'Israel' en la Biblia
El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento.
¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se tornaron atrás.
Por tanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios:
En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra al remanente de Israel.
Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá su planta deliciosa. Esperaba juicio, y he aquí vileza; justicia, y he aquí clamor.
los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!
Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.
Aconteció en los días de Acaz hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, que Rezín rey de Siria, y Peka hijo de Remalías, rey de Israel, subieron a Jerusalén para combatirla; mas no la pudieron tomar.
Entonces Él será por santuario; mas a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red a los moradores de Jerusalén.
He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
El Señor envió palabra a Jacob, y cayó en Israel.
del oriente los sirios, y los filisteos del poniente; y a boca llena devorarán a Israel. Ni con todo eso ha cesado su furor, pero su mano todavía está extendida.
Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día.
Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus cardos y sus espinos.
Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió; sino que se apoyarán con verdad en Jehová el Santo de Israel.
Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá; la destrucción acordada rebosará justicia.
Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, que haya quedado de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Regocíjate y canta, oh moradora de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Porque Jehová tendrá misericordia de Jacob, y todavía escogerá a Israel y le establecerá en su propia tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la casa de Jacob.
Y los tomarán los pueblos, y los traerán a su lugar: y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová: y cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán sobre sus opresores.
Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y el remanente de Siria, será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos.
Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo, dos o tres olivas en la rama más alta, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jehová Dios de Israel.
En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.
En aquel día las ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, las cuales fueron dejadas a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación.
En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria; será bendición en medio de la tierra;
porque Jehová de los ejércitos los bendecirá, diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Trilla mía, y fruto de mi era; os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de Israel.
Y el resto del número de los valientes arqueros, hijos de Cedar, será reducido; porque Jehová Dios de Israel lo ha dicho.
Por tanto, glorificad a Jehová en el fuego; aun en las islas del mar sea nombrado Jehová, Dios de Israel.
Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo se llenará de fruto.
Y acontecerá en aquel día, que trillará Jehová desde la corriente del río hasta el torrente de Egipto, y vosotros, hijos de Israel, seréis reunidos uno a uno.
Los humildes aumentarán su alegría en Jehová, y los pobres de entre los hombres se gozarán en el Santo de Israel.
porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de sí, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel.
dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel.
Por tanto el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;
Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,
Vosotros tendréis canción, como en noche en que se celebra pascua; y alegría de corazón, como el que va con flauta para venir al monte de Jehová, al Fuerte de Israel.
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y ponen su esperanza en carros, porque son muchos, y en caballeros, porque son valientes; y no miraron al Santo de Israel, ni buscaron a Jehová!
Convertíos a Aquél contra quien los hijos de Israel profundamente se rebelaron.
Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios sobre todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
Entonces Isaías hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Jehová Dios de Israel dice así: Acerca de lo que me rogaste sobre Senaquerib rey de Asiria,
¿A quién injuriaste y a quién blasfemaste? ¿Contra quién has alzado tu voz, y levantado tus ojos en alto? Contra el Santo de Israel.
¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio?
Pero tú, Israel, siervo mío eres, tú, Jacob, a quien yo escogí, simiente de Abraham mi amigo.
No temas, gusano de Jacob, ni vosotros, varones de Israel; Yo te ayudaré, dice Jehová tu Redentor, el Santo de Israel.
Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino. Y tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.
Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay, se secó de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé.
para que vean y conozcan, y adviertan y entiendan todos, que la mano de Jehová hace esto, y que el Santo de Israel lo creó.
¿Quién dio a Jacob por despojo, y entregó a Israel a saqueadores? ¿No fue Jehová, contra quien pecamos? Pero no quisieron andar en sus caminos, ni obedecieron su ley.
Y ahora, así dice Jehová Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador: A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Así dice Jehová, Redentor vuestro, el Santo de Israel: Por vosotros envié a Babilonia, e hice descender fugitivos todos ellos, y clamor de caldeos en las naves.
Yo Jehová, Santo vuestro, Creador de Israel, vuestro Rey.
Y no me invocaste a mí, oh Jacob; antes, de mí te cansaste, oh Israel.
Por tanto, yo profané los príncipes del santuario, y puse por anatema a Jacob, y por oprobio a Israel.
Uno dirá: Yo soy de Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob; y otro escribirá con su mano: A Jehová, y se apellidará con el nombre de Israel.
Así dice Jehová el Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, pues que tú mi siervo eres: Yo te formé; siervo mío eres tú. Oh Israel, yo no me olvidaré de ti.
Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.
y te daré los tesoros escondidos, y las riquezas de los lugares secretos; para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Por amor a mi siervo Jacob y a Israel mi escogido, te he llamado por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque tú no me has conocido.
Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.
Verdaderamente tú eres un Dios que te encubres, oh Dios de Israel, el Salvador.
Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no seréis avergonzados ni humillados, por toda la eternidad.
En Jehová será justificada y se gloriará toda la simiente de Israel.
Oídme, oh casa de Jacob, y todo el remanente de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz.
Haré que se acerque mi justicia, no se alejará; y mi salvación no se detendrá. Y pondré mi salvación en Sión por Israel mi gloria.
Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, pero no en verdad ni en justicia.
Porque de la santa ciudad se nombran, y se apoyan en el Dios de Israel. Jehová de los ejércitos es su nombre.
Óyeme, Jacob, y tú, Israel, mi llamado. Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.
Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.
Y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel; en ti me gloriaré.
Ahora pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a Él a Jacob. Bien que Israel no se juntará, con todo, estimado seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fortaleza.
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures los asolamientos de Israel: también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
Así dice Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de los hombres, al abominado de las naciones, al siervo de los gobernantes. Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.
Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y será vuestra retaguardia el Dios de Israel.
Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti; por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
Dice el Señor Jehová, el que reúne a los dispersos de Israel: Aun reuniré otros a él; además de los que están a él congregados.
Ciertamente a mí esperarán las islas, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado.
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.
De las misericordias de Jehová haré mención, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de su bondad hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.
Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro Padre; nuestro Redentor, perpetuo es tu nombre.
Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, y en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen el presente en vasos limpios a la casa de Jehová.
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