'Recompensa' en la Biblia
Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.
Y Lea dijo: Dios me ha dado mi recompensa porque di mi sierva a mi marido. Y le puso por nombre Isacar.
Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir?
Tu siervo no haría más que pasar el Jordán con el rey. ¿Por qué ha de concederme el rey esta recompensa?
Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa.
Mas vosotros, esforzaos y no desmayéis, porque hay recompensa por vuestra obra.
Que no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo, pues vanidad será su recompensa.
Además, tu siervo es amonestado por ellos; en guardarlos hay gran recompensa.
y los hombres dirán: Ciertamente hay recompensa para el justo, ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra.
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre.
El impío gana salario engañoso, pero el que siembra justicia {recibe} verdadera recompensa.
La recompensa de la humildad {y} el temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida.
Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo, y ésta fue la recompensa de toda mi labor.
He aquí lo que yo he visto que es bueno y conveniente: comer, beber y gozarse uno de todo el trabajo en que se afana bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su recompensa.
Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.
Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada.
He aquí, el Señor DIOS vendrá con poder, y su brazo gobernará por El. He aquí, con El está su galardón, y delante de El su recompensa.
Yo lo he despertado en justicia, y todos sus caminos allanaré. El edificará mi ciudad y dejará libres a mis desterrados sin pago ni recompensa --dice el SEÑOR de los ejércitos.
Y yo dije: En vano he trabajado, en vanidad y en nada he gastado mis fuerzas; pero mi derecho está en el SEÑOR, y mi recompensa con mi Dios.
Porque yo, el SEÑOR, amo el derecho, odio el latrocinio en el holocausto. Fielmente les daré su recompensa, y haré con ellos un pacto eterno.
He aquí, el SEÑOR ha proclamado hasta los confines de la tierra: Decid a la hija de Sion: ``He aquí, tu salvación viene; he aquí, su galardón está con El, y delante de El su recompensa."
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.
Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?
Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo {que ya} han recibido su recompensa.
Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo {que ya} han recibido su recompensa.
Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo {que ya} han recibido su recompensa.
El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo.
Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.
Porque cualquiera que os dé de beber un vaso de agua, por razón de vuestro nombre, ya que sois {seguidores} de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.
Alegraos en ese día y saltad {de gozo,} porque he aquí, vuestra recompensa es grande en el cielo, pues sus padres trataban de la misma manera a los profetas.
Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
Y dijo también al que le había convidado: Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa.
Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor.
Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre {el fundamento,} recibirá recompensa.
Porque si hago esto voluntariamente, tengo recompensa; pero si {lo hago} en contra de mi voluntad, un encargo se me ha confiado.
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio, pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho en el evangelio.
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.
Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa.
considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante recompensa.
Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y {llegó} el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra.
He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa {está} conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.
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