55 Versículo de la Biblia sobre la libertad

Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay aquel Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión a la carne, sino servíos por la caridad los unos a los otros.

como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.

y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia.

Porque nosotros por el Espíritu aguardamos la esperanza de la justicia por la fe.

Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles.

Estad, pues, firmes en la libertad en que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a estar presos en el yugo de servidumbre.

prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció.

Mas el que hubiere mirado atentamente en la Ley de perfecta libertad, y hubiere perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho.

con esperanza que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

en el cual tenemos seguridad y entrada con confianza por la fe de él.

Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.

y conoceréis la Verdad, y la Verdad os libertará.

Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

el cual se dio a sí mismo en redención por todos: el testimonio del cual fue confirmado en su tiempo;

Para que el pecado no se enseñoree de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.

¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; mas también si puedes hacerte libre, procúralo más.

¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.

Y eso a pesar de los falsos hermanos, que entraban secretamente para espiar nuestra libertad que tenemos en el Cristo Jesús, para ponernos en servidumbre;

en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados.

El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados;

Esta persuasión no es de aquel que os llama.

Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en Cristo, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?

Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre de balde.

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de la potestad de ninguna.

Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura.

El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.

en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,

Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.

Palabra que vino a Jeremías del SEÑOR, después que el rey Sedequías hizo concierto con todo el pueblo en Jerusalén, para promulgarles libertad;

Porque la ley teniendo una sombra de los bienes venideros, no la representación misma de las cosas, nunca puede hacer perfectos a los que se allegan por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año.

Desatad, cielos, de arriba, y las nubes derramarán la justicia; ábrase la tierra, y fructifíquense la salud y la justicia; háganse producir juntamente. Yo, el SEÑOR, lo he creado.

Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar (otra vez) en temor; mas habéis recibido el Espíritu de adopción (de hijos), por el cual clamamos, ¡Abba, Padre!

para que la bendición de Abraham en los gentiles fuera en el Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.

Porque los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar el SEÑOR y fructificaremos en la tierra.

Y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre.

Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; éste os será jubileo; y volveréis cada uno a su posesión, y cada cual volverá a su familia.

Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es del Cristo.

Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna.