47 Versículo de la Biblia sobre Vacío
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Porque así dijo Jehová, que crió los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la crió en vano, para que fuese habitada la crió: Yo Jehová, y ninguno más que yo.
Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.
Yo me fuí llena, mas vacía me ha vuelto Jehová. ¿Por qué me llamaréis Noemi, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente.
Por eso Job abrió su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.
Oído hemos la soberbia de Moab, por extremo soberbio; su soberbia y su arrogancia, y su altivez; mas sus mentiras no serán firmes.
Digo, alegas tú, (empero palabras vanas) que tengo consejo y fortaleza para la guerra. Ahora bien, ¿en quién confías que te rebelas contra mí?
Dices, (por cierto palabras de labios): Consejo tengo y esfuerzo para la guerra. Mas ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí?
No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad: confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben trabajo, y paren iniquidad.
Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
Porque hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias de la carne en disoluciones á los que verdaderamente habían huído de los que conversan en error;
¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo no en hartura? Oidme atentamente, y comed del bien, y deleitaráse vuestra alma con grosura.
Cántico gradual: para Salomón. SI Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda. Por demás os es el madrugar á levantaros, el veniros tarde á reposar, El comer pan de dolores: Pues que á su amado dará Dios el sueño.
Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pensad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda á jornal recibe su jornal en trapo horadado.
Que la alegría de los impíos es breve, Y el gozo del hipócrita por un momento?
Hombre necesitado será el que ama el deleite: Y el que ama el vino y ungüentos no enriquecerá.
Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición y muerte. Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; Y diré á mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate. Y díjole Dios: Necio, esta noche vuelven á pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?
Tales son los caminos de todos los que olvidan á Dios: Y la esperanza del impío perecerá: Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es casa de araña. Apoyaráse él sobre su casa, mas no permanecerá en pie; Atendráse á ella, mas no se afirmará.
No confíe el iluso en la vanidad; Porque ella será su recompensa.
Pues se ve que mueren los sabios, Así como el insensato y el necio perecen, Y dejan á otros sus riquezas.
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira: Mas la justicia librará de muerte.
Porque nada hemos traído á este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
Cuando clamares, líbrente tus allegados; empero á todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá el monte de mi santidad.
Andad, y clamad á los dioses que os habéis elegido, que os libren en el tiempo de vuestra aflicción.
Y torna su sobrante en un dios, en su escultura; humíllase delante de ella, adórala, y ruégale diciendo: Líbrame, que mi dios eres tú. No supieron ni entendieron: porque encostrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender.
Reuníos, y venid; allegaos, todos los escapados de las gentes: no saben aquellos que erigen el madero de su escultura, y los que ruegan al dios que no salva.
Echanselo sobre los hombros, llévanlo, y asiéntanlo en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Danle voces, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalem, y clamarán á los dioses á quienes queman ellos inciensos, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal.
Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes á vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y la mar, y todo lo que está en ellos:
Por eso yo también te enflaqueceré hiriéndote, asolándote por tus pecados. Tú comerás, y no te hartarás; y tu abatimiento será en medio de ti: tú cogerás, mas no salvarás; y lo que salvares, lo entregaré yo á la espada.
Empero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, Y si abominareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis derechos, no ejecutando todos mis mandamientos, é invalidando mi pacto; Yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma: y sembraréis en balde vuestra simiente, porque vuestros enemigos la comerán:
Con todo esto pecaron aún, Y no dieron crédito á sus maravillas. Consumió por tanto en nada sus días, Y sus años en la tribulación.
Y comerán, mas no se hartarán; fornicarán, mas no se aumentarán: porque dejaron de atender á Jehová.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella, mi voluntad, y seré honrado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre á su propia casa.
Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro ó plata;
Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto: Ensancha tu boca, y henchirla he.
El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Hasta que todos lleguemos á la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, á un varón perfecto, á la medida de la edad de la plenitud de Cristo:
Y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad:
Sin embargo, se anonadó á sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante á los hombres;
Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.