'Día' en la Biblia
- 1.Gé 1:5-Éx 32:30
- 2.Éx 32:34-Números 25:18
- 3.Números 28:3-Jueces 20:35
- 4.Jueces 20:46-1 Reyes 3:21
- 5.1 Reyes 4:22-Nehemías 13:15
- 6.Nehemías 13:17-Salmos 110:3
- 7.Salmos 110:5-Isaías 58:2
- 8.Isaías 58:3-Ezequiel 16:4
- 9.Ezequiel 16:5-Sofonías 1:9
- 10.Sofonías 1:10-Lucas 2:37
- 11.Lucas 2:44-Hechos 16:5
- 12.Hechos 16:11-2 Pedro 3:8
- 13.2 Pedro 3:10-Apocalipsis 21:25
Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos;
Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer.
Y siendo ya de día salió, y se fue a un lugar desierto; y el pueblo le buscaba, y vinieron hasta él; y le detenían para que no se apartase de ellos.
Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y los fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.
Y como fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
Gozaos en aquel día, y alegraos; porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres a los profetas.
Y aconteció el día después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y gran multitud.
Y aconteció un día que él entró en un barco con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
Y el día había comenzado a declinar; y llegándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que yendo a las aldeas y heredades de alrededor, procedan a alojarse y hallen viandas; porque aquí estamos en lugar desierto.
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero cada día, y sígame.
Y aconteció al día siguiente, apartándose ellos del monte, gran multitud les salió al encuentro.
Y os digo que los de Sodoma tendrán más remisión aquel día, que aquella ciudad.
Y otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al huésped, y le dijo: Cúralo; y todo lo que gastares de más, cuando yo vuelva te lo pagaré.
vendrá el señor de aquel siervo el día que él no espera, y a la hora que él no sabe, y le apartará, y pondrá su parte con los infieles.
Y a esta hija de Abraham, que he aquí Satanás la había ligado dieciocho años, ¿no conviene desatarla de esta ligadura en día de sábado?
Aquel mismo día llegaron unos de los fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago sanidades hoy y mañana, y al tercer día soy perfeccionado.
Y respondiendo a ellos dijo: ¿El asno o el buey de cuál de vosotros caerá en algún pozo, y no lo sacará luego en día de sábado?
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día se volviere a ti, diciendo, me arrepiento; tu le perdonarás.
Porque como el relámpago, que resplandece de la región de debajo del cielo, resplandece en lo que esta debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
Comían, bebían, maridos tomaban mujeres, y mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó a todos.
mas el día que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y destruyó a todos.
Como esto será el día que el Hijo del hombre se manifestará.
En aquel día, el que estuviere en el terrado, y sus alhajas en casa, no descienda a tomarlas; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.
¿Y Dios no defenderá a sus escogidos, que claman a él día y noche, aunque sea longánimo acerca de ellos?
Y después que le hubieren azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.
diciendo: ¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! Mas ahora está encubierto a tus ojos.
Y enseñaba cada día en el Templo; mas los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los principales del pueblo procuraban matarle.
Y aconteció un día, que enseñando él al pueblo en el Templo, y anunciando el Evangelio, llegaron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos;
Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Y enseñaba de día en el Templo; y de noche saliendo, se estaba en el monte que se llama de las Olivas.
Y estaba cerca el día de la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la Pascua.
Y vino el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario matar el cordero de la pascua.
Habiendo estado con vosotros cada día en el Templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.
Y cuando fue de día, se juntaron los ancianos del pueblo, y los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y le trajeron a su concilio,
Y fueron hechos amigos entre sí Pilato y Herodes en el mismo día; porque antes eran enemigos entre sí.
Y era día de la preparación de la Pascua ; y estaba para rayar el sábado.
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado en un madero, y resucite al tercer día.
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea que estaba de Jerusalén sesenta estadios, llamada Emaús.
Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora sobre todo esto, hoy es el tercer día que esto ha acontecido.
Aunque también unas mujeres de los nuestros nos han espantado, las cuales antes del día fueron al sepulcro;
Mas ellos le detuvieron por fuerza, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Y entró con ellos.
y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
Les dice: Venid y ved. Vinieron, y vieron dónde moraba, y permanecieron con él aquel día; porque era como la hora décima.
El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halla a Felipe, al cual dijo: Sígueme.
Y al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
Y estando en Jerusalén en la Pascua, en el día de la Fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.
Y luego aquel hombre fue sano, y tomó su lecho, y anduvo. Y era sábado aquel día.
El día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, en la cual habían entrado sus discípulos, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en el navío, sino que sus discípulos se habían ido solos;
Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que de todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió al día de la Fiesta, no manifiestamente, sino como en cubierto.
Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Abraham vuestro padre se gozó por ver mi día; y lo vio, y se gozó.
A mí me conviene hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede obrar.
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anduviere de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo.
Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.
Así que, desde aquel día consultaban juntos para matarle.
Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto;
El siguiente día, la multitud que había venido al día de la Fiesta, cuando oyeron que Jesús venía a Jerusalén,
El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Antes del día de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Aquel día vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis a mi Padre en mi nombre, os lo dará.
En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros;
Entonces los Judíos, para que los cuerpos no quedasen en el madero en el sábado, porque era la víspera de la Pascua , pues era el gran día del sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados.
Y como fue tarde aquel día, el primero de los sábados, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los judíos, vino Jesús, y se puso en medio, y les dijo: Paz tengáis.
Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que escogió, fue recibido arriba;
comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fue recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.
Cuando se cumplió plenamente el día de pentecostés, estaban todos unánimes juntos en el mismo sitio;
Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día;
El sol se volverá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto;
Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados; y fueron añadidas a ellos aquel día como tres mil personas.
Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
alabando a Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos.
Y un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día a la puerta del Templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el Templo.
Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente; porque era ya tarde.
Y aconteció al día siguiente, que se juntaron en Jerusalén los príncipes de ellos, y los ancianos, y los escribas;
Y le dio el Pacto de la circuncisión; y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas.
Y al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os injuriáis los unos a los otros?
Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel día se hizo una gran persecución en la Iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
mas las asechanzas de ellos fueron entendidas por Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
Este vio en visión manifiestamente, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba a él, y le decía: Cornelio.
Y al día siguiente, yendo ellos su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar, cerca de la hora sexta;
Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Y al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo llamado a sus parientes y los amigos más familiares.
A éste Dios lo levantó al tercer día, y dio que fuese hecho manifiesto,
Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué se había hecho de Pedro.
Y un día señalado, Herodes vestido de ropa real, se sentó en el tribunal, y les arengó.
Y ellos pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga un día de sábado, se sentaron.
Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad y un día después, salió con Bernabé a Derbe.
Así que, las Iglesias eran confirmadas en la fe, y eran aumentadas en número cada día.
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- 1.Gé 1:5-Éx 32:30
- 2.Éx 32:34-Números 25:18
- 3.Números 28:3-Jueces 20:35
- 4.Jueces 20:46-1 Reyes 3:21
- 5.1 Reyes 4:22-Nehemías 13:15
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- 7.Salmos 110:5-Isaías 58:2
- 8.Isaías 58:3-Ezequiel 16:4
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- 13.2 Pedro 3:10-Apocalipsis 21:25