'Mujeres' en la Biblia
Y los que comieron fueron unos 5,000 hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
Los que comieron fueron 4,000 hombres, sin {contar} las mujeres y los niños.
El les contestó: ``Por la dureza de su corazón Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus mujeres; pero no ha sido así desde el principio.
"Dos {mujeres} {estarán} moliendo en el molino; una será llevada y la otra será dejada.
Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos.
Hablando el ángel, dijo a las mujeres: ``Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado.
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que {estaban} María Magdalena, María, la madre de Jacobo (Santiago) el menor y de José, y Salomé,
Y entrando el {ángel,} le dijo: `` ¡Salve, muy favorecida! El Señor está (sea) contigo; bendita eres tú entre las mujeres."
y exclamó a gran voz: `` ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
y {también} algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
Mientras Jesús decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó la voz y dijo: `` ¡Dichosa la matriz que Te concibió y los senos que Te criaron!"
"Dos {mujeres} estarán moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejada.
Y seguía a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El.
Pero todos los conocidos de Jesús y las mujeres que Lo habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Y las mujeres que habían venido con Jesús desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado Su cuerpo.
Pero el primer {día} de la semana, al rayar el alba, {las mujeres} vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado.
Eran María Magdalena y Juana y María, la {madre} de Jacobo (Santiago). También las demás {mujeres} con ellas decían estas cosas a los apóstoles.
"Y también algunas mujeres de entre nosotros nos asombraron; {pues} cuando fueron de madrugada al sepulcro,
"Algunos de los que estaban con nosotros fueron al sepulcro, y {lo} hallaron tal como también las mujeres habían dicho; pero a El no lo vieron."
"Y en la Ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. ¿Tú, pues, qué dices?"
Todos éstos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y {con} María la madre de Jesús, y con Sus hermanos.
Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente {al número de ellos},
Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.
Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios y el nombre de Cristo Jesús, se bautizaban, tanto hombres como mujeres.
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
Pero los Judíos instigaron a las mujeres piadosas (religiosas o devotas) {y} distinguidas, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de su región.
El día de reposo salimos fuera de la puerta (de la ciudad), a la orilla de un río, donde pensábamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos y comenzamos a hablar a las mujeres que se habían reunido.
Algunos de ellos creyeron, y se unieron a Pablo y a Silas, junto con una gran multitud de Griegos temerosos de Dios y muchas de las mujeres principales.
Por eso muchos de ellos creyeron, así como también un buen número de Griegos, hombres y mujeres de distinción.
Pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros.
"Perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres,
Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza.
Las mujeres guarden silencio en las iglesias, porque no les es permitido hablar, antes bien, que se sujeten como dice también la Ley.
Esto contiene una alegoría, pues estas {mujeres} son dos pactos. Uno {procede} del Monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor.
Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres {deben estarlo} a sus maridos en todo.
Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio El mismo por ella,
Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
En verdad, fiel compañero, también te ruego que ayudes a estas {mujeres} que han compartido mis luchas en {la causa} del evangelio, junto con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el Libro de la Vida.
Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos,
sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.
De igual manera, las mujeres (diaconisas) {deben ser} dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección. Otros fueron torturados, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor resurrección.
Asimismo ustedes, mujeres, estén sujetas a sus maridos, de modo que si algunos {de ellos} son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos.
Ustedes, maridos, igualmente, convivan de manera comprensiva {con sus mujeres,} como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor por ser heredera como ustedes de la gracia de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas.
Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos {son} los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados (comprados) de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
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