'Si' en la Biblia
Al ver {esto} Pedro, dijo al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto, o por qué nos miráis {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?
si se nos está interrogando hoy por {causa del} beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado,
Pero habiéndoles ordenado salir fuera del concilio, deliberaban entre sí,
Mas respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;
Y Pedro le preguntó: Dime, ¿vendisteis el terreno en tanto? Y ella dijo: Sí, ése fue el precio.
Después de él, se levantó Judas de Galilea en los días del censo, y llevó {mucha} gente tras sí; él también pereció, y todos los que lo seguían se dispersaron.
Por tanto, en este caso os digo: no tengáis nada que ver con estos hombres y dejadlos en paz, porque si este plan o acción es de los hombres, perecerá;
pero si es de Dios, no podréis destruirlos; no sea que os halléis luchando contra Dios.
Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón.
El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego {que me digas,} ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?
Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
y llamando, preguntaron si allí se hospedaba Simón, el que también se llamaba Pedro.
Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos {dio} a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?
Cuando habían pasado la primera y la segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, la cual se les abrió por sí misma; y salieron y siguieron por una calle, y enseguida el ángel se apartó de él.
Cuando Pedro volvió en sí, dijo: Ahora sé en verdad que el Señor ha enviado a su ángel, y me ha rescatado de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.
Después de la lectura de la ley y los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
y sin embargo, no dejó de dar testimonio de sí mismo, haciendo bien y dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y de alegría.
Y algunos descendieron de Judea y enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.
Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, {para ver} si estas cosas eran así.
ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas;
para que buscaran a Dios, si de alguna manera, palpando, le hallen, aunque no está lejos de ninguno de nosotros;
Y cuando Pablo iba a hablar, Galión dijo a los judíos: Si fuera cuestión de una injusticia o de un crimen depravado, oh judíos, yo os toleraría, como sería razonable.
Pero si son cuestiones de palabras y nombres, y de vuestra propia ley, allá vosotros; no estoy dispuesto a ser juez de estas cosas.
sino que se despidió de ellos, diciendo: Volveré a vosotros otra vez, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.
y les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le {respondieron:} No, ni siquiera hemos oído si hay un Espíritu Santo.
Así pues, si Demetrio y los artífices que están con él tienen queja contra alguno, los tribunales están abiertos y los procónsules {dispuestos;} presenten sus acusaciones unos contra otros.
Pero si demandáis algo más que esto, se decidirá en asamblea legítima.
Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar, si le era posible, el día de Pentecostés en Jerusalén.
Vino el comandante a {Pablo} y le dijo: Dime, ¿eres romano? Y él dijo: Sí.
Se produjo entonces un gran alboroto; y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos, discutían acaloradamente, diciendo: No encontramos nada malo en este hombre; pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado?
Ahora pues, vosotros y el concilio, avisad al comandante para que lo haga comparecer ante vosotros, como si quisierais hacer una investigación más minuciosa para resolver su caso; nosotros por nuestra parte estamos listos para matarlo antes de que llegue.
mandando a sus acusadores que vinieran a ti. Si tú mismo lo interrogas sobre todo lo que he dicho, podrás confirmar las cosas de que lo acusamos.
y que deberían haberse presentado {aquí} ante ti y acusar{me} si tuvieran algo contra mí.
O si no, que éstos mismos digan qué delito encontraron cuando comparecí ante el concilio,
Por tanto, dijo*, que los más influyentes de vosotros vayan allá conmigo, y si hay algo malo en el hombre, que lo acusen.
Si soy, pues, un malhechor y he hecho algo digno de muerte, no rehúso morir; pero si ninguna de esas cosas de que éstos me acusan es {verdad,} nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César.
Pero estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, le pregunté si estaba dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado de estas cosas allá.
puesto que ellos han sabido de mí desde hace mucho tiempo, si están dispuestos a testificar, que viví {como} fariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión.
Y Agripa dijo a Festo: Podría ser puesto en libertad este hombre, si no hubiera apelado al César.
Y como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, por si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno {allí.}
Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podréis salvaros.
Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero podían distinguir una bahía que tenía playa, y decidieron lanzar la nave hacia ella, si les era posible.
Y los habitantes, al ver el animal colgando de su mano, decían entre sí: Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, Justicia no le ha concedido vivir.
Y al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una {última} palabra: Bien habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio de Isaías el profeta,
Sabed, por tanto, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles. Ellos sí oirán.
Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.