29 Versículo de la Biblia sobre la eficiencia

no que seamos suficientes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios;

Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra;

y cuál sea aquella supereminente grandeza de su potencia en nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza,

que el Dios del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, el Padre de gloria, os dé Espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de El;

Pero de aquellos que parecían ser algo (cuales hayan sido en algún tiempo, no tengo que ver; Dios no acepta apariencia de hombre), a mí ciertamente los que parecían ser algo, nada me dieron.

del cual, todo el cuerpo compuesto y bien ligado entre sí por el alimento que cada vínculo suministre, que recibe según la operación de cada miembro conforme a su medida, toma aumento de cuerpo edificándose en caridad.

en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en mí poderosamente.

Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.

a aquel inicuo, el cual vendrá por operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,

Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del Reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas;

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor, Jesús el Cristo, que según su grande misericordia nos ha engendrado de nuevo en esperanza viva, por la resurrección de Jesús el Cristo, de los muertos:

del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado, según la operación de su potencia.

vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo.

En el cual también sois circuncidados de circuncisión no hecha con manos, con el despojam

el cual en las otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas en Espíritu:

Digo pues por la gracia que me es dada, a todos los que están entre vosotros, que no sepan más de lo que conviene saber; mas que sepan con templanza, cada uno conforme a la medida de fe que Dios repartió.

De aquí en adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

Y los judíos respondieron, y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras de que haces esto?

sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos.

Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado, son Espíritu y son vida.

Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?

Todo lo puedo en el Cristo que me fortalece.

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Y tenía en su diestra siete estrellas; y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.

Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y José pondrá su mano sobre tus ojos.

Entonces nacerá tu luz, como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del SEÑOR te recogerá.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos son dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud,