'Con' en la Biblia
Entonces Judá dijo a su hermano Simeón: ``Sube conmigo al territorio que me ha tocado, para que peleemos contra los Cananeos. Yo también iré contigo al territorio que te ha tocado." Y Simeón fue con él.
Y Adoni Bezec dijo: ``Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían {migajas} debajo de mi mesa. Como yo he hecho, así me ha pagado Dios." Lo llevaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), y allí murió.
Los descendientes del Quenita, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá, al desierto de Judá que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Entonces Judá fue con Simeón su hermano, y derrotaron a los Cananeos que vivían en Sefat, y la destruyeron por completo. Por eso pusieron por nombre a la ciudad, Horma (Destrucción).
Y Judá tomó a Gaza con su territorio, a Ascalón con su territorio y a Ecrón con su territorio.
El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa. Pero Judá no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro.
Pero los hijos de Benjamín no expulsaron a los Jebuseos que vivían en Jerusalén. Así que los Jebuseos han vivido con los Benjamitas en Jerusalén hasta el día de hoy.
De igual manera la casa de José subió contra Betel (Casa de Dios); y el SEÑOR estaba con ellos.
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: ``Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia."
El ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo {a los Israelitas}: ``Yo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje a la tierra que había prometido a sus padres y les dije: `Jamás quebrantaré Mi pacto con ustedes,
y en cuanto a ustedes, no harán pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribarán.' Pero no Me han obedecido. ¿Qué es esto que han hecho?
Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Estas son las naciones que el SEÑOR dejó para probar con ellas a Israel, ({es decir,} a los que no habían experimentado ninguna de las guerras de Canaán,
Pero los Israelitas clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, el Benjamita, el cual era zurdo. Y los Israelitas enviaron tributo con él a Eglón, rey de Moab.
Cuando llegó, tocó la trompeta en la región montañosa de Efraín; y los Israelitas descendieron con él de la región montañosa, {estando} él al frente de ellos.
Después de Aod vino Samgar, hijo de Anat, el cual hirió a 600 Filisteos con una aguijada de bueyes. Y él también salvó a Israel.
~`Y yo atraeré hacia ti a Sísara, comandante del ejército de Jabín, con sus carros y sus muchas tropas hacia el torrente Cisón, y lo entregaré en tus manos.'"
``Ciertamente iré contigo," le dijo Débora. ``Sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el SEÑOR venderá a Sísara en manos de una mujer." Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.
Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subieron con él 10,000 hombres. Débora también subió con él.
Y juntó Sísara todos sus carros, 900 carros de hierro, y a toda la gente que {estaba} con él, desde Haroset Goyim hasta el torrente Cisón.
El SEÑOR derrotó a Sísara, con todos {sus} carros y todo {su} ejército, a filo de espada delante de Barac. Y Sísara bajó de {su} carro, y huyó a pie.
Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: ``Venga, señor mío, venga a mí; no tema." Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta.
Y cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: ``Ven, y te mostraré al hombre que buscas." Y él entró con ella, y vio que Sísara estaba tendido, muerto con la estaca en la sien.
Mi corazón está con los jefes de Israel, Los voluntarios entre el pueblo. ¡Bendigan al SEÑOR!
Al sonido de los que dividen las {manadas} entre los abrevaderos, Allí repetirán los actos de justicia del SEÑOR, Los actos de justicia para con Sus campesinos en Israel. Entonces el pueblo del SEÑOR descendió a las puertas.
De Efraín {descendieron} los arraigados en Amalec, En pos de ti, Benjamín, con tus pueblos. De Maquir descendieron jefes, Y de Zabulón los que manejan vara de mando.
Los príncipes de Isacar {estaban} con Débora; Como {estaba} Isacar, así {estaba} Barac. Al valle se apresuraron pisándole los talones. Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes resoluciones de corazón.
El torrente Cisón los barrió, El antiguo torrente, el torrente Cisón. Marcha, alma mía con poder.
Porque sucedía que cuando {los hijos de} Israel sembraban, los Madianitas venían con los Amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos.
Porque subían con su ganado y sus tiendas, y entraban como langostas en multitud. Tanto ellos como sus camellos eran innumerables, y entraban en la tierra para devastarla.
Entonces Gedeón le respondió: ``Ah señor mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas Sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: ` ¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?' Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los Madianitas."
