31 Versículo de la Biblia sobre el compañerismo

por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;

para que la comunicación de tu fe sea eficaz en el reconocimiento de todo el bien que está en vosotros en Cristo Jesús.

Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en mi corazón; y en mis prisiones, como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois partícipes de mi gracia.

Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros,

Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo.

No seáis, pues, partícipes con ellos.

Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia comunicó conmigo en el asunto de dar y recibir, sino vosotros solos,

Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

Y te ruego también a ti, fiel compañero, ayuda a aquellas mujeres que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los otros de mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.

Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

y asimismo a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora pescarás hombres.

¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

Yo Juan, que también soy vuestro hermano y compañero en la tribulación y en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo.

Si alguno preguntare acerca de Tito, él es mi compañero y colaborador para con vosotros; o acerca de nuestros hermanos; ellos son mensajeros de las iglesias, y la gloria de Cristo.

que los gentiles sean coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,

Porque pienso que Dios nos ha puesto a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres.

El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la maldición, y no lo denuncia.

E hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Mas quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio;

antes bien regocijaos en que sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis con gran alegría.

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

Y si alguna persona pecare, que hubiere oído la voz del que juró, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su pecado.

Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.

E hizo con él compañía para construir navíos que fuesen a Tarsis; y construyeron los navíos en Ezión-geber.

Mas vosotros conocéis su probidad, que como hijo a padre, ha servido conmigo en el evangelio.

y cuando Jacobo, Cefas, y Juan, que parecían ser columnas, percibieron la gracia que me fue dada, nos dieron a mí y a Bernabé las diestras de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.

Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozías rey de Israel, el cual fue dado a la impiedad:

Y Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.

Y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaba; pues el oficio de ellos era hacer tiendas.