'Para' en la Biblia
Todo su pueblo buscó su pan suspirando; Dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh Jehová, y ve que estoy abatida.
El Señor ha hollado a todos mis hombres fuertes en medio de mí; Convocó contra mí asamblea para quebrantar mis jóvenes; como lagar ha pisoteado el Señor a la virgen hija de Judá.
Llamé a mis amantes, pero ellos me han engañado; Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron, cuando buscaban comida para sí con que entretener su vida.
Oyeron que gemía, mas no hay consolador para mí: Todos mis enemigos han oído mi mal, se han alegrado de que tú lo hiciste. Harás venir el día que has anunciado, y serán como yo.
¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque tu quebrantamiento es grande como el mar; ¿quién te sanará?
Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.
Como oso que acecha fue para mí, como león en escondrijos.
Porque el Señor no desecha para siempre;
Te cubriste de nube, para que no pasase la oración nuestra.
La lengua del niño de pecho, se pegó a su paladar, a causa de la sed: Los pequeños pidieron pan, y no hubo quien para ellos lo partiese.
Cazaron nuestros pasos para que no anduviésemos por nuestras calles: Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque llegó nuestro fin.
Persecución padecemos sobre nuestra cerviz; nos fatigamos, y no hay para nosotros reposo.
Al egipcio y al asirio extendimos la mano, para saciarnos de pan.
Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre: Tu trono de generación en generación.
¿Por qué te olvidarás para siempre de nosotros, y nos dejarás por largos días?