'Otra' en la Biblia
Y después de algunos días entró otra vez en Capernaúm, y se oyó que estaba en casa.
Nadie cose remiendo de paño nuevo en vestido viejo, de otra manera el remiendo nuevo tira de lo viejo, y se hace peor la rotura.
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.
Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.
Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra.
Y otra vez se agolpó la multitud, de manera que ellos ni aun podían comer pan.
Y otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y una gran multitud se reunió alrededor de Él; tanto que entró en una barca, y se sentó en ella en el mar, y toda la multitud estaba en tierra junto al mar.
Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó, porque no tenía profundidad de tierra;
Y otra parte cayó entre espinos; y crecieron los espinos y la ahogaron, y no dio fruto.
Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto que brotó y creció; y produjo, una a treinta, otra a sesenta, y otra a ciento por uno.
Y cuando Jesús pasó otra vez en una barca al otro lado; una gran multitud se reunió alrededor de Él; y Él estaba junto al mar.
Y saliendo otra vez de la región de Tiro y de Sidón, vino al mar de Galilea, a través de las costas de Decápolis.
Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.
Y levantándose de allí, vino a las costas de Judea al otro lado del Jordán. Y volvió el pueblo a juntarse a Él, y otra vez les enseñaba como solía.
Y Él les dijo: Cualquiera que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra ella;
Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús, respondiendo otra vez, les dijo: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
Y otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras.
Y al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño, y no sabían qué responderle.
Y la criada, viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Éste es de ellos.
Y él lo negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí, dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos, porque eres galileo, y tu hablar es semejante.
Y Pilato le preguntó otra vez, diciendo: ¿No respondes nada? Mira cuántas cosas testifican contra ti.
Y respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos?
Y después de esto, apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.