'Rey' en la Biblia
- 1.Gé 14:1-Josué 12:20
- 2.Josué 12:21-1 Samuel 24:6
- 3.1 Samuel 24:8-2 Samuel 14:13
- 4.2 Samuel 14:15-2 Samuel 20:3
- 5.2 Samuel 20:4-1 Reyes 7:14
- 6.1 Reyes 7:40-1 Reyes 20:28
- 7.1 Reyes 20:31-2 Reyes 9:3
- 8.2 Reyes 9:6-2 Reyes 18:14
- 9.2 Reyes 18:15-1 Crónicas 18:9
- 10.1 Crónicas 18:10-2 Crónicas 17:19
- 11.2 Crónicas 18:3-2 Crónicas 32:8
- 12.2 Crónicas 32:9-Nehemías 2:7
- 13.Nehemías 2:8-Ester 7:1
- 14.Ester 7:2-Proverbios 25:6
- 15.Proverbios 29:4-Jeremías 22:24
- 16.Jeremías 22:25-Jeremías 38:25
- 17.Jeremías 38:26-Daniel 1:21
- 18.Daniel 2:2-Daniel 11:2
- 19.Daniel 11:3-Juan 18:33
- 20.Juan 18:37-Apocalipsis 19:16
tú les dirás: ``Presentaba al rey mi súplica de que no me hiciera volver a la casa de Jonatán, a morir allí."
Luego vinieron todos los oficiales a Jeremías y lo interrogaron. Y él les informó conforme a todas estas palabras que el rey {le} había ordenado; y no volvieron a preguntarle, ya que de la conversación no se sabía nada.
Y aconteció que Jerusalén fue tomada en el año noveno de Sedequías, rey de Judá, en el décimo mes, cuando vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitiaron.
Y entraron todos los oficiales del rey de Babilonia y se sentaron en la puerta Central: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarse-quim el Rabsaris, Nergal-sarezer el Rabmag y todos los demás oficiales del rey de Babilonia.
Y sucedió que cuando los vieron Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre los dos muros; y se fueron por el camino del Arabá.
Pero el ejército de los caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; lo apresaron y lo llevaron a Ribla en la tierra de Hamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, dictó sentencia contra él.
Entonces el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos en Ribla; también el rey de Babilonia degolló a todos los nobles de Judá.
Y los caldeos prendieron fuego al palacio del rey y a las casas del pueblo y derribaron los muros de Jerusalén.
Y dio órdenes Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Nabuzaradán, capitán de la guardia, respecto a Jeremías, diciendo:
Entonces dio {órdenes} Nabuzaradán, capitán de la guardia, juntamente con Nebusazbán el Rabsaris, y Nergal-sarezer el Rabmag, y todos los oficiales principales del rey de Babilonia;
Como {Jeremías} aun no se volvía, {le dijo:} Vuelve a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto para gobernar sobre las ciudades de Judá, y quédate con él en medio del pueblo; y si no, ve adonde te parezca más conveniente ir. Entonces el capitán de la guardia le dio una ración de alimentos y un regalo, y lo dejó ir.
Y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
Entonces Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres, diciendo: No temáis servir a los caldeos; quedaos en la tierra y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
Asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
y le dijeron: ¿Sabes que Baalis, rey de los hijos de Amón, ha enviado a Ismael, hijo de Netanías, para quitarte la vida? Pero Gedalías, hijo de Ahicam, no les creyó.
Y en el mes séptimo fue Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, y {uno} de los oficiales principales del rey, junto con diez hombres, adonde {estaba} Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa. Y mientras comían pan juntos allí en Mizpa,
se levantó Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que estaban con él, e hirieron a espada a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, y mataron al que el rey de Babilonia había puesto para gobernar sobre la tierra.
Y la cisterna donde Ismael había echado todos los cadáveres de los hombres que él había matado por causa de Gedalías, era la que el rey Asa había hecho por causa de Baasa, rey de Israel; Ismael, hijo de Netanías, la llenó de muertos.
Después Ismael tomó cautivo a todo el resto del pueblo que {estaba} en Mizpa, a las hijas del rey y a todo el pueblo que había quedado en Mizpa, a los cuales Nabuzaradán, capitán de la guardia, había puesto bajo el mando de Gedalías, hijo de Ahicam. Los tomó, pues, cautivos Ismael, hijo de Netanías, y fue a pasarse a los hijos de Amón.
a causa de los caldeos, porque les temían, ya que Ismael, hijo de Netanías, había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar la tierra.
``No temáis al rey de Babilonia, a quien teméis; no le temáis" --declara el SEÑOR-- ``porque yo estoy con vosotros para salvaros y libraros de su mano.
a hombres, mujeres y niños, a las hijas del rey y a toda persona que Nabuzaradán, capitán de la guardia, había dejado con Gedalías, hijo de Ahicam {y} nieto de Safán, y {también} al profeta Jeremías y a Baruc, hijo de Nerías,
y diles: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `He aquí, enviaré a traer a Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido, y él extenderá su pabellón sobre ellas.
Así dice el SEÑOR: ``He aquí, entregaré a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida."
