'Nuestro' en la Biblia
``El SEÑOR nuestro Dios nos habló en Horeb y dijo: `Ustedes han permanecido bastante tiempo en este monte.
``Entonces salimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que ustedes vieron, camino de la región montañosa de los Amorreos, tal como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades Barnea.
"Y les dije: `Han llegado a la región montañosa de los Amorreos que el SEÑOR nuestro Dios nos va a dar.
"Entonces tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron un informe y dijeron: `Es una tierra buena que el SEÑOR nuestro Dios nos da.'
``Entonces ustedes respondieron: `Hemos pecado contra el SEÑOR; nosotros subiremos y pelearemos tal como el SEÑOR nuestro Dios nos ha mandado.' Y cada uno de ustedes se puso sus armas de guerra, y pensaron que era fácil subir a la región montañosa.
tal como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seir y los Moabitas que habitan en Ar, hasta que cruce el Jordán a la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da.'
"Y el SEÑOR nuestro Dios lo entregó a nosotros; y lo derrotamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.
"Tomamos solamente como nuestro botín los animales y los despojos de las ciudades que habíamos capturado.
"Desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, y {desde} la ciudad que está en el valle, aun hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios nos {las} entregó todas.
"Pero, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios había prohibido, no te acercaste a la tierra de los Amonitas, a todo lo largo del arroyo Jaboc, ni a las ciudades del monte.
"Así que el SEÑOR nuestro Dios también entregó en nuestra mano a Og, rey de Basán, con todo su pueblo, y los herimos hasta que no quedaron sobrevivientes.
"Pero tomamos como nuestro botín todos los animales y los despojos de las ciudades.
"Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el SEÑOR nuestro Dios siempre que Lo invocamos?
"El SEÑOR nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb.
y dijeron: `El SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado Su gloria y Su grandeza, y hemos oído Su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y {éste aún} vive.
~`Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si seguimos oyendo la voz del SEÑOR nuestro Dios, entonces moriremos.
~`Acércate tú, y oye lo que el SEÑOR nuestro Dios dice; entonces dinos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te diga, y {lo} escucharemos y {lo} haremos.'
``Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es.
``Cuando en el futuro tu hijo te pregunte: ` ¿Qué {significan} los testimonios y los estatutos y los decretos que el SEÑOR nuestro Dios les ha mandado?'
"Así que el SEÑOR nos mandó que observáramos todos estos estatutos, y que temiéramos siempre al SEÑOR nuestro Dios para nuestro bien y para preservarnos la vida, como {hasta} hoy.
"Y habrá justicia para nosotros si cuidamos de observar todos estos mandamientos delante del SEÑOR nuestro Dios, tal como El nos ha mandado.
"Y dirán a los ancianos de la ciudad: `Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es glotón y borracho.'
~`Entonces clamamos al SEÑOR, el Dios de nuestros padres, y el SEÑOR oyó nuestra voz y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión.
"Cuando ustedes llegaron a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, pero los derrotamos;
sino también con los que hoy están aquí con nosotros en la presencia del SEÑOR nuestro Dios, y con los que no están hoy aquí con nosotros
no sea que haya entre ustedes hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre ustedes una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.
``Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, pero las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.
Porque yo proclamo el nombre del SEÑOR; Atribuyan grandeza a nuestro Dios.