'Palabras' en la Biblia
Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no le da el Espíritu por medida.
Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Y Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna.
Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por eso no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
Y volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
Otros decían: Estas palabras no son de endemoniado: ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?
Y si alguno oye mis palabras, y no cree, yo no le juzgo; porque no vine para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo.
El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ésta le juzgará en el día final.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras.
Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y en verdad han conocido que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Cuando Jesús hubo dicho estas palabras, salió con sus discípulos al otro lado del arroyo de Cedrón, donde había un huerto, en el cual Él entró, y sus discípulos.
Y cuando Pilato oyó estas palabras, tuvo más miedo.