'Día' en la Biblia
- 1.Gé 1:5-Éx 32:30
- 2.Éx 32:34-Números 25:18
- 3.Números 28:3-Jueces 20:35
- 4.Jueces 20:46-1 Reyes 3:21
- 5.1 Reyes 4:22-Nehemías 13:15
- 6.Nehemías 13:17-Salmos 110:3
- 7.Salmos 110:5-Isaías 58:2
- 8.Isaías 58:3-Ezequiel 16:4
- 9.Ezequiel 16:5-Sofonías 1:9
- 10.Sofonías 1:10-Lucas 2:37
- 11.Lucas 2:44-Hechos 16:5
- 12.Hechos 16:11-2 Pedro 3:8
- 13.2 Pedro 3:10-Apocalipsis 21:25
El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor:
Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él.
MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia.
El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche.
el sol para que dominase en el día, porque para siempre es su misericordia;
Acuérdate, oh SEÑOR, de los hijos de Edom en el día de Jerusalén; quienes decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.
El día que llamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.
Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.
Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas.
Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.
Bet Cada día te bendeciré, y alabaré tu Nombre por siglo y para siempre.
Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos.
Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Porque el celo sañudo del varón no perdonará en el día de la venganza;
a la tarde del día, ya que oscurecía; en la oscuridad y tiniebla de la noche.
el saco de dinero llevó en su mano, el día de la fiesta volverá a su casa.
Bienaventurado el hombre que me oye, trasnochando a mis puertas cada día, guardando los umbrales de mis entradas.
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de la muerte.
Todas las cosas ha hecho el SEÑOR por sí mismo, y aun al impío para el día malo.
Hay quien todo el día codicia; mas el justo da, y sigue dando.
El caballo se apareja para el día de la batalla; mas del SEÑOR es el salvar.
Si fueres flojo en el día de tribulación, tu fuerza será reducida.
No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día.
No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
Aín Fortaleza y gloria es su vestidura; y en el día postrero reirá.
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
En el día del bien goza del bien; y en el día del mal abre los ojos y aprende . Dios también hizo esto (el día de mal ) delante de lo otro, para que el hombre no halle nada después de él.
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee.
Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos).
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al medio día; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, vuélvete, amado mío; sé semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos, sobre los montes de Beter.
Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.
Hasta que apunte el día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, y al collado del incienso.
La altivez de los ojos del hombre será abatida; y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.
Porque día del SEÑOR de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, y sobre todo ensalzado; y será abatido;
Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.
Aquel día el hombre arrojará en las cuevas de los topos, y de los murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase;
él jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni qué vestir; no me hagáis príncipe del pueblo.
Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, y las redecillas, y las lunetas;
Y creará el SEÑOR sobre toda la morada del Monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá cobertura.
Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día: para acogida y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.
Y bramará sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación; y en sus cielos se oscurecerá la luz.
El SEÑOR hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, es a saber , al rey de Asiria.
Y acontecerá que aquel día silbará el SEÑOR a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria.
En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber , con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.
Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián.
Y el SEÑOR cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña en un mismo día.
¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿Y a quién os acogeréis que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿Y a dónde dejaréis vuestra gloria?
Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinas.
Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al Monte de la hija de Sion, al collado de Jerusalén.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, lo que quedó de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR; pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.
Y diréis en aquel día: Cantad al SEÑOR; invocad su nombre. Haced célebres en los pueblos sus obras. Recordad como su nombre es engrandecido.
Aullad, porque cerca está el día del SEÑOR; como asolamiento por Poderoso vendrá.
He aquí que el día del SEÑOR viene, cruel y de enojo y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores.
Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del SEÑOR de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor.
Y será que en el día que el SEÑOR te diera reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir,
En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
En aquel día las ciudades de su fortaleza serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas. Como lo que dejaron de los hijos de Israel; y será asolamiento.
El día que las plantares, las harás crecer; y harás que tu simiente brote de mañana; mas en el día del coger, huirá la cosecha, y será dolor desesperado.
En aquel día será Egipto como mujeres: porque se asombrará y temerá, en la presencia de la mano alta del SEÑOR de los ejércitos, que él ha de levantar sobre ellos.
Y el SEÑOR será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán al SEÑOR en aquel día; y harán sacrificio, y oblación; y harán votos al SEÑOR, y los cumplirán.
Y dirá en aquel día el morador de esta isla: Mirad qué tal fue nuestra esperanza, donde nos acogimos por socorro, para ser libres de la presencia del rey de Asiria, ¿y cómo escaparemos?
