'Has' en la Biblia
Pues tú los has separado de entre todos los pueblos de la tierra como tu heredad, como lo dijiste por medio de tu siervo Moisés, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor DIOS.
Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
Y dijo: ¿Qué ciudades son éstas que me has dado, hermano? Y les puso por nombre, la tierra de Cabul, hasta hoy.
Y dijo el SEÑOR a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé el reino de ti, y lo entregaré a tu siervo.
y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo el SEÑOR: Por cuanto has sido rebelde al dicho del SEÑOR, y no guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había mandado,
sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual El te dijo: `No comerás pan ni beberás agua', tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres."
Mas el SEÑOR había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le has de responder; pues será que cuando ella viniere, vendrá disimulada.
y rompí el reino de la casa de David, y te lo entregué a ti; y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo solamente lo recto delante de mis ojos;
antes hiciste lo malo más que todos los que han sido antes de ti; que fuiste y te hiciste otros dioses, y fundiciones para enojarme, y a mí me has dado la espalda;
Pues que yo te levanté del polvo, y te puse por príncipe sobre mi pueblo Israel, y tú has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho que mi pueblo Israel peque, provocándome a ira con sus pecados;
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello un pequeño pan cocido debajo de la ceniza, y tráemelo; y después harás para ti y para tu hijo.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo?
y clamando al SEÑOR, dijo: SEÑOR Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo?
Y aconteció que cuando Acab vio a Elías, le dijo Acab: ¿Eres tú el que has turbado a Israel?
Respóndeme, oh SEÑOR, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh SEÑOR, eres Dios, y {que} has hecho volver sus corazones.
Y he aquí un profeta vino a Acab rey de Israel; y le dijo: Así ha dicho el SEÑOR: ¿Has visto esta gran multitud? He aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy el SEÑOR.
Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que has de hacer; porque pasado el año, el rey de Siria ha de venir contra ti.
Y él le dijo: Por cuanto no has escuchado la voz del SEÑOR, he aquí apartándote de mí, te herirá un león. Y cuando se apartó de él, le salió al encuentro un león, y le hirió.
Y cuando tu siervo estaba ocupado a una parte y a otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Esa será tu sentencia; tú la has pronunciado.
Y él le dijo: Así dice el SEÑOR: ``Porque has dejado salir de {tu} mano al hombre a quien yo había destinado a la destrucción, he aquí, tu vida responderá por su vida y tu pueblo por su pueblo."
y poned dos hombres, hijos de Belial, delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo, para que muera.
Y le hablarás, diciendo: Así dijo el SEÑOR: ¿No cometiste homicidio y también has despojado? Y tornarás a hablarle, diciendo: Así dijo el SEÑOR: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a mal hacer delante del SEÑOR,
Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías; por la provocación con que me provocaste a ira, y con que has hecho que Israel pecara.
¿No has visto como Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
Y él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: inducirlo has, y aun saldrás con ello; sal pues, y hazlo así.
Por tanto, así dice el SEÑOR: ``No bajarás del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás." Entonces Elías se fue.
Y ellos respondieron: Un hombre subió a nuestro encuentro y nos dijo: ``Id, volved al rey que os envió, y decidle: `Así dice el SEÑOR: `` ¿Acaso porque no hay Dios en Israel envías a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón? Por tanto, no bajarás del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás."'"
y le dijo: Así dice el SEÑOR: ``Por cuanto has enviado mensajeros a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón, ¿acaso porque no hay Dios en Israel para consultar su palabra?, no bajarás por tanto del lecho al que has subido, sino que ciertamente morirás."
Y él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
Y dijo él a Giezi: Dile: He aquí tú has estado solícita por nosotros con todo este esmero; ¿qué quieres que haga por ti? ¿Has menester que hable por ti al rey, o al general del ejército? Y ella respondió: Yo habito en medio de mi pueblo.
Y él dijo: ¿Para qué has de ir a él hoy? No es nueva luna, ni sábado. Y ella respondió: Paz.
Y cuando Eliseo, varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
Entonces él entró y se puso delante de su señor. Y Eliseo le dijo: ¿Dónde has estado, Giezi? Y él respondió: Tu siervo no ha ido a ninguna parte.
Y él respondió: No {los} mates. ¿Matarías a los que has tomado cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua para que coman y beban y se vuelvan a su señor.
Entonces le dijo Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió: Porque sé el mal que has de hacer a los hijos de Israel; a sus fortalezas pegarás fuego, y a sus jóvenes matarás a espada, y estrellarás a sus niños, y abrirás a sus preñadas.
Y Hazael dijo: ¿Por qué? ¿Es tu siervo perro, que hará esta gran cosa? Y respondió Eliseo: El SEÑOR me ha mostrado que tú has de ser rey de Siria.
Y el SEÑOR dijo a Jehú: Por cuanto has hecho bien, ejecutando lo recto delante de mis ojos (conforme a todo lo que estaba en mi corazón has hecho a la casa de Acab), tus hijos se sentarán en el trono de Israel hasta la cuarta generación.
Ciertamente has herido a Edom, y tu corazón te ha envanecido; gloríate pues, mas estate en
Entonces hablaron al rey de Asiria, diciendo: Las naciones que has llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y he aquí, {los leones} los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra.
Dices, (por cierto palabras de labios): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí?
E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así dijo el SEÑOR: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria.
He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas, ¿y has tú de escapar?
Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Lo que me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he escuchado."
¿A quién has injuriado y a quién has blasfemado? ¿Y contra quién has hablado alto, y has alzado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.
Por mano de tus mensajeros has proferido injuria contra el Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes; a las cuestas del Líbano, y cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; y entraré a la morada de su término, al bosque de su Carmel.
