'Siervo' en la Biblia
Ha matado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado á todos los hijos del rey, y á Abiathar sacerdote, y á Joab general del ejército; mas á Salomón tu siervo no ha convidado.
Mas ni á mí tu siervo, ni á Sadoc sacerdote, ni á Benaía hijo de Joiada, ni á Salomón tu siervo, ha convidado.
¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado á tu siervo quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?
Y fué hecho saber á Salomón, diciendo: He aquí que Adonía tiene miedo del rey Salomón: pues ha cogido los cornijales del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará á cuchillo á su siervo.
Y Semei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Semei en Jerusalem muchos días.
Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia á tu siervo David mi padre, según que él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo: y tú le has guardado esta tu grande misericordia, que le diste hijo que se sentase e
Ahora pues, Jehová Dios mío, tú has puesto á mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre: y yo soy mozo pequeño, que no sé cómo entrar ni salir.
Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.
Da pues á tu siervo corazón dócil para juzgar á tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo: porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?
Que has guardado á tu siervo David mi padre lo que le dijiste: dijístelo con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como aparece este día.
Ahora pues, Jehová Dios de Israel, cumple á tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No faltará varón de ti delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, que anden delante de mí como tú has de
Ahora pues, oh Dios de Israel, verifíquese tu palabra que dijiste á tu siervo David mi padre.
Con todo, tú atenderás á la oración de tu siervo, y á su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo propicio el clamor y oración que tu siervo hace hoy delante de ti:
Que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo hará en este lugar.
Oye pues la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oraren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu habitación, desde los cielos: que oigas y perdones.
Que tus ojos estén abiertos á la oración de tu siervo, y á la plegaria de tu pueblo Israel, para oirlos en todo aquello por lo que te invocaren:
Pues que tú los apartaste para ti por tu heredad de todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por mano de Moisés tu siervo, cuando sacaste á nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.
Bendito sea Jehová, que ha dado reposo á su pueblo Israel, conforme á todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.
Y que estas mis palabras con que he orado delante de Jehová estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que él proteja la causa de su siervo, y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo;
Y el octavo día despidió al pueblo: y ellos bendiciendo al rey, se fueron á sus estancias alegres y gozosos de corazón por todos los beneficios que Jehová había hecho á David su siervo, y á su pueblo Israel.
Y dijo Jehová á Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé el reino de ti, y lo entregaré á tu siervo.
Sin embargo no romperé todo el reino, sino que daré una tribu á tu hijo, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalem que yo he elegido.
Asimismo Jeroboam hijo de Nabat, Ephrateo de Sereda, siervo de Salomón, (su madre se llamaba Serva, mujer viuda) alzó su mano contra el rey.
(Y él tendrá una tribu, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalem, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel:)
Empero no quitaré nada de su reino de sus manos, sino que lo retendré por caudillo todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual yo elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos:
Y á su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalem, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.
Y será que, si prestares oído á todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, é hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo seré contigo, y te edificaré casa firme, como l
Y ellos le hablaron, diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo, y lo sirvieres, y respondiéndole buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.
Y rompí el reino de la casa de David, y te lo entregué á ti; y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo solamente lo derecho delante de mis ojos;
Y enterráronlo, y endechólo todo Israel, conforme á la palabra de Jehová, que él había hablado por mano de su siervo Ahías profeta.
Y como él vino al reino, hirió toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerlo, conforme á la palabra de Jehová que él habló por su siervo Ahías Silonita;
E hizo conjuración contra él su siervo Zimri, comandante de la mitad de los carros. Y estando él en Thirsa, bebiendo y embriagado en casa de Arsa su mayordomo en Thirsa,
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que tú entregues tu siervo en mano de Achâb para que me mate?
Y acontecerá que, luego que yo me haya partido de ti, el espíritu de Jehová te llevará donde yo no sepa; y viniendo yo, y dando las nuevas á Achâb, y no hallándote él, me matará; y tu siervo teme á Jehová desde su mocedad.
Y como llegó la hora de ofrecerse el holocausto, llegóse el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
Entonces él respondió á los embajadores de Ben-adad: Decid al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste á tu siervo al principio; mas esto no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y diéronle la respuesta.
Ciñeron pues sus lomos de sacos, y sogas á sus cabezas, y vinieron al rey de Israel, y dijéronle: Tu siervo Ben-adad dice: Ruégote que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.
Y como el rey pasaba, él dió voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa: y he aquí apartándose uno, trájome un hombre, diciendo: Guarda á este hombre, y si llegare á faltar, tu vida será por la suya, ó pagarás un talento de plata.
Y como tu siervo estaba ocupado á una parte y á otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Esa será tu sentencia: tú la has pronunciado.
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