31 Versículos de la Biblia sobre La libertad, abuso de Christian

Versículos Más Relevantes

Isaías 50:8-9

Cercano está de mí el que me justifica, ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí. He aquí que el Señor DIOS me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos como ropa de vestir se envejecerán; los comerá polilla.

Romanos 8:33-39

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que los justifica. ¿Quién es el que los condenará? Cristo, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros. ¿Quién nos apartará de la caridad de Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?Leer más.
(Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos estimados como ovejas de matadero.) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por aquel que nos amó. Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en Cristo, Jesús, Señor nuestro.

Juan 8:34-36

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado. Y el siervo no permanece en casa para siempre; mas el hijo permanece para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Romanos 6:16-18

¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual sois entregados; y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia.

Romanos 7:14-25

Porque ya sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido a sujeción del pecado. Porque lo que cometo, no lo entiendo; y ni el (bien) que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.Leer más.
De manera que ya yo no obro aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí (es a saber, en mi carne) no mora el bien, porque tengo el querer, mas efectuar el bien no lo alcanzo. Porque no hago el bien que quiero; pero el mal que no quiero, éste hago. Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal me es propio. Porque con el hombre interior, me deleito con la ley de Dios; mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de esta muerte? La gracia de Dios, por Jesús, el Cristo, Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.

1 Corintios 7:22-23

Porque el que en el Señor es llamado siendo siervo, liberto es del Señor; asimismo también el que es llamado siendo libre, siervo es del Cristo. Por precio sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres.

Hebreos 12:1-2

Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en el Autor y Consumador de la fe, Jesús, el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió el madero, menospreciando la vergüenza, y fue sentado a la diestra del trono de Dios.

1 Juan 5:16-18

Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, pedirá a Dios, y él le dará vida; digo a los que pecan no de muerte: Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegues. Toda maldad es pecado; mas hay pecado que no es de muerte. Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; pues el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.

Romanos 6:1-2

¿Pues qué diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia crezca? En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Romanos 3:5-8

Y si nuestra iniquidad engrandece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será por esto injusto Dios que da castigo? (hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si la verdad de Dios creció para su gloria por mi mentira, ¿por qué aún así yo soy juzgado como pecador?Leer más.
¿Y por qué no decir (como somos infamados, y como algunos dicen que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? La condenación de los cuales es justa.

Gálatas 2:17-21

Y si buscando nosotros ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso el Cristo ministro de nuestro pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, rebelde me hago. Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios.Leer más.
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; porque si por la ley fuera la justicia, entonces por demás murió Cristo.

1 Corintios 8:9-12

Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles. Porque si te ve alguno, a ti que tienes esta ciencia, sentado a la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es débil, no será llevada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió.Leer más.
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis.

Romanos 15:1-3

Así que, los que somos más firmes, debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en bien, para edificación. Porque el Cristo no se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí.

Romanos 14:1-18

Al enfermo en la fe sobrellevad, pero no hasta discernimientos dudosos. Porque alguno cree que se ha de comer de todas las cosas; otro enfermo, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.Leer más.
¿Tú quién eres que juzgas al siervo ajeno? Por su señor está en pie, o cae; y si cae se afirmará; que poderoso es el Señor para afirmarle. También alguno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su alma. El que hace caso del día, hágalo para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, come para el Señor, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, o que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió, y resucitó, (y volvió a vivir,) para enseñorearse así de los muertos como de los que viven. Mas tú ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos estaremos delante del tribunal del Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que, cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí. Así que, no juzguemos más los unos a los otros; antes bien juzgad de que no pongáis tropiezo o escándalo al hermano. Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que por amor a él nada hay inmundo; mas a aquel que piensa de alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme a la caridad. No eches a perder con tu comida a aquel por el cual Cristo murió. Así que no sea blasfemado vuestro bien; que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve al Cristo, agrada a Dios, y es acepto a los hombres.

2 Corintios 10:6

Y estando prestos para castigar a toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida.

Lucas 6:32-34

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestaréis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.

1 Corintios 8:1-13

En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos ciencia. La ciencia envanece, mas la caridad edifica. Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada como le conviene saber. Mas el que ama a Dios, el tal es enseñado de Dios.Leer más.
Acerca, pues, de las viandas que son sacrificadas a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un solo Dios. Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, o en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él. Mas no en todos hay esta ciencia, porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, las comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo flaca, es contaminada. La vianda no nos hace más aceptos a Dios; ni porque comamos, seremos más ricos; ni porque no comamos, seremos más pobres. Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles. Porque si te ve alguno, a ti que tienes esta ciencia, sentado a la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es débil, no será llevada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, ni haré cosa con la que caiga mi hermano.

Apocalipsis 2:14

Pero tengo unas pocas cosas contra ti: porque tú tienes ahí los que tienen la doctrina de Balaam, el cual enseñaba a Balac a poner escándalo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.

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