'Pequeños' en la Biblia
y se llevaron cautivos a todos sus pequeños y a sus mujeres, y saquearon todos sus bienes y todo lo que {había} en las casas.
Y Judá dijo a su padre Israel: Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no perezcamos, tanto nosotros como tú y nuestros pequeños.
Y a ti se te ordena {decirles:} ``Haced esto: tomad carretas de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y para vuestras mujeres, y traed a vuestro padre y venid.
Entonces Jacob partió de Beerseba; y los hijos de Israel llevaron a su padre Jacob, y a sus pequeños y a sus mujeres, en las carretas que Faraón había enviado para llevarlo.
Al {tiempo de} la cosecha daréis la quinta parte a Faraón, y cuatro partes serán vuestras para sembrar la tierra y para vuestro mantenimiento, para los de vuestras casas y para alimento de vuestros pequeños.
y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; sólo dejaron a sus pequeños, sus ovejas y sus vacas en la tierra de Gosén.
Y él les dijo: ¡Así sea el SEÑOR con vosotros si os dejo ir a vosotros y a vuestros pequeños! Tened cuidado porque tenéis malas intenciones.
Entonces llamó Faraón a Moisés y le dijo: Id, servid al SEÑOR; sólo que vuestras ovejas y vuestras vacadas queden aquí. Aun vuestros pequeños pueden ir con vosotros.
``Sin embargo, vuestros pequeños, de quienes dijisteis que serían presa {del enemigo} a ellos los introduciré, y conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado.
Se retiraron, pues, de los alrededores de las tiendas de Coré, Datán y Abiram; y Datán y Abiram salieron {y} se pusieron a la puerta de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños.
Y los hijos de Israel tomaron cautivas a las mujeres de Madián y a sus pequeños; y saquearon todo su ganado, todos sus rebaños y todos sus bienes.
Entonces ellos se acercaron a él, y le dijeron: Edificaremos aquí apriscos para nuestro ganado y ciudades para nuestros pequeños;
pero nosotros nos armaremos {para ir} delante de los hijos de Israel hasta que los introduzcamos en su lugar, mientras que nuestros pequeños se quedarán en las ciudades fortificadas por causa de los habitantes de la tierra.
Edificaos ciudades para vuestros pequeños, y apriscos para vuestras ovejas; y haced lo que habéis prometido.
Nuestros pequeños, nuestras mujeres, nuestro ganado y nuestros rebaños quedarán allí en las ciudades de Galaad;
``Y vuestros pequeños, que dijisteis que vendrían a ser presa, y vuestros hijos, que hoy no tienen conocimiento del bien ni del mal, entrarán allá, y a ellos yo la daré, y ellos la poseerán.
``Pero vuestras mujeres, vuestros pequeños y vuestro ganado (yo sé que tenéis mucho ganado), permanecerán en las ciudades que os he dado,
vuestros pequeños, vuestras mujeres, y el forastero que está dentro de tus campamentos, desde tu leñador hasta el que saca tu agua,
Vuestras mujeres, vuestros pequeños y vuestro ganado permanecerán en la tierra que Moisés os dio al otro lado del Jordán; pero vosotros, todos los valientes guerreros, pasaréis en orden de batalla delante de vuestros hermanos, y los ayudaréis,
y se llevaron cautivas las mujeres {y a todos} los que {estaban} en ella, grandes y pequeños, sin dar muerte a nadie; se {los} llevaron y siguieron su camino.
Entonces David dijo a Itai: Ven pues, y pasa. Y pasó Itai, el geteo, y todos sus varones, y todos sus pequeños.
Y los Israelitas fueron alistados y provistos de raciones, y salieron a su encuentro. Los Israelitas acamparon delante de ellos como dos rebaños pequeños de cabras pero los Arameos llenaban la tierra.
Y echaron suertes, tanto los pequeños como los grandes, conforme a sus casas paternas, para cada puerta.
Entonces el sacerdote Joiada dio a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos grandes y pequeños que {habían sido} del rey David, que {estaban} en la casa de Dios.
