'Todo' en la Biblia
Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo.
Todo aquél que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre.
Si saben que El es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de El.
Y todo el que tiene esta esperanza {puesta} en El, se purifica, así como El es puro.
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
Todo el que permanece en El, no peca. Todo el que peca, ni Lo ha visto ni Lo ha conocido.
En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquél que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquél que no ama a su hermano.
Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él.
Y todo lo que pidamos {lo} recibimos de El, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El.
Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.
En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.
Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y éste es el {espíritu} del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
Todo aquél que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Todo aquél que cree que Jesús es el Cristo (el Mesías), es nacido de Dios. Todo aquél que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquél que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca.