'Otros' en la Biblia
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
¿Cómo podéis vosotros creer, pues tomáis la gloria los unos de los otros? Y no buscáis la gloria que de solo Dios es.
Y había grande murmullo de él en el pueblo, porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña al pueblo.
Otros decían: Este es el Cristo. Algunos sin embargo decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?
Unos decían: Este es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.
Entonces unos de los fariseos le decían: Este hombre no es de Dios, que no guarda el sábado. Y otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos.
Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado; ¿puede un demonio abrir los ojos de los ciegos?
y buscaban a Jesús, y hablaban los unos con los otros estando en el Templo: ¿Qué os parece? ¿Qué no vendrá a la fiesta?
Y el pueblo que estaba presente, y la había oído, decía que había sido trueno. Otros decían: un ángel le ha hablado.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos de los otros.
Entonces los discípulos mirábanse los unos a los otros, dudando de quién decía.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como os he amado, que también os améis los unos a los otros.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Este es mi mandamiento: Que os ameis los unos a los otros, como yo os he amado.
Esto os mando: Que os ameis los unos a los otros.
Entonces dijeron algunos de sus discípulos unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: Aún un poquito, y no me veréis después; y otra vez un poquito, y me veréis; y, porque yo voy al Padre?
Le respondió Jesús: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
donde le colgaron del madero, y con él otros dos, uno en un madero a cada lado, y Jesús en medio.
Le dijeron pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, llamado el Dídimo, y Natanael, el que era de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.
Y los otros discípulos vinieron con el navío (porque no estaban lejos de tierra, sino como doscientos codos), trayendo la red de peces.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- A juzgar nosotros mismos
- Alimentos para otros dioses.
- Apertura a los otros
- Causando que otros tropiecen
- Christlikeness
- Dios enviando otros
- Dios nombrar otros
- Dios para nosotros
- Dios vive en nosotros
- Dios viviendo con nosotros
- Exhortar a los otros
- Juzgar a otros
- La oración, para otros
- Las conciencias, antes que otros
- Muerte de otros grupos
- No pido otros
- No tener otros dioses.
- Perdonar a otros
- Potros
- Que la gente salga de otros lugares
- Amar a los compañeros cristianos
- Amar a todos
- Amarse unos a otros
- Amarte a uno mismo
- Animarse unos a otros
- Darse ánimo unos a otros
- El amor de Dios por nosotros
- El costado de las personas
- El plan de Dios para nosotros
- El rechazo a otros Dioses
- El sufrimiento por la muerte de otros
- Estar de acuerdo unos con otros
- La falta de ayuda en otros Dioses
- La obra de Dios en nosotros
- La paz para vosotros
- Las penas por servir a otros Dioses
- Los otros dos hombres
- Los profetas de otros Dioses
- Luchar unos con otros
- Matarse unos a otros
- Nosotros en Dios
- Otros dones de Dios
- Otros milagros
- Otros tiempos
- Reunirse unos con otros
- Ser amado
- Órdenes de Cristo