86 casos

'Son' en la Biblia

Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas.

Pon, oh Jehová, temor en ellos: Conozcan las gentes que son no más que hombres. (Selah.)

Sus caminos son viciosos en todo tiempo: Tus juicios los tiene muy lejos de su vista: Echa bocanadas en orden á todos sus enemigos.

Cercando andan los malos, Mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.

Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

Acuérdate, oh Jehová, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, Que son perpetuas.

Salmo de David: Masquil. BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.

Los príncipes de los pueblos se juntaron Al pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.

Ablandan más que manteca su boca, Pero guerra hay en su corazón: Suavizan sus palabras más que el aceite, Mas ellas son cuchillos.

Apúranme mis enemigos cada día; Porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.

Mi vida está entre leones; Estoy echado entre hijos de hombres encendidos: Sus dientes son lanzas y saetas, Y su lengua cuchillo agudo.

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos á todos igualmente en la balanza, Serán menos que la vanidad.

Los carros de Dios son veinte mil, y más millares de ángeles. El Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.

Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas.

También el Assur se ha juntado con ellos: Son por brazo á los hijos de Lot. (Selah.)

Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo para los hijos de Coré. ­CUAN amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

Libre entre los muertos, Como los matados que yacen en el sepulcro, Que no te acuerdas más de ellos, Y que son cortados de tu mano.

Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:

Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene á tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos: Mas Jehová hizo los cielos.

Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días: Por generación de generaciones son tus años.

El es Jehová nuestro Dios; En toda la tierra son sus juicios.

Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres.

Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios.

¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.

Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.

Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.

PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma.

Muchas son tus misericordias, oh Jehová: Vivifícame conforme á tus juicios.

Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; Mas de tus testimonios no me he apartado.

Haz bien, oh Jehová, á los buenos, Y á los que son rectos en sus corazones.

Los ídolos de las gentes son plata y oro, Obra de manos de hombres.

Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves.

Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura.

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

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