'Deseos' en la Biblia
Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El, homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
mas vestíos del Señor Jesús, el Cristo; y no hagáis caso de la carne en sus deseos.
Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.
a que dejéis, en cuanto a la pasada manera de vivir; es a saber el viejo hombre que se corrompe conforme a los deseos del error;
Huye también de los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de limpio corazón.
Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente,
como hijos obedientes, no confor-mándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Estos son murmuradores, quere-llosos, andando según sus deseos; y su boca habla cosas soberbias, teniendo en admiración las personas por causa del provecho.
como os decían: Que en el postrer tiempo habría burladores, que andarían según sus malvados deseos.