Y gritó: León sobre atalaya. Señor, estoy yo continuamente todo el dia, y las noches enteras sobre mi guarda.
Porque día de alboroto, y de huella, y de fatiga por el Señor DIOS de los ejércitos es enviado en el valle de la visión, para derribar el muro, y dar grito al monte.
Y desnudó la cobertura de Judá; y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque.
Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas; a raparse el cabello y a vestir cilicio.
Y será, que en aquel día llamaré a mi siervo Eliacim, hijo de Hilcías.
En aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, el clavo hincado en lugar firme será quitado, y será quebrado y caerá; y la carga que sobre él se puso, se echará a perder; porque el SEÑOR habló.
Y acontecerá en aquel día, que Tiro será puesta en olvido por setenta años, como días de un rey. Después de los setenta años, cantará Tiro canción como de ramera.
Y acontecerá en aquel día, que el SEÑOR visitará sobre el ejército sublime en lo alto, y sobre los reyes de la tierra, sobre la tierra.
Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, a quien esperamos, y nos ha salvado. Este es el SEÑOR a quien esperamos, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud.
En aquel día cantarán este cantar en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salud puso Dios por muros y antemuro.
En aquel día el SEÑOR visitará con su espada dura, grande y fuerte, sobre el leviatán, serpiente huidora, y sobre el leviatán serpiente retuerta; y matará al dragón que está en el mar.
En aquel día cantad de la viña del vino rojo.
Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.
Con medida la castigarás en sus vástagos. El reprime su recio viento en el día del aire solano.
Y acontecerá en aquel día, que herirá el SEÑOR desde el álveo del río Eufrates hasta el río de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis ayuntados uno a uno.
Acontecerá también en aquel día, que habrá tañido con gran voz de trompeta; y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido echados en tierra de Egipto, y adorarán al SEÑOR en el Monte santo, en Jerusalén.
En aquel día el SEÑOR de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su pueblo;
Luego que comenzare a pasar, él os arrebatará, porque de repente pasará, de día y de noche; y será que el espanto solamente haga entender lo oído.
El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿romperá y quebrará los terrones de la tierra?
Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos; y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre, por todos los siglos.
Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado subido, habrá ríos, y corrientes de aguas, el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.
Y la luz de la luna será como la luz del Sol; y la luz del Sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que soldará el SEÑOR la quebradura de su pueblo, y curará la llaga de su herida.
Porque en aquel día arrojará el hombre los ídolos de su plata, y los ídolos de su oro, que os hicieron vuestras manos pecadoras.
Porque será día de venganza del SEÑOR, año de pagamentos en el pleito de Sion.
No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura del agua , y no hay fuerza en la que da a luz.
Mi morada ha sido movida, y traspasada de mí, como tienda de pastor, cortó mi vida como el tejedor; me ha cortado con la enfermedad; entre el día y la noche me consumirás.
Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano escape; si yo hiciere, ¿quién lo estorbará?
Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez. En toda su perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus adivinanzas, y por la copia de tus muchos agüeros.
Ahora fueron creadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído; para que no digas: He aquí que yo lo sabía.
Así dijo el SEÑOR: En hora de contentamiento te oí, y en el día de salud te ayudé; y te guardaré, y te daré por alianza de pueblo, para que despiertes la tierra, para que heredes asoladas heredades.
Y te has ya olvidado del SEÑOR tu Hacedor, que extendió los cielos, y fundó la tierra; y todo el día tuviste temor continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. Mas ¿A dónde está el furor del que aflige?
Y ahora ¿qué a mí aquí? Dice el SEÑOR: que mi pueblo sea tomado sin por qué; y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice el SEÑOR, y continuamente mi nombre es blasfemado todo el día.
Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
Venid, dicen , tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente.
Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado el derecho de su Dios; pregúntanme derechos de justicia, y quieren acercarse a Dios.
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- 1.Gé 1:5-Éx 32:30
- 2.Éx 32:34-Números 25:18
- 3.Números 28:3-Jueces 20:35
- 4.Jueces 20:46-1 Reyes 3:21
- 5.1 Reyes 4:22-Nehemías 13:15
- 6.Nehemías 13:17-Salmos 110:3
- 7.Salmos 110:5-Isaías 58:2
- 8.Isaías 58:3-Ezequiel 16:4
- 9.Ezequiel 16:5-Sofonías 1:9
- 10.Sofonías 1:10-Lucas 2:37
- 11.Lucas 2:44-Hechos 16:5
- 12.Hechos 16:11-2 Pedro 3:8
- 13.2 Pedro 3:10-Apocalipsis 21:25