'No' en la Biblia
Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando partí para Macedonia, para que exhortases a algunos que no enseñen diferente doctrina,
Pues el fin del mandamiento es el amor de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
sabiendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los injustos y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.
Para lo cual yo soy ordenado predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), maestro de los gentiles en fe y verdad.
Asimismo también, que las mujeres se adornen con atavío decoroso, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos;
Porque no permito a la mujer enseñar, ni usurpar autoridad sobre el varón, sino estar en silencio.
y Adán no fue engañado, sino que la mujer, al ser engañada, cayó en transgresión:
no dado al vino, no rencilloso, no codicioso de ganancias deshonestas, sino moderado, apacible, ajeno de avaricia;
(Porque el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?).
No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en condenación del diablo.
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;
Sus esposas asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
No descuides el don que está en ti, que te fue dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
Y si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
Sea puesta en la lista, la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido.
Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, atraídas de sus concupiscencias, se rebelan contra Cristo, quieren casarse,
Y así también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas e indiscretas, hablando cosas que no debieran.
Si alguno, o alguna de los creyentes tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada la iglesia; a fin de que pueda ayudar a las que en verdad son viudas.
Porque la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla. Y: Digno es el obrero de su jornal.
Contra un anciano no recibas acusación sino ante dos o tres testigos.
No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos; consérvate puro.
Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.
Asimismo también las buenas obras de algunos, de antemano son manifiestas; y las que son de otra manera, no pueden ocultarse.
Todos los que están bajo yugo de servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y su doctrina.
Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos; sino sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes de los bienes. Esto enseña y exhorta.
Si alguno enseña otra cosa, y no asiente a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
A los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios vivo, quien nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.