'Nuestros' en la Biblia
A causa de todo esto, nosotros hacemos un pacto fiel por escrito; y en el documento sellado {están los nombres de} nuestros jefes, nuestros levitas {y} nuestros sacerdotes.
y que no daremos nuestras hijas a los pueblos de la tierra ni tomaremos sus hijas para nuestros hijos.
y traer a la casa de nuestro Dios los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados como está escrito en la ley; los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas son para los sacerdotes que ministran en la casa de nuestro Dios.
Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra.
{diciendo:} ``Ciertamente nuestros adversarios son destruidos, y el fuego ha consumido su abundancia."
El Abadón y la muerte dicen: ``Con nuestros oídos hemos oído su fama."
{a los} que han dicho: Con nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros?
Ahora nos han cercado en nuestros pasos; fijan sus ojos para echar{nos} por tierra,
En ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste.
y abrieron bien grande su boca contra mí; dijeron: ¡Ajá, ajá, nuestros ojos lo han visto!
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré.Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Contigo rechazaremos a nuestros adversarios; en tu nombre hollaremos a los que contra nosotros se levanten.
pues tú nos has salvado de nuestros adversarios, y has avergonzado a los que nos aborrecen.
Sin embargo, tú {nos} has rechazado y nos has confundido, y no sales con nuestros ejércitos.
Nos haces el oprobio de nuestros vecinos, escarnio y burla de los que nos rodean.
No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni se han desviado nuestros pasos de tu senda;
El somete pueblos debajo de nosotros, y naciones bajo nuestros pies.
¿No eres tú, oh Dios, el que nos ha rechazado? ¿No saldrás, oh Dios, con nuestros ejércitos?
En Dios haremos proezas, y El hollará a nuestros adversarios.
El es quien nos guarda con vida, y no permite que nuestros pies resbalen.
Nos metiste en la red; carga pesada pusiste sobre nuestros lomos.
que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado.
Porque El estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos;
Hemos sido el oprobio de nuestros vecinos, escarnio y burla de los que nos rodean.
No recuerdes contra nosotros las iniquidades de {nuestros} antepasados; venga pronto a nuestro encuentro tu compasión, porque estamos muy abatidos.
Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.
Y devuelve a nuestros vecinos siete veces en su seno la afrenta con que te han ofendido, Señor.
Nos haces objeto de contienda para nuestros vecinos, y nuestros enemigos se ríen entre sí.
Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros {pecados} secretos a la luz de tu presencia.
Porque por tu furor han declinado todos nuestros días; acabamos nuestros años como un suspiro.
Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días.
No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
Nosotros hemos pecado como nuestros padres, hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente.
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de tu infinito amor, sino que se rebelaron junto al mar, en el mar Rojo.
¿No eres tú, oh Dios, el que nos ha rechazado? ¿No saldrás, oh Dios, con nuestros ejércitos?
En Dios haremos proezas, y El hollará a nuestros adversarios.
Obra del SEÑOR es esto; admirable a nuestros ojos.
Plantados están nuestros pies dentro de tus puertas, oh Jerusalén.
He aquí, como los ojos de los siervos {miran} a la mano de su señor, como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos {miran} al SEÑOR nuestro Dios hasta que se apiade de nosotros.
Haz volver, SEÑOR, a nuestros cautivos, como las corrientes en el sur.
y nos rescató de nuestros adversarios, porque para siempre es su misericordia.
Como cuando se ara y se rompe la tierra, nuestros huesos han sido esparcidos a la boca del Seol.
Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes, {y} nuestras hijas como columnas de esquinas labradas como las de un palacio.
Estén llenos nuestros graneros, suministrando toda clase de sustento, {y} nuestros rebaños produzcan miles y diez miles en nuestros campos.
Las vigas de nuestras casas son cedros, nuestros artesonados, cipreses.
Serán vueltos atrás {y} completamente avergonzados, los que confían en ídolos, los que dicen a las imágenes fundidas: Vosotros sois nuestros dioses.
Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; con todo, nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y afligido.
Porque se han multiplicado nuestras transgresiones delante de ti, y nuestros pecados testifican contra nosotros; porque nuestras transgresiones están con nosotros, y conocemos nuestras iniquidades:
Por breve tiempo poseyó tu santuario tu pueblo santo; nuestros adversarios {lo} han pisoteado.
Nuestra casa santa y hermosa donde te alababan nuestros padres, ha sido quemada {por el} fuego y todas nuestras cosas preciosas se han convertido en ruinas.
Pero lo vergonzoso consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas.
Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación; porque hemos pecado contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy, y no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios.
que se apresuren y eleven una lamentación por nosotros, para que derramen lágrimas nuestros ojos y fluya agua de nuestros párpados.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios, exterminando a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.