Palabra que habló el profeta Jeremías a Baruc, hijo de Nerías, cuando {éste} escribió estas palabras en un libro al dictado de Jeremías, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:
A Egipto, acerca del ejército de Faraón Necao, rey de Egipto, que estaba junto al río Eufrates en Carquemis, al cual derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá:
Palabra que el SEÑOR habló al profeta Jeremías acerca de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para herir la tierra de Egipto:
Allí gritaron: ``Faraón, rey de Egipto, {es sólo} un gran ruido; ha dejado pasar el tiempo señalado."
Vivo yo --declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos-- que ciertamente como {se destaca} el Tabor entre los montes, o el Carmelo junto al mar, uno ha de venir.
Y los entregaré en manos de los que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de su siervo. Mas después será habitado como en los días de antaño --declara el SEÑOR.
Es destruido Moab, {el devastador} ha subido a sus ciudades; la flor de sus jóvenes desciende a la matanza, --declara el Rey, cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
Acerca de Cedar y de los reinos de Hazor, que derrotó Nabucodonosor, rey de Babilonia. Así dice el SEÑOR: Levantaos, subid a Cedar y destruid a los hijos del oriente.
Escapaos, huid; morad en las profundidades, habitantes de Hazor --declara el SEÑOR--, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha concebido un plan contra vosotros, ha trazado un designio contra vosotros.
Palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de Elam al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, diciendo:
``Entonces pondré mi trono en Elam, y allí destruiré al rey y a los príncipes" --declara el SEÑOR.
Rebaño descarriado es Israel; los leones {lo} han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos.
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``He aquí, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.
Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos, y flaquean sus manos; la angustia se ha apoderado de él, agonía como de mujer de parto.
Un correo corre al encuentro de otro y un mensajero al encuentro de otro, para decirle al rey de Babilonia que su ciudad ha sido tomada de un extremo {al otro;}
Me ha devorado {y} aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha dejado {como} vaso vacío, me ha tragado como un monstruo, ha llenado su estómago de mis delicias, me ha expulsado.
Yo embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus gobernantes, a sus magistrados y a sus valientes, y dormirán un sueño eterno y no despertarán --declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos.
Mensaje que el profeta Jeremías mandó a Seraías, hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando fue con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia en el año cuarto de su reinado. (Seraías era jefe de abastecimientos.)
Por causa de la ira del SEÑOR sucedió {esto} en Jerusalén y en Judá, hasta que El los echó de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez {días} del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella.
Y la ciudad estuvo bajo sitio hasta el año once del rey Sedequías.
se abrió brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que {había} junto al jardín del rey, a pesar de que los caldeos {estaban} alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá.
Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y alcanzó a Sedequías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.
Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla en la tierra de Hamat, y allí él lo sentenció.
Y el rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus ojos y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla.
Después sacó los ojos a Sedequías, y el rey de Babilonia lo ató con grillos de bronce y lo llevó a Babilonia y lo puso en prisión hasta el día de su muerte.
Y en el mes quinto, a los diez {días} del mes, siendo el año diecinueve del rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que estaba al servicio del rey de Babilonia.
Y quemó la casa del SEÑOR, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego a toda casa grande.
Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó al destierro a algunos de los más pobres del pueblo, al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y al resto de los artesanos.
En cuanto a las dos columnas, el mar, los doce toros de bronce que estaban debajo del mar {y} las basas que el rey Salomón había hecho para la casa del SEÑOR, no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos.
También tomó de la ciudad a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, a siete de los consejeros del rey que se hallaban en la ciudad, al escriba del comandante del ejército que reclutaba al pueblo de la tierra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaban dentro de la ciudad.
Nabuzaradán, capitán de la guardia, los tomó y los llevó al rey de Babilonia en Ribla.
Entonces el rey de Babilonia los hirió y les dio muerte en Ribla en la tierra de Hamat. Así fue llevada Judá al destierro lejos de su tierra.
Y en el año treinta y siete del destierro de Joaquín, rey de Judá, en el mes doce, a los veinticinco {días} del mes, Evil-merodac, rey de Babilonia, en el año {primero} de su reino, favoreció a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel.
{Joaquín} se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre en la presencia {del rey}, todos los días de su vida;
y {para} su sustento, se le dio de continuo una ración de parte del rey de Babilonia, una porción para cada día, todos los días de su vida hasta el día de su muerte.
Y ha tratado con violencia a su tabernáculo, como a {cabaña de} huerto; ha destruido su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho olvidar en Sion la fiesta solemne y el día de reposo, y ha rechazado en el furor de su ira al rey y al sacerdote.
Se han hundido en la tierra sus puertas, El ha destruido y quebrado sus cerrojos. Su rey y sus príncipes están entre las naciones; {ya} no hay ley; tampoco sus profetas hallan visión del SEÑOR.
(En aquel {día} cinco del mes, en el quinto año del destierro del rey Joaquín,
``El rey hará duelo, el príncipe se vestirá de horror y temblarán las manos del pueblo de la tierra. Según su conducta los trataré y por sus juicios los juzgaré; y sabrán que yo soy el SEÑOR."
