: Mira, los que salen hacia la tierra del norte aplacan mi espíritu en la tierra del norte.
Y los que están lejos vendrán y reedificarán el templo del SEÑOR. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. {Esto} sucederá si escucháis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios.
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Tal como me propuse haceros mal cuando vuestros padres me hicieron enojar" --dice el SEÑOR de los ejércitos-- ``y no me he arrepentido,
así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis!
Fortaleceré la casa de Judá y la casa de José salvaré, y los haré volver porque me he compadecido de ellos; y serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy el SEÑOR su Dios, y les responderé.
Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: `` ¿Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!"; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.
Pues yo no me compadeceré más de los habitantes de esta tierra --declara el SEÑOR-- sino que he aquí, haré que los hombres caigan cada uno en manos de otro y en manos de su rey; y ellos herirán la tierra y yo no {los} libraré de sus manos.
Y fue roto aquel día; así los afligidos del rebaño que me observaban, conocieron que era la palabra del SEÑOR.
Y les dije: Si os parece bien, dad{me} mi paga; y si no, dejadla. Y pesaron como mi salario treinta {piezas} de plata.
Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero ({ese} magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta {piezas} de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR.
Y el SEÑOR me dijo: Toma otra vez los aperos de un pastor insensato.
Y sucederá aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén.
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.
sino que {cada uno} dirá: ``No soy profeta, soy labrador de la tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en mi juventud."