'Tiene' en la Biblia
Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.
Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, le será dado; y a todo el que no tiene, aun lo que parece tener le será quitado.
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
Mas os enseñaré a quién debéis temer: Temed a Aquél que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno: Sí, os digo: A Éste temed.
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y cuenta el costo, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No es útil ni para la tierra, ni para el muladar; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.
¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene diez minas.
Y ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.
Pues yo os digo que a todo el que tiene le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Mostradme una moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.
Entonces les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja, y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.
Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que concierne a mí, cumplimiento tiene.
Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpadme y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.