'Otra' en la Biblia
Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a un querubín, y otra rueda junto a otro querubín; y el aspecto de las ruedas era como la piedra de berilo.
En cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de una forma, como si estuviera una en medio de otra.
Hijo de hombre, ¿en qué es {mejor} la madera de la vid que cualquier {otra} rama de árbol que haya entre los árboles del bosque?
Y fue otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su plantío.
Tú, pues, hijo de hombre, profetiza y bate una mano con otra, y dóblese la espada la tercera vez, la espada de muertos; ésta es espada de gran matanza que los penetrará,
Y tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe en ella: ``Para Judá y para los hijos de Israel, sus compañeros." Toma luego otra vara y escribe en ella: ``Para José, vara de Efraín, y {para} toda la casa de Israel, sus compañeros."
Júntalas la una con la otra en una sola vara para que sean una sola en tu mano.
Y he aquí, un muro fuera de la Casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano, era de seis codos, de a codo y palmo; y midió la anchura del edificio de una caña, y la altura, de otra caña.
Después vino a la puerta que daba cara hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió él un poste de la puerta, de una caña en anchura, y el otro poste, de otra caña en ancho.
Y el espacio de delante de las cámaras, de un codo de una parte, y de otro codo la otra; y cada cámara tenía seis codos de una parte, y seis codos de otra.
Y midió la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco codos de anchura, puerta contra puerta.
Y sus cámaras eran tres de una parte, y tres de otra, y sus postes y sus arcos eran como la medida de la puerta primera; cincuenta codos su longitud, y veinticinco su anchura.
Y la puerta del atrio interior estaba enfrente de la otra puerta al norte, y al oriente; y midió de puerta a puerta cien codos.
Y sus gradas eran de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmas, una de una parte, y otra de la otra, en sus postes.
Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmas en cada uno de sus postes de una parte y otra; y sus gradas eran de ocho escalones.
Y sus postes caían afuera al atrio, con palmas en cada uno de sus postes de una parte y otra; y sus gradas eran de ocho peldaños.
Y en la entrada de la puerta había dos mesas de una parte, y otras dos de la otra, para degollar sobre ellas el holocausto, y el pecado, y la culpa.
Cuatro mesas de una parte, y otras cuatro mesas de la otra parte había a cada lado de esta puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán.
Fuera de la puerta interior, en el atrio interior, {había} dos cámaras, {una de} las cuales {estaba} al lado de la puerta del norte con su fachada hacia el sur, {y} la otra al lado de la puerta del sur con {su} fachada hacia el norte.
Y me llevó a la entrada de la Casa, y midió cada poste de la entrada, cinco codos de una parte, y cinco codos de la otra; y la anchura de la puerta tres codos de una parte, y tres codos de la otra.
La longitud de la portada, veinte codos, y la anchura once codos, al cual subían por gradas; y había columnas junto a los postes, una de un lado, y otra de otro.
Me metió luego en el Templo, y midió los postes, siendo el ancho seis codos de una parte, y seis codos de otra, la anchura del arco.
Y la anchura de cada puerta era de diez codos; y los lados de la puerta, de cinco codos de una parte, y cinco de la otra. Y midió su longitud de cuarenta codos, y la anchura de veinte codos.
Y la puerta de cada cámara salía al espacio que quedaba; una puerta hacia el norte, y otra puerta hacia el mediodía; y la anchura del espacio que quedaba era de cinco codos por todo alrededor.
Y midió la longitud del edificio que estaba delante del apartamiento que había detrás de él, y las cámaras de una parte y otra, cien codos; y el Templo de dentro, y los portales del atrio.
Un rostro de hombre hacia la palma de una parte, y el otro rostro de león hacia la palma de la otra parte, por toda la Casa alrededor.
Cada poste del Templo era cuadrado, y la delantera del Santuario era como la otra delantera.
Y en cada portada había dos hojas, dos hojas que se volvían; dos hojas en una portada, y otras dos en la otra.
Y había ventanas estrechas, y palmas de una y otra parte por los lados de la entrada, y de la Casa, y por las vigas.
Frente a los veinte {codos} del atrio interior, y frente al pavimento del atrio exterior, {había} una galería frente a la otra galería en los tres pisos.
Y la parte del Príncipe será junto al apartamiento del Santuario, de una parte y de la otra, y junto a la posesión de la ciudad, delante del apartamiento del Santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el rincón occidental que está hacia el occidente, hasta el rincón oriental que está hacia el oriente; y la longitud será de una parte a la otra, desde el rincón del occidente hasta el rincón del oriente.
En el mes séptimo, a los quince del mes, en la fiesta, ofrecerá otra vez como en estos siete días, el pecado, el holocausto, el presente, y el aceite.
Y tornando yo, he aquí en la ribera del arroyo había árboles muy muchos de la una parte y de la otra.
Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de fruto de comer; su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto; a sus meses madurará, porque sus aguas salen del Santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
Y junto al término de Aser, desde el lado oriental hasta la parte del mar tendrá Neftalí, otra.
Y junto al término de Neftalí, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Manasés, otra.
Y junto al término de Manasés, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Efraín, otra.
Y junto al término de Efraín, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Rubén, otra.
Y junto al término de Rubén, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Judá, otra.