Y el SEÑOR lo miró, y le dijo: ``Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los Madianitas. ¿No te he enviado Yo?"
Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura con un efa de harina (22 litros). Puso la carne en una cesta y el caldo en un caldero, y {los} llevó y {se los} presentó al ángel debajo de la encina.
"Edifica después, en debida forma, un altar al SEÑOR tu Dios sobre la cumbre de este peñasco. Toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado."
Y Gedeón dijo a Dios: ``No se encienda Tu ira contra mí si hablo otra vez. Te ruego que me permitas hacer otra vez una prueba con el vellón. Que ahora quede seco el vellón y haya rocío en toda la tierra."
Jerobaal, es decir Gedeón, se levanto temprano y todo el pueblo que {estaba} con él, y acamparon junto a la fuente de Harod. El campamento de Madián estaba al norte de ellos, {cerca} de la colina de More, en el valle.
E hizo bajar el pueblo al agua. Y el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Pondrás a un lado a todo aquél que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber."
El SEÑOR dijo entonces a Gedeón: ``Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los Madianitas en tus manos. Que todos los {demás} del pueblo se vayan, cada uno a su casa."
"Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura,
y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento." Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército que {estaban} en el campamento.
Y dividió los 300 hombres en tres compañías, y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros.
Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Pero él les dijo: `` ¿Qué he hecho yo ahora en comparación con ustedes? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer?
"Dios ha entregado en manos de ustedes a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?" Entonces se aplacó la ira de ellos contra él cuando dijo esto.
Gedeón y los 300 hombres que {iban} con él llegaron al Jordán {y} lo cruzaron, cansados, pero continuando la persecución.
Gedeón respondió: ``Muy bien, cuando el SEÑOR haya entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, trillaré las carnes de ustedes con espinos y cardos del desierto."
Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada.
Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y cardos, y con ellos castigó a los hombres de Sucot.
``{Eran} mis hermanos," dijo él, ``hijos de mi madre. Vive el SEÑOR, que si los hubieran dejado con vida, yo no les quitaría la vida a ustedes."
Gedeón hizo de ello un efod, y lo colocó en Ofra, su ciudad, con el cual todo Israel se prostituyó allí, y esto vino a ser ruina para Gedeón y su casa.
Al morir Gedeón, los Israelitas volvieron a prostituirse con los baales e hicieron a Baal Berit su dios.
Le dieron setenta {piezas} de plata de la casa de Baal Berit, con las cuales Abimelec tomó a sueldo hombres indignos y temerarios que lo siguieron.
"Pero el olivo les respondió: ` ¿He de dejar mi aceite con el cual se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?'
``Ahora pues, si ustedes han procedido con verdad e integridad al hacer rey a Abimelec, y si han procedido bien con Jerobaal y su casa, y si han procedido con él como él merecía
si han, pues, procedido hoy en verdad e integridad {para} con Jerobaal y su casa, regocíjense en Abimelec, y que él también se regocije en ustedes.
Pero Dios envió un espíritu de discordia entre Abimelec y los habitantes de Siquem; y los habitantes de Siquem procedieron pérfidamente con Abimelec,
Gaal, hijo de Ebed, vino con sus parientes, y pasaron a Siquem; y los habitantes de Siquem pusieron su confianza en él.
"Y en la mañana, en cuanto salga el sol, te levantarás temprano y atacarás la ciudad. Entonces, cuando Gaal y el pueblo que está con él salga contra ti, harás con ellos lo que te venga a mano."
Abimelec y todo el pueblo que {estaba} con él, se levantaron de noche y pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías.
Gaal, hijo de Ebed, salió y se paró a la entrada de la puerta de la ciudad. Y Abimelec y el pueblo que {estaba} con él salieron de la emboscada.
Entonces Zebul le dijo: `` ¿Dónde está ahora tu jactancia con la cual decías: ` ¿Quién es Abimelec para que le sirvamos?' ¿No es éste el pueblo que despreciabas? Ahora pues, sal y pelea contra él."
Entonces Abimelec y la compañía que {estaba} con él se lanzaron con ímpetu y se situaron a la entrada de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías se lanzaron contra todos los que {estaban} en el campo y los mataron.
Abimelec subió entonces al Monte Salmón, él y toda la gente que {estaba} con él; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y {la} puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que {estaba} con él: ``Lo que me han visto hacer, apresúrense {y} hagan lo mismo."
