39 Versículo de la Biblia sobre las luchas de la vida
Versículos Más Relevantes
¿Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?
sufriendo el mismo conflicto que visteis en mí, y que ahora oís {que está} en mí.
y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza;
Porque todavía, en vuestra lucha contra el pecado, no habéis resistido hasta el punto de derramar sangre;
¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo.
Y con este fin también trabajo, esforzándome según su poder que obra poderosamente en mí.
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que {el Señor} ha prometido a los que le aman.
El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones,
sosteniendo firmemente la palabra de vida, a fin de que yo tenga motivo para gloriarme en el día de Cristo, ya que no habré corrido en vano ni habré trabajado en vano.
Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de {mayor} vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es {sólo} trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.
Pero si te casas, no has pecado; y si una doncella se casa, no ha pecado. Sin embargo, ellos tendrán problemas en esta vida, y yo os {los} quiero evitar.
el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas,
Pero recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos;
Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes.
No sufren penalidades {como} los mortales, ni son azotados como los {demás} hombres.
pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
pues de ambos {lados} me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues {eso} es mucho mejor;
Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de tu vida fugaz que El te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad, porque esta es tu parte en la vida y en el trabajo con que te afanas bajo el sol.
Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero {hacer,} sino que lo que aborrezco, eso hago.
Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el {del} Espíritu {es} contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las {huestes} espirituales de maldad en las {regiones} celestiales.
Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y {de la que} hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no.
Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: ``No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida.
Y los hijos luchaban dentro de ella; y ella dijo: Si esto es así, ¿para qué {vivo} yo? Y fue a consultar al SEÑOR.
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Pues {esta} aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación,
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores.
Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El,
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
Artículos Relacionados
- La guerra espiritual, como conflicto
- Los discípulos de Cristo sufrirán
- Compartir en Cristo
- Disfrutar la vida
- El carácter
- El conflicto
- El suceso del trabajo arduo
- El sufrimiento
- El trabajo duro y la perseverancia
- Hacer lo correcto
- Intentarlo
- La adversidad