'Moab' en la Biblia
A Egipto, a Judá, a Edom, y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, que moran en el desierto; porque todos los gentiles tienen prepucio; y toda la Casa de Israel tiene prepucio en el corazón.
a Edom, a Moab, a los hijos de Amón;
y los enviarás al rey de Edom, y al rey de Moab, y al rey de los hijos de Amón, y al rey de Tiro, y al rey de Sidón, por mano de los embajadores que vienen a Jerusalén a Sedequías, rey de Judá.
Y asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que estaban en todas las tierras, cuando oyeron decir cómo el rey de Babilonia había dejado algunos en Judea, y que había puesto sobre ellos a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán,
De Moab. Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: ¡Ay de Nebo! Que fue destruida, fue avergonzada; Quiriataim fue tomada; fue confusa Misgab, y desmayó.
No se alabará ya más Moab; contra Hesbón maquinaron mal, diciendo: Venid, y quitémosla de entre las naciones. También tú, Madmena, serás cortada, espada irá tras ti.
Moab fue quebrantada; hicieron que se oyera el clamor de sus pequeños.
Dad alas á Moab, para que volando se vaya; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador.
Quieto estuvo Moab desde su juventud, y sobre sus heces ha estado él reposado, y no fue vaciado de vaso en vaso, ni nunca fue en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, y su olor no se ha cambiado.
Y se avergonzará Moab de Quemos, a la manera que la Casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.
Destruido fue Moab, y sus ciudades asoló, y sus jóvenes escogidos descendieron al degolladero, dijo el Rey, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.
Cercano está el quebrantamiento de Moab para venir, y su mal se apresura mucho.
Desciende de la gloria, siéntate en seco, moradora hija de Dibón; porque el destruidor de Moab subió contra ti, disipó tus fortalezas.
Se avergonzó Moab, porque fue quebrantado; aullad y clamad; denunciad en Arnón que Moab es destruido.
sobre Queriot, sobre Bosra, y sobre todas las ciudades de tierra de Moab, las de lejos y las de cerca.
Cortado es el cuerno de Moab, y su brazo quebrantado, dijo el SEÑOR.
Embriagadlo, porque contra el SEÑOR se engrandeció; y revuélquese Moab sobre su vómito, y sea también él por escarnio.
Desamparad las ciudades, y habitad en peñascos, oh moradores de Moab; y sed como la paloma que hace nido detrás de la boca de la caverna.
Hemos oído la soberbia de Moab, que es muy soberbio, su hinchazón, su orgullo, su altivez y la altanería de su corazón.
Por tanto, yo aullaré sobre Moab; y sobre todo Moab haré clamor, y sobre los varones de Kir-hares gemiré.
Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos labrados, y de la tierra de Moab; y haré cesar el vino de los lagares; no pisarán con canción; la canción no será canción.
Y haré cesar de Moab, dice el SEÑOR, quien sacrifique en altar, y quien ofrezca sahumerio a sus dioses.
Por tanto, mi corazón resonará como flautas por causa de Moab, asimismo resonará mi corazón a modo de flautas por los hombres de Kir-hares; porque las riquezas que hizo perecieron.
Sobre todas las techumbres de Moab y en sus plazas, todo él será llanto; porque yo quebranté a Moab como a vaso que no agrada, dijo el SEÑOR.
Aullad: ¡Cómo ha sido quebrantado! ¡Cómo volvió la cerviz Moab, y fue avergonzado! Y fue Moab en escarnio y en espanto a todos los que están en sus alrededores.
Porque así dijo el SEÑOR: He aquí que como águila volará, y extenderá sus alas a Moab.
Tomadas son las ciudades, y tomadas son las fortalezas; y será aquel día el corazón de los valientes de Moab como el corazón de mujer en angustias.
Y Moab será destruido para dejar de ser pueblo: porque se engrandeció contra el SEÑOR.
Miedo y hoyo y lazo sobre ti, oh morador de Moab, dijo el SEÑOR.
El que huyere del miedo, caerá en el hoyo; y el que saliere del hoyo, será preso del lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su visitación, dijo el SEÑOR.
A la sombra de Hesbón se pararon los que huían de la fuerza; porque salió fuego de Hesbón, y llama de en medio de Sehón, y quemó el rincón de Moab, y la mollera de los hijos revoltosos.
¡Ay de ti, Moab! Pereció el pueblo de Quemos; porque tus hijos fueron presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio.
Pero haré tornar el cautiverio de Moab en lo postrero de los tiempos, dijo el SEÑOR. Hasta aquí es el juicio de Moab.