Los Israelitas respondieron al SEÑOR: ``Hemos pecado, haz con nosotros como bien te parezca. Sólo te rogamos que nos libres en este día."
Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob. Y hombres indignos se juntaron con Jefté y salían con él.
Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: ``Por esta causa hemos vuelto a ti: para que vengas con nosotros y pelees contra los Amonitas y seas jefe sobre todos los habitantes de Galaad."
Entonces Jefté fue con los ancianos de Galaad, y el pueblo lo hizo cabeza y jefe sobre ellos. Y Jefté habló todas sus palabras delante del SEÑOR en Mizpa.
~`Ahora pues, ¿es usted mejor que Balac, hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Acaso luchó él con Israel, o acaso peleó contra ellos?
Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades, hasta Abel Keramim. Y los Amonitas fueron sometidos delante de los Israelitas.
Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Ella era su única hija. Fuera de ella no tenía hijo ni hija.
Y él dijo: ``Ve," y la dejó ir por dos meses; y ella se fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.
Al cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que cumplió con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre. Y se hizo costumbre en Israel,
Y Jefté les respondió: ``Yo y mi pueblo estábamos en gran lucha con los Amonitas, y cuando los llamé a ustedes, no me libraron de sus manos.
Entonces Manoa imploró al SEÑOR, y dijo: ``Te ruego Señor, que el hombre de Dios que Tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer."
Dios escuchó la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer cuando estaba sentada en el campo; pero Manoa su marido no estaba con ella.
Entonces Manoa tomó el cabrito con la ofrenda de cereal y los ofreció sobre una piedra al SEÑOR, y {el ángel} hizo maravillas mientras que Manoa y su mujer observaban.
Entonces Sansón descendió a Timnat con su padre y con su madre, y llegó hasta los viñedos de Timnat. Y allí un león joven {venía} rugiendo hacia él.
Pero el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Y cuando lo vieron, trajeron a treinta compañeros para que estuvieran con él.
Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron: `` ¿Qué es más dulce que la miel? ¿Y qué es más fuerte que un león?" Y Sansón les contestó: ``Si no hubieran arado con mi novilla, No habrían descubierto mi adivinanza."
Entonces el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y descendió a Ascalón y mató a treinta de ellos y tomando sus despojos, dio las mudas {de ropa} a los que habían declarado la adivinanza. Y ardiendo en ira, subió a la casa de su padre.
Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, sucedió que Sansón fue a visitar a su mujer con un cabrito, y dijo: ``Llegaré a mi mujer en {su} recámara." Pero el padre de ella no lo dejó entrar.
Y Sansón fue y capturó 300 zorras, tomó antorchas, juntó {las zorras} cola con cola y puso una antorcha en medio de cada dos colas.
Sin piedad los hirió con gran mortandad. Y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam.
Ellos le respondieron: ``No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos. Ciertamente no te mataremos." Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña.
Al llegar él a Lehi, los Filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos.
Y halló una quijada de asno fresca {aún,} y extendiendo su mano, la tomó y mató a 1,000 hombres con ella.
Entonces Sansón dijo: ``Con la quijada de un asno, Montones sobre montones, Con la quijada de un asno He matado a 1,000 hombres."
Pero Sansón permaneció acostado hasta la medianoche, y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con los dos postes, las arrancó junto con las trancas. Entonces se las echó sobre los hombros y las llevó hasta la cumbre del monte que está frente a Hebrón.
Sansón le respondió: ``Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Los príncipes de los Filisteos le llevaron siete cuerdas frescas que no se habían secado, y {Dalila} lo ató con ellas.
``Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado," le respondió él, ``me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pues los {hombres} estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
Dalila entonces dijo a Sansón: ``Hasta ahora me has engañado y me has dicho mentiras. Declárame, ¿cómo se te puede atar?" ``Si tejes siete trenzas de mi cabellera con la tela y la aseguras con una clavija," le dijo él, ``entonces me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Y mientras él dormía Dalila tomó las siete trenzas de su cabellera y las tejió con la tela. Entonces {la} aseguró con la clavija, y le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pero él despertó de su sueño y arrancó la clavija del telar y la tela.
Y como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta la muerte.
Los Filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos. Y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión.
Sansón palpó las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la otra.
Y dijo Sansón: `` ¡Muera yo con los Filisteos!" Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que {estaba} en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.