Reconocemos, oh SEÑOR, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres, pues hemos pecado contra ti.
¿Oh SEÑOR, fuerza mía y fortaleza mía, refugio mío en el día de angustia! A ti vendrán las naciones desde los términos de la tierra y dirán: Nuestros padres heredaron sólo mentira, vanidad y cosas sin provecho.
Mas ellos dirán: ``Es en vano; porque vamos a seguir nuestros propios planes, y cada uno de nosotros obrará conforme a la terquedad de su malvado corazón."
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas,
sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.
Y, {dijeron las mujeres,} cuando nosotras quemábamos sacrificios a la reina del cielo y le derramábamos libaciones, ¿acaso sin saberlo nuestros maridos le hacíamos tortas con su imagen y le derramábamos libaciones?
Estamos avergonzados porque hemos oído la afrenta; la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque extranjeros han entrado en los santuarios de la casa del SEÑOR.
Examinemos nuestros caminos y escudriñémos{los,} y volvamos al SEÑOR;
Han abierto su boca contra nosotros todos nuestros enemigos.
Aun nuestros ojos desfallecían, {buscar} ayuda fue inútil. En nuestro velar hemos aguardado a una nación incapaz de salvar.
Ponían trampas a nuestros pasos para que no anduviéramos por nuestras calles. Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días, porque había llegado nuestro fin.
Nuestros perseguidores eran más veloces que las águilas del cielo; por los montes nos persiguieron, en el desierto nos tendieron emboscadas.
Sobre nuestros cuellos están nuestros perseguidores; no hay descanso para nosotros, estamos agotados.
Nuestros padres pecaron, ya no existen, {y} nosotros cargamos con sus iniquidades.
Por esto está abatido nuestro corazón, por estas cosas se nublan nuestros ojos,
Restáuranos a ti, oh SEÑOR, y seremos restaurados; renueva nuestros días como antaño,
Y tú, hijo de hombre, di a la casa de Israel: ``Así habéis hablado, diciendo: `Ciertamente nuestras transgresiones y nuestros pecados están sobre nosotros, y por ellos nos estamos consumiendo; ¿cómo, pues, podremos vivir?'"
Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: ``Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos."
No hemos escuchado a tus siervos los profetas que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Oh SEÑOR, nuestra es la vergüenza del rostro, {y} de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti.
Y El ha confirmado las palabras que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros gran calamidad, pues nunca se ha hecho debajo del cielo {nada} como lo que se ha hecho contra Jerusalén.
Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de tu ciudad, Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
Inclina tu oído, Dios mío, y escucha. Abre tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre; pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de ti, sino por tu gran compasión.
Tomad con vosotros palabras, y volveos al SEÑOR. Decidle: Quita toda iniquidad, y acépta{nos} bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios.
¿No ha sido suprimido el alimento de delante de nuestros ojos, {y} la alegría y el regocijo de la casa de nuestro Dios?
En aquel día se dirá contra vosotros un refrán y se proferirá una amarga lamentación, diciendo: ``Hemos sido totalmente destruidos; El ha cambiado la porción de mi pueblo. ¿Cómo me la ha quitado! Al infiel ha repartido nuestros campos."
Pero ahora se han juntado contra ti muchas naciones, que dicen: ``Sea profanada, y que se deleiten en Sion nuestros ojos."
Y El será {nuestra} paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, y cuando huelle nuestros palacios, levantaremos contra él siete pastores y ocho príncipes del pueblo.
Volverá a compadecerse de nosotros, hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados.
Otorgarás a Jacob la verdad {y} a Abraham la misericordia, las cuales juraste a nuestros padres desde los días de antaño.
`Pero mis palabras y mis estatutos que yo ordené a mis siervos los profetas ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se arrepintieron y dijeron: ``Como el SEÑOR de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros."'"
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de nuestros padres?
``Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
Ellos le dijeron*: Señor, {deseamos} que nuestros ojos sean abiertos.
Jesús les dijo*: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: ``LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS CONSTRUCTORES, ESA, EN PIEDRA ANGULAR SE HA CONVERTIDO; ESTO FUE HECHO DE PARTE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS"?
y decís: ``Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en {derramar} la sangre de los profetas."
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
ESTO FUE HECHO DE PARTE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO A NUESTROS OJOS"?
tal como dijo a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.
salvación DE NUESTROS ENEMIGOS y DE LA MANO DE TODOS LOS QUE NOS ABORRECEN;
para mostrar misericordia a nuestros padres, y para recordar su santo pacto,
concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor
en santidad y justicia delante de El, todos nuestros días.
PARA DAR LUZ A LOS QUE HABITAN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, para guiar nuestros pies en el camino de paz.
``Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos {en protesta} contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado."