'Mujer' en la Biblia
¿Por qué me has engañado? que tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas: ¿qué has visto? Y la mujer respondió á Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.
Entonces la mujer vino á Saúl, y viéndole en grande manera turbado, díjole: He aquí que tu criada ha obedecido á tu voz, y he puesto mi vida en mi mano, y he oído las palabras que tú me has dicho.
Y él lo rehusó, diciendo: No comeré. Mas sus criados juntamente con la mujer le constriñeron, y él los obedeció. Levantóse pues del suelo, y sentóse sobre una cama.
Y aquella mujer tenía en su casa un ternero grueso, el cual mató luego; y tomó harina y amasóla, y coció de ella panes sin levadura.
Las dos mujeres de David, Ahinoam Jezreelita y Abigail la que fué mujer de Nabal del Carmelo, también eran cautivas.
Entonces todos los malos y perversos de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Pues que no fueron con nosotros, no les daremos de la presa que hemos quitado, sino á cada uno su mujer y sus hijos; los cuales tomen y se vayan.
Y David subió allá, y con él sus dos mujeres, Ahinoam Jezreelita y Abigail, la que fué mujer de Nabal del Carmelo.
Su segundo Chileab, de Abigail la mujer de Nabal, el del Carmelo; el tercero, Absalóm, hijo de Maachâ, hija de Talmai rey de Gessur:
El sexto, Jetream, de Egla mujer de David. Estos nacieron á David en Hebrón.
Después de esto envió David mensajeros á Is-boseth hijo de Saúl, diciendo: Restitúyeme á mi mujer Michâl, la cual yo desposé conmigo por cien prepucios de Filisteos.
Y acaeció que levantándose David de su cama á la hora de la tarde, paseábase por el terrado de la casa real, cuando vió desde el terrado una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa.
Y envió David á preguntar por aquella mujer, y dijéronle: Aquella es Bath-sheba hija de Eliam, mujer de Uría Hetheo.
Y concibió la mujer, y enviólo á hacer saber á David, diciendo: Yo estoy embarazada.
Y Uría respondió á David: El arca, é Israel y Judá, están debajo de tiendas; y mi señor Joab, y los siervos de mi señor sobre la haz del campo: ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y á dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu a
¿Quién hirió á Abimelech hjo de Jerobaal? ¿no echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Thebes? ¿por qué os llegasteis al muro?: entonces tú le dirás: También tu siervo Uría Hetheo es muerto.
Y oyendo la mujer de Uría que su marido Uría era muerto, hizo duelo por su marido.
Y pasado el luto, envió David y recogióla á su casa: y fué ella su mujer, y parióle un hijo. Mas esto que David había hecho, fué desagradable á los ojos de Jehová.
¿Por qué pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Uría Hetheo heriste á cuchillo, y tomaste por tu mujer á su mujer, y á él mataste con el cuchillo de los hijos de Ammón.
Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada; por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Uría Hetheo para que fuese tu mujer.
Y Nathán se volvió á su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Uría había parido á David, y enfermó gravemente.
Y consoló David á Bath-sheba su mujer, y entrando á ella, durmió con ella; y parió un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová:
Envió Joab á Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y díjole: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como mujer que ha mucho tiempo que trae luto por algún muerto;
Entró pues aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro hizo reverencia, y dijo: Oh rey, salva.
Y el rey dijo: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Yo á la verdad soy una mujer viuda y mi marido es muerto.
Entonces el rey dijo á la mujer: Vete á tu casa, que yo mandaré acerca de ti.
Y la mujer de Tecoa dijo al rey: Rey señor mío, la maldad sea sobre mí y sobre la casa de mi padre; mas el rey y su trono sin culpa.
Y la mujer dijo: Ruégote que hable tu criada una palabra á mi señor el rey. Y él dijo: Habla.
Entonces la mujer dijo: ¿Por qué pues piensas tú otro tanto contra el pueblo de Dios? que hablando el rey esta palabra, es como culpado, por cuanto el rey no hace volver á su fugitivo.
Entonces él respondió, y dijo á la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Hable mi señor el rey.
Y el rey dijo: ¿No ha sido la mano de Joab contigo en todas estas cosas? Y la mujer respondió y dijo: Vive tu alma, rey señor mío, que no hay que apartarse á derecha ni á izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado: porque tu siervo Joab, él me ma
Y tomando la mujer de la casa una manta, extendióla sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella el grano trillado; y no se penetró el negocio.
Llegando luego los criados de Absalom á la casa á la mujer, dijéronle: ¿Dónde están Ahimaas y Jonathán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como ellos los buscaron y no los hallaron volviéronse á Jerusalem.
Entonces una mujer sabia dió voces en la ciudad, diciendo: Oid, oid; ruégoos que digáis á Joab se llegue á acá, para que yo hable con él.
Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.
La cosa no es así: mas un hombre del monte de Ephraim, que se llama Seba hijo de Bichri, ha levantado su mano contra el rey David: entregad á ése solamente, y me iré de la ciudad. Y la mujer dijo á Joab: He aquí su cabeza te será echada desde el muro.
La mujer fué luego á todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza á Seba hijo de Bichri, y echáronla á Joab. Y él tocó la corneta, y esparciéronse de la ciudad, cada uno á su estancia. Y Joab se volvió al rey á Jerusalem.
El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón, (porque él no te hará volver tu rostro,) para que me dé á Abisag Sunamita por mujer.
Y ella dijo: Dése Abisag Sunamita por mujer á tu hermano Adonía.
Y dijo la una mujer: Ah, señor mío! yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo parí estando con ella en la casa.
Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él.
Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió á decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.
Entonces la mujer cuyo era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: Ah, señor mío! dad á ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni á mí ni á ti; partidlo.
El hijo de Abinadab, en todos los términos de Dor: éste tenía por mujer á Thaphat hija de Salomón;
Ahimaas en Nephtalí; éste tomó también por mujer á Basemath hija de Salomón.
Y en la casa en que él moraba, había otro atrio dentro del pórtico, de obra semejante á esta. Edificó también Salomón una casa para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, de la misma obra de aquel pórtico.
Faraón el rey de Egipto había subido y tomado á Gezer, y quemádola, y había muerto los Cananeos que habitaban la ciudad, y dádola en don á su hija la mujer de Salomón.
Y halló Adad grande gracia delante de Faraón, el cual le dió por mujer á la hermana de su esposa, á la hermana de la reina Thaphnes.
Asimismo Jeroboam hijo de Nabat, Ephrateo de Sereda, siervo de Salomón, (su madre se llamaba Serva, mujer viuda) alzó su mano contra el rey.
Y dijo Jeroboam á su mujer: Levántate ahora, disfrázate, porque no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve á Silo; que allá está Ahías profeta, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo.
Y la mujer de Jeroboam hízolo así; y levantóse, y fué á Silo, y vino á casa de Ahías. Y no podía ya ver Ahías, que sus ojos se habían oscurecido á causa de su vejez.
Mas Jehová había dicho á Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá á consultarte por su hijo, que está enfermo: así y así le has de responder; pues será que cuando ella viniere, vendrá disimulada.
Y como Ahías oyó el sonido de sus pies cuando entraba por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam; ¿por qué te finges otra? empero yo soy enviado á ti con revelación dura.
Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, y se fué, y vino á Thirsa: y entrando ella por el umbral de la casa, el mozo murió.
Porque le fué ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer á Jezabel hija de Ethbaal rey de los Sidonios, y fué y sirvió á Baal, y lo adoró.
Levántate, vete á Sarepta de Sidón, y allí morarás: he aquí yo he mandado allí á una mujer viuda que te sustente.
Entonces él se levantó, y se fué á Sarepta. Y como llegó á la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí cogiendo serojas; y él la llamó, y díjole: Ruégote que me traigas una poca de agua en un vaso, para que beba.
Entonces la mujer dijo á Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca.
Y vino á él su mujer Jezabel, y díjole: ¿Por qué está tan triste tu espíritu, y no comes pan?
Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate: yo te daré la viña de Naboth de Jezreel.
(A la verdad ninguno fué como Achâb, que se vendiese á hacer lo malo á los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.
UNA mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó á Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido es muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová: y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos.
Y partióse la mujer de él, y cerró la puerta tras sí y tras sus hijos; y ellos le llegaban los vasos, y ella echaba del aceite.
Y aconteció también que un día pasaba Eliseo por Sunem; y había allí una mujer principal, la cual le constriñó á que comiese del pan: y cuando por allí pasaba, veníase á su casa á comer del pan.
Mas la mujer concibió, y parió un hijo á aquel tiempo que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida.
Y de Siria habían salido cuadrillas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel una muchacha; la cual sirviendo á la mujer de Naamán,
Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dió voces, y dijo: Salva, rey señor mío.
Y díjole el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.
Y como el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos, y pasó así por el muro: y llegó á ver el pueblo el saco que traía interiormente sobre su carne.
Y HABLO Eliseo á aquella mujer á cuyo hijo había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu casa á vivir donde pudieres; porque Jehová ha llamado el hambre, la cual vendrá también sobre la tierra siete años.
Entonces la mujer se levantó, é hizo como el varón de Dios le dijo: y partióse ella con su familia, y vivió en tierra de los Filisteos siete años.
Y como fueron pasados los siete años, la mujer volvió de la tierra de los Filisteos: después salió para clamar al rey por su casa, y por sus tierras.
Y contando él al rey cómo había hecho vivir á un muerto, he aquí la mujer, á cuyo hijo había hecho vivir, que clamaba al rey por su casa y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir.
Y preguntando el rey á la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey le dió un eunuco, diciéndole: Hazle volver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de la tierras desde el día que dejó el país hasta ahora.
Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Achâb, porque una hija de Achâb fué su mujer; é hizo lo malo en ojos de Jehová.
Y Joas rey de Israel envió á Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardillo que está en el Líbano envió á decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer á mi hijo. Y pasaron las bestias fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardillo.
Entonces fué Hilcías el sacerdote, y Ahicam y Achbor y Saphán y Asaía, á Hulda profetisa, mujer de Sallum hijo de Ticva hijo de Araas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalem en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.
Y muerto Baal-hanán, reinó en su lugar Adad, el nombre de cuya ciudad fué Pai; y el nombre de su mujer Meetabel, hija de Matred, y ésta de Mezaab.
Caleb hijo de Hesrón engendró á Jerioth de su mujer Azuba. Y los hijos de ella fueron Jeser, Sobad, y Ardón.
Y muerta Azuba, tomó Caleb por mujer á Ephrata, la cual le parió á Hur.
Y muerto Hesrón en Caleb de Ephrata, Abia mujer de Hesrón le parió á Ashur padre de Tecoa.
Y tuvo Jerameel otra mujer llamada Atara, que fué madre de Onam.
Y el nombre de la mujer de Abisur fué Abihail, la cual le parió á Abán, y á Molib.
Y tuvo Sesán un siervo Egipcio, llamado Jarha, al cual dió Sesán por mujer á su hija; y ella le parió á Athai.
El quinto, Sephatías, de Abithal; el sexto, Itream, de Egla su mujer.
Y su mujer Judaía le parió á Jered padre de Gedor, y á Heber padre de Sochô, y á Icuthiel padre de Zanoa. Estos fueron los hijos de Bethia hija de Faraón, con la cual casó Mered.
Y los hijos de la mujer de Odías, hermana de Naham, fueron el padre de Keila de Garmi, y Esthemoa de Maachâti.
Y Machîr tomó por mujer la hermana de Huppim y Suppim, cuya hermana tuvo por nombre Maachâ:) y el nombre del segundo fué Salphaad. Y Salphaad tuvo hijas.
Y Maachâ mujer de Machîr le parió un hijo, y llamóle Peres; y el nombre de su hermano fué Seres, cuyos hijos fueron Ulam y Recem.
Entrando él después á su mujer ella concibió, y parió un hijo, al cual puso por nombre Bería; por cuanto había estado en aflicción en su casa
Engendró pues de Chôdes su mujer, á Jobab, Sibias, Mesa, Malchâm,
Y en Gabaón habitaron Abiga-baón, la mujer del cual se llamó Maachâ:
Y en Gabaón habitaban Jehiel padre de Gabaón, el nombre de cuya mujer era Maachâ;
Hijo de una mujer de las hijas de Dan, mas su padre fué de Tiro; el cual sabe trabajar en oro, y plata, y metal, y hierro, en piedra y en madera, en púrpura, y en cárdeno, en lino y en carmesí; asimismo para esculpir todas figuras, y sacar toda suerte de
Y pasó Salomón á la hija de Faraón, de la ciudad de David á la casa que él le había edificado; porque dijo: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas.
Y tomóse Roboam por mujer á Mahalath, hija de Jerimoth hijo de David, y á Abihail, hija de Eliab hijo de Esaí.
Y que cualquiera que no buscase á Jehová el Dios de Israel, muriese, grande ó pequeño, hombre ó mujer.
Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Achâb; porque tenía por mujer la hija de Achâb, é hizo lo malo en ojos de Jehová.
Empero Josabeth, hija del rey, tomó á Joas hijo de Ochôzías, y arrebatólo de entre los hijos del rey, que mataban, y guardóle á él y á su ama en la cámara de los lechos. Así pues lo escondió Josabeth, hija del rey Joram, mujer de Joiada el sacerdote, (por
Entonces Joas rey de Israel envió á decir á Amasías rey de Judá: El cardo que estaba en el Líbano, envió al cedro que estaba en el Líbano, diciendo: Da tu hija á mi hijo por mujer. Y he aquí que las bestias fieras que estaban en el Líbano, pasaron, y holl
Entonces Hilcías y los del rey fueron á Hulda profetisa, mujer de Sallum, hijo de Tikvath, hijo de Hasra, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalem en la casa de la doctrina; y dijéronle las palabras dichas.
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