'Tomar' en la Biblia
y a cualquiera que te demande ante la ley y tome tu túnica, déjale tomar también la capa;
Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le rehúses.
Mas Él respondió, y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
El que esté en la azotea, no descienda a tomar algo de su casa;
y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su ropa.
Y los discípulos se habían olvidado de tomar pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca.
E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban asombrados, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
y el que esté sobre el terrado, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa;
Y el que estuviere en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.
y el que te convidó a ti y a él, venga y te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a tomar el último lugar.
Dijo, pues: Un hombre noble partió a una provincia lejos, para tomar para sí un reino, y volver.
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.
Y nosotros, adelantándonos a tomar la nave, navegamos a Asón, para recoger allí a Pablo; pues él así lo había determinado, queriendo él ir por tierra.
Pues al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro está embriagado.
Y ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos aunque también éstos hayan salido de los lomos de Abraham.
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;