Y del príncipe será lo que quedare de una parte y de la otra de la suerte santa, y de la posesión de la ciudad, es a saber, delante de las veinticinco mil cañas de la suerte santa hasta el término oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el término occidental, delante de las partesdichas será del príncipe; y suerte santa será; y el Santuario de la Casa estará en medio de ella.
Y junto al término de Benjamín, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Simeón, otra.
Y junto al término de Simeón, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Isacar, otra.
Y junto al término de Isacar, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Zabulón, otra.
Y junto al término de Zabulón, desde la parte del oriente hasta la parte del mar, Gad, otra.
Y las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel, tres puertas al norte: la puerta de Rubén, una; la puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra.
Y a la parte del oriente cuatro mil quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
Y a la parte del mediodía, cuatro mil quinientas cañas por medida, y tres puertas: la puerta de Simeón, una; la puerta de Isacar, otra; la puerta de Zabulón, otra.
Y a la parte del occidente cuatro mil quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra.
Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y se desataron las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.
Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al lado, y tenía tres costillas entre sus dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante a un tigre, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dada potestad.
Y en otra semana confirmará el pacto á muchos, y á la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar, y esto hasta una entera consumación; y derramaráse la ya determinada sobre el
Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me confortó;
Y yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos que estaban, el uno de esta parte á la orilla del río, y el otro de la otra parte á la orilla del río.
Ella concibió otra vez y dio a luz una hija. Y el {Señor} le dijo: Ponle por nombre Lo-ruhamá, porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los perdonaré jamás.
Y me dijo otra vez el SEÑOR: Ve, ama una mujer amada de su compañero, y adúltera, como el amor del SEÑOR para con los hijos de Israel; los cuales miran a dioses ajenos, y aman frascos de vino.
Dolores de mujer de parto le vendrán: es un hijo ignorante, que de otra manera no estuviera tanto tiempo en el rompimiento de los hijos.
De esto contaréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.
Y saldrán por los portillos la una en pos de la otra, y seréis echadas del palacio, dice el SEÑOR.
Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió; y la parte sobre la cual no llovió, se secó.
Así que de dos {o} tres ciudades iban tambaleándose a otra ciudad para beber agua, y no se saciaban; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.
Y le dijo el SEÑOR: Tuviste tú piedad de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció,
Esta es la ciudad divertida que vivía confiada, que decía en su corazón: Yo soy, y no hay otra más que yo. ¿Cómo ha sido hecha una desolación, una guarida de fieras! Todo el que pase por ella silbará {y} agitará su mano.
Si llevare alguno las carnes sagradas en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare el pan, o la vianda, o el vino, o el aceite, u otra comida cualquiera, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: No.
Y vino otra vez palabra de Jehová a Hageo, el día veinticuatro del mes, diciendo:
Proclama de nuevo, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Otra vez rebosarán mis ciudades de bienes, otra vez el SEÑOR consolará a Sion y de nuevo escogerá a Jerusalén.'"
Y sobre él dos olivas, la una á la derecha del vaso, y la otra á su izquierda.
Díjome entonces: Esta es la maldición que sale sobre la haz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de la una parte del rollo) será destruído; y todo aquel que jura, (como está de la otra parte del rollo) será destruído.
así otra vez he pensado hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días. No temáis.
y vendrán los moradores de una ciudad a la otra, y dirán: Vamos a orar a la faz del SEÑOR, y busquemos al SEÑOR de los ejércitos. (Y el otro responderá:) Yo también iré.
Y el SEÑOR me dijo: Toma otra vez los aperos de un pastor insensato.
En aquel día pondré los capitanes de Judá como un brasero de fuego entre leña, y como una antorcha de fuego entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén.
Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el Monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalén a la parte del oriente; y el Monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un muy grande valle; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía.
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas; la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.
Y esta otra vez haréis cubrir el altar del SEÑOR de lágrimas, de llanto, y de clamor; porque yo no miraré más al presente, para tomar ofrenda voluntaria de vuestra mano.
Habéis hecho cansar al SEÑOR con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que mal hace agrada al SEÑOR, y en los tales toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio?
Otra vez le pasó el diablo a un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
La tierra de Zabulón, y la tierra de Nephtalim, Camino de la mar, de la otra parte del Jordán, Galilea de los Gentiles;
Y le siguieron muchas gentes de Galilea y de Decápolis y de Jerusalem y de Judea y de la otra parte del Jordán.
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada {otra vez?} Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
MIRAD que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.
Y viendo Jesús muchas gentes alrededor de sí, mandó pasar á la otra parte del lago.
Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.
ENTONCES entrando en el barco, pasó á la otra parte, y vino á su ciudad.
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y se pierden los odres; mas echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conserva juntamente.
Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre.
Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.
De otra manera, ¿cómo puede uno entrar a la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no ata al hombre fuerte? Y entonces podrá saquear su casa.
Otra parte cayó en pedregales donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó porque no tenía profundidad de tierra;
Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena y dio* fruto, algunas {semillas} a ciento por uno, otras a sesenta y otras a treinta.
Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo;
Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo;
Otra parábola les dijo: El Reino de los cielos es semejante a la levadura que tomándola la mujer, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo se leude.
Y luego Jesús hizo á sus discípulos entrar en el barco, é ir delante de él á la otra parte del lago, entre tanto que él despedía á las gentes.
Y llegando á la otra parte, vinieron á la tierra de Genezaret.
Y viniendo sus discípulos de la otra parte del lago, se habían olvidado de tomar pan.
Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: Señor, bueno es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
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