'Has' en la Biblia
Visitas la tierra, y desde que la has hecho desear mucho, la enriqueces con el Río de Dios lleno de aguas; preparas el grano de ellos, porque así la ordenaste.
Tú has coronado el año con tus bienes, y tus huellas destilan grosura.
Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata.
Tu compañía estaba en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a {tus} cautivos; has recibido dones entre los hombres, y aun {entre} los rebeldes, para que el SEÑOR Dios habite {entre ellos.}
Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros.
Y lloré con ayuno de mi alma; y me has sido por afrenta.
Porque han perseguido al que {ya} tú has herido, y cuentan del dolor de aquellos que tú has traspasado.
Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi castillo.
Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; porque has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme.
Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas, y mi alma, que tú has redimido.
Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.
Sin embargo, yo siempre estoy contigo; tú me has tomado de la mano derecha.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.
Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán; tú has destruido a todos los que te son infieles.
¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu prado?
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.
Tuyo es el día, tuya es también la noche; tú has preparado la lumbrera y el sol.
Tú has establecido todos los términos de la tierra; tú has hecho el verano y el invierno.
Tú, {sólo} tú, has de ser temido; ¿y quién podrá estar en pie en tu presencia en el momento de tu ira?
Has mantenido {abiertos} mis párpados; estoy tan turbado que no puedo hablar.
Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)
¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?
Les has dado a comer pan de lágrimas, y les has hecho beber lágrimas en gran abundancia.
¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimian todos los que pasan de camino?
la cepa que tu diestra ha plantado y el vástago que para ti has fortalecido.
Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre.
Porque tu misericordia es grande sobre mí; y has librado mi alma de lo profundo del Seol.
Muéstrame una señal de bondad, para que {la} vean los que me aborrecen y se avergüencen, porque tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado.
Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en honduras.
Sobre mí se ha acostado tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. (Selah.)
Has alejado de mí mis conocidos; me has puesto por abominación a ellos; estoy encerrado, y no saldré.
Has alejado de mí al amigo y al compañero; y mis conocidos has puesto en la tiniebla.
Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él.
Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra.
Aportillaste todos sus vallados; has quebrantado sus fortalezas.
Has ensalzado la diestra de sus enemigos; has alegrado a todos sus adversarios.
Has retirado también el filo de su espada, y no le has hecho estar firme en la batalla.
Has hecho cesar su esplendor, y has echado por tierra su trono.
Has acortado los días de su juventud; le has cubierto de afrenta. (Selah.)
Recuerda cuán breve es mi vida; ¿con qué propósito vano has creado a todos los hijos de los hombres!
Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias? Has jurado a David por tu verdad.
Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.
Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece;
Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros {pecados} secretos a la luz de tu presencia.
Porque has puesto al SEÑOR, quien es mi esperanza; al Altísimo por tu habitación,
Por cuanto me has alegrado, oh SEÑOR, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
Pero tú has exaltado mi poder como {el del} búfalo; he sido ungido con aceite fresco.
Y la fortaleza del Rey, que ama el juicio; tú confirmas la rectitud; tú has hecho en Jacob juicio y justicia.
A causa de tu enojo y de tu ira; Pues me alzaste, y me has arrojado.
Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.
¿Cuán numerosas son tus obras, oh SEÑOR! Con sabiduría las has hecho todas; llena está la tierra de tus posesiones.
Y entiendan que ésta es tu mano; que tú, el SEÑOR, has hecho esto.
Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud.
Tú has ordenado tus preceptos, para que {los} guardemos con diligencia.
Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos.
ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra.
Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido.
Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo.
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos.
No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado.
Has rechazado a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su engaño es en vano.
{Como} escoria has quitado de la tierra a todos los impíos, por tanto amo tus testimonios.
Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios, que para siempre los has fundado.
Adoraré al templo de tu santidad, y alabaré tu Nombre sobre tu misericordia y tu verdad; porque has hecho magnífico tu Nombre, y has engrandecido tu dicho sobre todas las cosas.
SEÑOR, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos.
Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.
Por detrás y por delante me has cercado, y tu mano pusiste sobre mí.
¿Por qué has de embriagarte, hijo mío, con una extraña, y abrazar el seno de una desconocida?
Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, {si} has dado promesa a un extraño,
{si} te has enredado con las palabras de tu boca, {si} con las palabras de tu boca has sido atrapado,
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
¿Has visto hombre solícito en su obra? Delante de los reyes estará; no estará delante de los oscuros.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo.
Vomitarás el bocado que has comido, y malgastarás tus cumplidos.
¿Has hallado miel? Come {sólo} lo que necesites, no sea que te hartes y la vomites.
¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del loco que de él.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del loco que de él.
Si has sido necio en ensalzarte, o si has tramado {el mal, pon} la mano sobre tu boca;
No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué has de destruirte?
No seas demasiado impío, ni seas necio. ¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?
Porque tú también te das cuenta que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.
Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.
Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has preso mi corazón con uno de tus ojos, con una gargantilla de tu cuello.
¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de juicio, en ella habitó la equidad; mas ahora, los homicidas.
Ciertamente tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están henchidos de oriente, y de agoreros, como los filisteos; y en hijos ajenos descansan.
Y me dijo Jehová: Toma una tabla grande, y escribe en ella en estilo de hombre tocante a Maher-salal-has-baz.
Y me allegué a la profetisa, la cual concibió y dio a luz un hijo. Y me dijo Jehová: Ponle por nombre Maher-salal-has-baz.
Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR; pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.
Todos ellos responderán y te dirán: ``También tú has sido debilitado como nosotros, has venido a ser semejante a nosotros.
¿Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
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