Di ahora a la casa rebelde: `` ¿No sabéis lo que {significan} estas cosas?" Di: ``He aquí, el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó consigo a Babilonia.
``Vivo yo" --declara el Señor DIOS-- ``que ciertamente en la tierra del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí, en medio de Babilonia, morirá.
``Lo pusieron en una jaula con garfios y lo llevaron al rey de Babilonia; lo llevaron enjaulado para que no se oyera más su voz en los montes de Israel.
`Vivo yo' --declara el Señor DIOS-- `que con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado yo seré rey sobre vosotros.
Y tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; ambos saldrán de una misma tierra. Haz una señal y ponla al comienzo del camino a la ciudad.
Porque el rey de Babilonia se ha detenido en la bifurcación del camino, al comienzo de los dos caminos, para emplear la adivinación; sacude las saetas, consulta con los ídolos domésticos, observa el hígado.
Hijo de hombre, escribe la fecha del día, del día de hoy. Este mismo día el rey de Babilonia ha avanzado contra Jerusalén.
Porque así dice el Señor DIOS: He aquí, traeré por el norte sobre Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros, jinetes y un gran ejército.
Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: ``Así dice el Señor DIOS: `Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura.
Hijo de hombre, pon tu rostro contra Faraón, rey de Egipto, y profetiza contra él y contra todo Egipto.
Habla y di: ``Así dice el Señor DIOS: `He aquí, estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, el gran monstruo que yace en medio de sus ríos, que ha dicho: ``Mío es el Nilo, yo mismo me {lo} hice."
Hijo de hombre, Nabucodonosor, rey de Babilonia, hizo que su ejército realizara una gran campaña contra Tiro; toda cabeza ha quedado calva y toda espalda desollada. Pero él y su ejército no recibieron pago de Tiro por la campaña que había realizado contra ella.
Por tanto, así dice el Señor DIOS: He aquí, daré la tierra de Egipto a Nabucodonosor, rey de Babilonia. Se llevará sus riquezas, capturará su botín y tomará su despojo; y esto será la paga para su ejército.
``Así dice el Señor DIOS: `Acabaré con la multitud de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón, rey de Egipto, y he aquí, no ha sido vendado para curarlo, ni ligado con vendas de modo que cobre fuerzas para empuñar la espada.
Por tanto, así dice el Señor DIOS: ``He aquí, estoy en contra de Faraón, rey de Egipto; quebraré sus brazos, tanto el fuerte como el fracturado, y haré que la espada caiga de su mano.
``Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia y pondré mi espada en su mano; y quebraré los brazos de Faraón, que delante de él gemirá con gemidos de un mal herido.
``Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, pero los brazos de Faraón caerán. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando ponga mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la esgrima contra la tierra de Egipto.
Hijo de hombre, di a Faraón, rey de Egipto, y a su multitud: `` ¿A quién te pareces en tu grandeza?
Hijo de hombre, eleva una elegía por Faraón, rey de Egipto, y dile: ``Parecías un leoncillo de las naciones pero eras como el monstruo de los mares; prorrumpías en tus ríos, enturbiabas las aguas con tus pies y ensuciabas sus ríos."
Pues así dice el Señor DIOS: La espada del rey de Babilonia vendrá sobre ti.
`Y haré de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel; un solo rey será rey de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en dos reinos.
`Mi siervo David {será} rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; andarán en mis ordenanzas y guardarán mis estatutos y los cumplirán.
En el año tercero del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén y la sitió.
Y el Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y algunos de los utensilios de la casa de Dios; los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, colocando los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
Entonces el rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que trajera de los hijos de Israel {a algunos} de la familia real y de los nobles,
jóvenes en quienes no hubiera defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda {rama del} saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y {le mandó} que les enseñara la escritura y la lengua de los caldeos.
El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino que él bebía, y {mandó} que los educaran por tres años, al cabo de los cuales entrarían al servicio del rey.
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los oficiales que {le permitiera} no contaminarse.
y el jefe de los oficiales dijo a Daniel: Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado vuestra comida y vuestra bebida; ¿por qué ha de ver vuestros rostros más macilentos que los de los {demás} jóvenes de vuestra edad? Así pondríais en peligro mi cabeza ante el rey.
Que se compare después nuestra apariencia en tu presencia con la apariencia de los jóvenes que comen los manjares del rey, y haz con tus siervos según lo que veas.
Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey.
Al cabo de los días que el rey había fijado para que fueran presentados, el jefe de los oficiales los trajo ante Nabucodonosor.
El rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; entraron, pues, al servicio del rey.
Y en todo asunto de sabiduría y conocimiento que el rey les consultó, los encontró diez veces superiores a todos los magos {y} encantadores que {había} en todo su reino.
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- 16.Jeremías 22:25-Jeremías 38:25
- 17.Jeremías 38:26-Daniel 1:21
- 18.Daniel 2:2-Daniel 11:2
- 19.Daniel 11:3-Juan 18:33
- 20.Juan 18:37-Apocalipsis 19:16