Bajo su mando {estaban} Edén, Miniamín, Jesúa, Semaías, Amarías y Secanías en las ciudades de los sacerdotes, para distribuir fielmente {las porciones,} por clases, a sus hermanos, fueran grandes o pequeños,
El registro genealógico {incluía} todos sus niños pequeños, sus mujeres, sus hijos y sus hijas de toda la asamblea, porque fielmente se consagraban en santidad.
Y todos los objetos de la casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del rey y de sus oficiales, todo {lo} llevó a Babilonia.
Entonces proclamé allí, junto al río Ahava, un ayuno para que nos humilláramos delante de nuestro Dios a fin de implorar de El un viaje feliz para nosotros, para nuestros pequeños y para todas nuestras posesiones.
Allí están los pequeños y los grandes, y el esclavo es libre de su señor.
Envían fuera a sus pequeños cual rebaño, y sus niños andan saltando.
Si sus hijos fueren multiplicados, serán para el cuchillo; Y sus pequeños no se hartarán de pan;
de los hombres, con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres del mundo, cuya porción está en {esta} vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro; se llenan de hijos, y dejan lo que les sobra a sus pequeños.
Asimismo este gran mar y ancho de términos; allí hay peces sin número, animales pequeños y grandes.
El bendecirá a los que temen al SEÑOR, tanto a pequeños como a grandes.
Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños contra la peña.
También sus pequeños serán estrellados delante de sus ojos; serán saqueadas sus casas y violadas sus mujeres.
Pero ahora el SEÑOR habló, diciendo: Dentro de tres años, como cuenta los años un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y sus residuos serán pocos, pequeños, y no fuertes.
¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán de los más pequeños siervos de mi Señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y hombres de a caballo?
Morirán grandes y pequeños en esta tierra; no serán enterrados, ni llorados, y nadie se sajará ni se rapará por ellos;
Moab fue quebrantada; hicieron que se oyera el clamor de sus pequeños.
Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Edom; y sus pensamientos, que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.
Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha formado sobre la tierra de los caldeos. Ciertamente a los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.
Levántate, da voces en la noche al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza hacia El tus manos por la vida de tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de todas las calles.
Mira, oh SEÑOR, y observa: ¿a quién has tratado así? ¿Habían de comer las mujeres el fruto {de sus entrañas}, a los pequeños criados con cariño? ¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?
La lengua del niño de pecho se le pega al paladar por la sed; los pequeños piden pan, {pero} no hay quien {lo} reparta.
reunid al pueblo, santificad la asamblea, congregad a los ancianos, reunid a los pequeños y a los niños de pecho. Salga el novio de su aposento y la novia de su alcoba.
Porque, ¿quién ha menospreciado el día de los pequeños comienzos? Se alegraron, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Aquellos siete son los ojos del SEÑOR extendidos por toda la tierra.
Despierta, espada, contra mi pastor, y contra el hombre compañero mío --declara el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor y se dispersarán las ovejas, y volveré mi mano contra los pequeños.
De manera que cualquiera que desatare uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los cielos; mas cualquiera que los hiciere y los enseñare, éste será llamado grande en el Reino de los cielos.
Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.
Y cualquiera que hace tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno, y que se le anegara en lo profundo del mar.
Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les respondió*: Sí, ¿nunca habéis leído: ``DE LA BOCA DE LOS PEQUEÑOS Y DE LOS NIÑOS DE PECHO TE HAS PREPARADO ALABANZA"?
Respondiendo el Rey, les dirá: ``En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, {aun a} los más pequeños, a mí lo hicisteis."
El entonces les responderá, diciendo: ``En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis."
En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Te confieso, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque así te agradó.
Mejor le sería si se le colgara una piedra de molino al cuello y fuera arrojado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeños.
Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver {esto} los discípulos, los reprendían.
Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos peces pequeños; ¿mas qué es esto entre tantos?
Mas ayudado del auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir:
Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y {llegó} el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
Y hacía a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, tomar la marca en su mano derecha, o en sus frentes;
Y salió una voz del trono, que decía: Load a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.
Para que comáis carne de reyes, y de capitanes, y carne de fuertes, y carne de caballos, y de los que están sentados sobre ellos; y carne de todos libres y siervos, de pequeños y de grandes.
Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.