30 Versículo de la Biblia sobre Los ministros, debe ser
Versículos Más Relevantes
Apartaos, apartaos, salid de allí, nada inmundo toquéis; salid de en medio de ella, purificaos, vosotros que lleváis las vasijas del SEÑOR.
{sino} guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.
``Serán santos a su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, porque presentarán las ofrendas encendidas al SEÑOR, el alimento de su Dios; por tanto, serán santos.
sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo,
sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos;
sino que en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios, en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias,
Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido,
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,
Porque el obispo debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas,
Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí; envíame a mí.
pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como {quiere} Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo;
He aquí, esta es la tercera vez que estoy preparado para ir a vosotros, y no os seré una carga, pues no busco lo que es vuestro, sino a vosotros; porque los hijos no tienen la responsabilidad de atesorar para {sus} padres, sino los padres para {sus} hijos.
ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.
Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de {sus} ángeles escogidos, que conserves estos {principios} sin prejuicios, no haciendo nada con {espíritu de} parcialidad.
Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos.
Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino {que} con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte. Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que {hay} en Cristo Jesús.
sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado.
Entretanto que llego, ocúpate en la lectura {de las Escrituras,} la exhortación y la enseñanza.
Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio.
Por esta causa, {pues,} doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros,
Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad
Es justo que yo sienta esto acerca de todos vosotros, porque os llevo en el corazón, pues tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia.
Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados.
Hermanos, sed imitadores míos, y observad a los que andan según el ejemplo que tenéis en nosotros.
no porque no tengamos derecho {a ello}, sino para ofrecernos como modelo a vosotros a fin de que sigáis nuestro ejemplo.
No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe {y} pureza.
tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño.
Artículos Relacionados
- Ejemplo de creyentes
- El Ministerio, en la Iglesia
- La fe, como un cuerpo de creencias
- La santidad de los ministros
- Los discípulos de Cristo sufrirán
- Los ministros no deberían ser