¿Nunca has oído que desde largo tiempo atrás la hice yo, y de días antiguos la he formado? Y ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de ruinas.
Por cuanto te has airado contra mí, y tu estruendo ha subido a mis oídos; por tanto yo pondré mi anzuelo en tus narices, y mi freno en tus labios, y yo te haré volver por el camino por donde viniste.
En aquellos días cayó Ezequías enfermo de muerte, y vino a él Isaías profeta hijo de Amós, y le dijo: El SEÑOR dice así: Dispón de tu casa, porque has de morir, y no vivirás.
Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del SEÑOR que has hablado, es buena. Y dijo: ¿Mas no habrá paz y verdad en mis días?
Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `{En cuanto} a las palabras que has oído,
porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de mí, ciertamente te he oído' --declara el SEÑOR.
Y después dijo: ¿Qué título es éste que veo? Y los de la ciudad le respondieron: Este es el sepulcro del varón de Dios que vino de Judá, y proclamó estas cosas que tú has hecho sobre el altar de Bet-el.
y he estado contigo en todo cuanto has andado; y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra.
Y entró el rey David, y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: SEÑOR Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, que me has traído hasta este lugar?
Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como a un hombre excelente, oh SEÑOR Dios.
Oh SEÑOR, por amor de tu siervo y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.
Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, el SEÑOR, has venido a ser su Dios.
Ahora pues, SEÑOR, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu siervo que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu siervo motivo de orar delante de ti.
Ahora pues, SEÑOR, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;
y ahora has querido bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque tú, SEÑOR, la has bendecido, y será bendita para siempre.
Mas vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
Mas Dios me dijo: Tú no edificarás Casa a mi nombre; porque eres hombre de guerra, y has derramado sangre.
Y Salomón dijo a Dios: Tú has hecho con David mi padre gran misericordia, y a mí me has puesto por rey en lugar suyo;
sea pues ahora firme, oh SEÑOR Dios, tu palabra con mi padre David; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto fue el deseo de tu corazón, que no pediste riquezas, hacienda, o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para poder juzgar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey,
Mas el SEÑOR dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón edificar Casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón;
que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le dijiste; tú lo dijiste de tu boca, mas con tu mano lo has cumplido, como se ve en este día.
Ahora, pues, SEÑOR Dios de Israel, guarda a David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, a condición que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú delante de mí has andado.
Que tus ojos estén abiertos día y noche sobre esta casa, sobre el lugar del cual has dicho que pondrías allí tu nombre, para que oigas la oración que tu siervo hará sobre este lugar.
Cuando salga tu pueblo a la batalla contra sus enemigos, por {cualquier} camino que los envíes, y oren a ti vueltos hacia esta ciudad que has escogido, y {hacia} la casa que he edificado a tu nombre,
si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, {hacia} la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre,
En aquel tiempo vino Hanani vidente ante Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.
Porque los ojos del SEÑOR contemplan toda la tierra, para corroborar a los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá guerra contra ti.
Pero se han hallado en ti buenas cosas, porque quemaste los bosques del culto pagano de la tierra, y has apercibido tu corazón a buscar a Dios.
Entonces Eliezer hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has juntado con Ocozías, el SEÑOR destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis.
Y le llegaron letras del profeta Elías, que decían así: El SEÑOR, el Dios de David tu padre, ha dicho así: Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
antes has andado en el camino de los reyes de Israel, y has hecho que fornicara Judá, y los moradores de Jerusalén, como fornicó la casa de Acab; y además has dado muerte a tus hermanos, a la casa de tu padre, los cuales eran mejores que tú,
Por lo cual el rey llamó a Joiada el principal, y le dijo: ¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén al tabernáculo del testimonio, la ofrenda que constituyó Moisés siervo del SEÑOR, y la congregación de Israel?
Y el furor del SEÑOR se encendió contra Amasías, y envió a él un profeta, que le dijo: ¿Por qué has buscado los dioses de un pueblo, que no libraron a su pueblo de tus manos?
Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso, ¿por qué quieres que te maten? Y al cesar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha acordado destruirte, porque has hecho esto, y no escuchaste mi consejo.
Y se opusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: No te corresponde a ti, oh Uzías, el quemar incienso al SEÑOR, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo; sal del santuario, porque te has rebelado, y no te será para gloria delante del SEÑOR Dios.
Pero al rey de Judá que os envió a consultar al SEÑOR, así le diréis: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `En cuanto a las palabras que has oído,
Y después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y nuestra gran culpa, puesto que tú, nuestro Dios, {nos} has pagado menos de {lo que} nuestras iniquidades {merecen,} y nos has dado un {remanente} que ha escapado como éste,
Y toda la asamblea respondió, y dijo a gran voz: ¡Está bien! Tal como has dicho es nuestro deber hacer.
Entonces ellos dijeron: {Lo} devolveremos y no les exigiremos nada; haremos tal como has dicho. Y llamé a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esta promesa.
y que has puesto profetas que prediquen de ti en Jerusalén, diciendo: ¡Rey en Judá! Y ahora serán oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos.
Tú, sólo tú, oh Jehová; tú hiciste el cielo, y el cielo de los cielos, y todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú has preservado todas estas cosas, y el ejército del cielo te adora.
Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar{le} la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo.
Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo;
Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestras bestias, conforme a su voluntad, y estamos en gran angustia.
Porque si absolutamente callares en este tiempo, respiro y liberación tendrán los judíos de otra parte; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho.
Contó luego Amán a Zeres su mujer, y a todos sus amigos, todo lo que le había acontecido; y le dijeron sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la simiente de los judíos es el Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal?
¿No le has tú cercado a él, y a su casa, y a todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aún retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
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