'Triste' en la Biblia
Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación: y José hizo duelo a su padre por siete días.
Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y la mujer siguió su camino, y comió, y no estuvo más triste.
Y el rey de Israel se fue a su casa, triste y enojado, y llegó a Samaria.
Y vino Acab a su casa, triste y enojado por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan.
Y vino a él su esposa Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan triste tu espíritu, y no comes pan?
Y sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino, y lo di al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia,
me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.
Y dije al rey: Viva el rey para siempre. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?
Las cosas que mi alma no quería tocar, son ahora mi triste alimento.
Si digo: Olvidaré mi queja, dejaré mi triste semblante y me esforzaré;
El corazón alegre es buena medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.
Mas yo pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel.
Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dice el Dios tuyo.
y llegándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste. Y el rey habló a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?
Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
Entonces él, al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico.