'Pueblo' en la Biblia
- 1.Gé 11:6-Éx 18:1
- 2.Éx 18:10-Levítico 20:17
- 3.Levítico 20:18-Deuteronomio 4:6
- 4.Deuteronomio 4:10-Josué 8:10
- 5.Josué 8:13-1 Samuel 9:17
- 6.1 Samuel 9:24-2 Samuel 15:23
- 7.2 Samuel 15:24-1 Reyes 21:9
- 8.1 Reyes 21:12-2 Crónicas 7:14
- 9.2 Crónicas 8:7-Nehemías 5:18
- 10.Nehemías 5:19-Salmos 94:8
- 11.Salmos 94:14-Isaías 33:19
- 12.Isaías 33:24-Jeremías 22:4
- 13.Jeremías 23:2-Ezequiel 3:11
- 14.Ezequiel 7:27-Joel 3:3
- 15.Joel 3:16-Lucas 20:9
- 16.Lucas 20:19-Apocalipsis 21:3
Por tanto, así dice el SEÑOR, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a Mi pueblo: ``Ustedes han dispersado Mis ovejas y las han ahuyentado, y no se han ocupado de ellas. Por eso Yo me encargaré de ustedes por la maldad de sus obras," declara el SEÑOR.
``Además, entre los profetas de Samaria he visto algo ofensivo: Profetizaban en {nombre de} Baal y extraviaban a Mi pueblo Israel.
Pero si ellos hubieran estado en Mi consejo, Habrían hecho oír Mis palabras a Mi pueblo, Y lo habrían hecho volver de su mal camino Y de la maldad de sus obras.
que tratan de que Mi pueblo se olvide de Mi nombre con los sueños que se cuentan unos a otros, tal como sus padres olvidaron Mi nombre a causa de Baal?
"Estoy contra los que profetizan sueños falsos," declara el SEÑOR, ``y los cuentan y hacen errar a Mi pueblo con sus mentiras y sus presunciones, cuando Yo no los envié ni les di órdenes, ni son de provecho alguno para este pueblo," declara el SEÑOR.
"Así que cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o un sacerdote: ` ¿Cuál es el oráculo (la profecía) del SEÑOR?' les dirás: ` ¿Cuál oráculo?' El SEÑOR declara: `Yo los abandonaré.'
"Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que diga: `Oráculo (Profecía) del SEÑOR,' traeré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.
~`Les daré un corazón para que Me conozcan, porque Yo soy el SEÑOR; y ellos serán Mi pueblo y Yo seré su Dios, pues volverán a Mí de todo corazón.
Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá (éste {era} el primer año de Nabucodonosor, rey de Babilonia),
la cual el profeta Jeremías habló a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, diciéndoles:
a Faraón, rey de Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo;
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del SEÑOR.
Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el SEÑOR le había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: ``De cierto, morirás.
" ¿Por qué has profetizado en nombre del SEÑOR, diciendo: `Esta casa será como Silo y esta ciudad quedará desolada sin habitante alguno?'" Y todo el pueblo se congregó contra Jeremías en la casa del SEÑOR.
Entonces los sacerdotes y los profetas hablaron a los jefes y a todo el pueblo, y les dijeron: `` ¡Sentencia de muerte para este hombre!, porque ha profetizado contra esta ciudad, como han oído con sus propios oídos."
Entonces Jeremías habló a todos los jefes y a todo el pueblo, y les dijo: ``El SEÑOR me ha enviado a profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las palabras que han oído.
Entonces los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: ``Que no haya sentencia de muerte para este hombre, porque en nombre del SEÑOR nuestro Dios nos ha hablado."
Y se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, y dijeron:
``Miqueas de Moréset profetizó en días de Ezequías, rey de Judá, y habló a todo el pueblo de Judá: `Así ha dicho el SEÑOR de los ejércitos: ``Sion será arada {como} un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, Y el monte del santuario {será} como los lugares altos de un bosque."'
Pero la mano de Ahicam, hijo de Safán, estaba con Jeremías, de manera que no fue entregado en manos del pueblo para que le dieran muerte.
Y a Sedequías, rey de Judá, hablé palabras como éstas: ``Pongan su cuello bajo el yugo del rey de Babilonia, y sírvanle a él y a su pueblo, y vivirán.
" ¿Por qué han de morir, tú y tu pueblo, por la espada, el hambre y la pestilencia, tal como ha hablado el SEÑOR de la nación que no sirva al rey de Babilonia?
Entonces hablé a los sacerdotes y a todo este pueblo, y les dije: ``Así dice el SEÑOR: No escuchen las palabras de sus profetas que les profetizan: `Los utensilios de la casa del SEÑOR serán devueltos en breve de Babilonia,' porque ellos les profetizan mentira.
En el mismo año, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta Hananías, hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del SEÑOR en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:
Entonces el profeta Jeremías respondió al profeta Hananías en presencia de los sacerdotes y en presencia de todo el pueblo que estaba de pie en la casa del SEÑOR;
"Pero oye ahora esta palabra que voy a hablar a tus oídos y a oídos de todo el pueblo:
Y Hananías dijo en presencia de todo el pueblo: ``Así dice el SEÑOR: `De esta manera romperé dentro de dos años el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones.'" Luego el profeta Jeremías se fue por su camino.
Y el profeta Jeremías dijo al profeta Hananías: ``Escucha ahora, Hananías, el SEÑOR no te ha enviado, y tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.
Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.
(pues así dice el SEÑOR acerca del rey que se sienta sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, sus hermanos que no fueron con ustedes al destierro),
``Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: `Por cuanto has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo que está en Jerusalén, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciéndole {a Sofonías}:
por tanto, así dice el SEÑOR: ``Voy a castigar a Semaías el Nehelamita y a su descendencia. No tendrá a nadie que habite en medio de este pueblo, ni verá el bien que voy a hacer a Mi pueblo," declara el SEÑOR ``porque predicó la rebelión contra el SEÑOR."'"
~`Porque, vienen días,' declara el SEÑOR, `cuando restauraré el bienestar (haré volver a los cautivos) de Mi pueblo, Israel y Judá.' El SEÑOR dice: `También los haré volver a la tierra que di a sus padres y la poseerán.'"
``En aquel tiempo," declara el SEÑOR. ``Yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán Mi pueblo."
Así dice el SEÑOR: ``Ha hallado gracia en el desierto El pueblo que escapó (sobrevivió) de la espada: Israel, cuando iba en busca de su reposo."
Porque así dice el SEÑOR: ``Griten con alegría por Jacob, Y den voces por la primera de las naciones. Proclamen, den alabanza, y digan: `Oh SEÑOR, salva a Tu pueblo, Al remanente de Israel.'
Y llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, Y Mi pueblo se saciará de Mi bondad," declara el SEÑOR.
``Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días," declara el SEÑOR. ``Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.
~`Sacaste a Tu pueblo Israel de la tierra de Egipto con señales y portentos, con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terror,
"Porque así dice el SEÑOR: `Como he traído a este pueblo toda esta gran calamidad así he de traer sobre ellos todo el bien que les prometo.
`` ¿No has observado lo que dice este pueblo: `Las dos familias que el SEÑOR escogió, El las ha desechado'? Desprecian a Mi pueblo, ya no son una nación ante sus ojos.
Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, después que el rey Sedequías había hecho un pacto con todo el pueblo que {había} en Jerusalén para proclamarles libertad:
Y obedecieron todos los oficiales y todo el pueblo que habían entrado en el pacto, de que cada uno dejara en libertad a su siervo y cada uno a su sierva, de modo que nadie los mantuviera más en servidumbre; obedecieron y {los} pusieron {en libertad.}
a los oficiales de Judá, a los oficiales de Jerusalén, a los oficiales de la corte, a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra que pasaron entre las mitades del becerro.
`Ciertamente los hijos de Jonadab, hijo de Recab, han guardado el mandato que su padre les ordenó, pero este pueblo no Me ha escuchado.'"'
"Ve, pues, y lee en el rollo que has escrito al dictado mío, las palabras del SEÑOR a oídos del pueblo, en la casa del SEÑOR un día de ayuno. También las leerás a oídos de todos {los de} Judá que vienen de sus ciudades.
"Tal vez su súplica llegue delante del SEÑOR, y todos se vuelvan de su mal camino, porque grande es la ira y el furor que el SEÑOR ha pronunciado contra este pueblo."
Y en el año quinto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, en el mes noveno, todo el pueblo en Jerusalén y todo el pueblo que vino de las ciudades de Judá a Jerusalén proclamaron ayuno delante del SEÑOR.
Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías a oídos de todo el pueblo en la casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías, hijo del escriba Safán, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva de la casa del SEÑOR.
Micaías les declaró todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el libro a oídos del pueblo.
Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: ``Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven." Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos.
Pero ni él, ni sus siervos, ni el pueblo de la tierra escucharon las palabras que el SEÑOR había hablado por medio del profeta Jeremías.
Y Jeremías entraba y salía en medio del pueblo, porque {todavía} no lo habían puesto en la cárcel.
Jeremías trató de salir de Jerusalén para ir a la tierra de Benjamín a tomar allí posesión de una propiedad en el pueblo.
Dijo también Jeremías al rey Sedequías: `` ¿{En} qué he pecado contra usted, o contra sus siervos, o contra este pueblo para que me haya puesto en prisión?
Y Sefatías, hijo de Matán, Gedalías, hijo de Pasur, Jucal, hijo de Selemías, y Pasur, hijo de Malquías, oyeron las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo:
Entonces dijeron los oficiales al rey: ``Den muerte ahora a este hombre, porque él desanima a los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo diciéndoles tales palabras. Este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal."
Los Caldeos prendieron fuego al palacio del rey y a las casas del pueblo y derribaron los muros de Jerusalén.
En cuanto al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, a los desertores que se habían pasado a él, y los demás del pueblo que quedaban, Nabuzaradán, capitán de la guardia, {los} llevó cautivos a Babilonia.
Pero a algunos de los más pobres del pueblo que no tenían nada, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los dejó en la tierra de Judá, y aquel día les dio viñas y campos.
y enviaron a sacar a Jeremías del patio de la guardia y lo pusieron al cuidado de Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. Y Jeremías se quedó en medio del pueblo.
Como {Jeremías} aun no se volvía, {le dijo:} ``Vuelve a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha puesto para gobernar sobre las ciudades de Judá, y quédate con él en medio del pueblo; y si no, ve adonde te parezca más conveniente ir." Entonces el capitán de la guardia le dio una ración de alimentos y un regalo, y lo dejó ir.
Jeremías fue entonces a Gedalías, hijo de Ahicam, en Mizpa, y se quedó con él en medio del pueblo que había quedado en la tierra.
Después Ismael tomó cautivo a todo el resto del pueblo que {estaba} en Mizpa, a las hijas del rey y a todo el pueblo que había quedado en Mizpa, a los cuales Nabuzaradán, capitán de la guardia, había puesto bajo el mando de Gedalías, hijo de Ahicam. Los tomó, pues, cautivos Ismael, hijo de Netanías, y fue a pasarse a los Amonitas.
Cuando todo el pueblo que estaba con Ismael vio a Johanán, hijo de Carea, y a los jefes de las tropas que estaban con él, se alegraron.
Y todo el pueblo que Ismael llevaba cautivo a Mizpa dio la vuelta y regresó y se fue con Johanán, hijo de Carea.
Entonces Johanán, hijo de Carea, y todos los jefes de las tropas que estaban con él, tomaron de Mizpa a todo el resto del pueblo que él había recobrado de Ismael, hijo de Netanías, después que {éste} había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, {es decir,} a los hombres de guerra, las mujeres, los niños y los eunucos, que había traído de Gabaón.
Entonces se acercaron todos los jefes de las tropas, Johanán, hijo de Carea, Jezanías, hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
Entonces llamó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los jefes de las tropas que estaban con él, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
Pero tan pronto como Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del SEÑOR su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el SEÑOR su Dios le había enviado,
Así que Johanán, hijo de Carea, ni ninguno de los jefes de las tropas, ni nadie del pueblo, obedecieron la voz del SEÑOR, de quedarse en la tierra de Judá,
Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban sacrificios a otros dioses, junto con todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías:
Entonces Jeremías habló a todo el pueblo, a hombres y a mujeres, a todo el pueblo que así le respondía:
``En cuanto a los sacrificios que han quemado en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, ustedes y sus padres, sus reyes y sus príncipes y el pueblo de la tierra, ¿no se ha acordado el SEÑOR de ellos, y no ha venido {esto} a Su mente?
Entonces Jeremías dijo a todo el pueblo y a todas las mujeres: ``Oigan la palabra del SEÑOR, todo Judá, los que están en la tierra de Egipto:
Han tropezado muchas veces; En verdad, han caído uno sobre otro. Entonces dijeron: `Levántate y volvamos A nuestro pueblo y a nuestra tierra natal, Ante la espada opresora.'
Es avergonzada la hija de Egipto, Es entregada al poder del pueblo del norte."
Y Moab será destruida, {dejará} de {ser} pueblo Porque se engrandeció contra el SEÑOR.
¡Ay de ti, Moab! Ha perecido el pueblo de Quemos; Porque tus hijos han sido tomados en cautiverio, Y tus hijas en cautividad.
Acerca de los Amonitas. Así dice el SEÑOR: `` ¿No tiene hijos Israel? ¿No tiene heredero? ¿Por qué, pues, Milcom se ha apoderado de Gad Y su pueblo se ha establecido en sus ciudades?
Mi pueblo ha venido a ser como ovejas perdidas; Sus pastores las han descarriado, Haciéndolas vagar {por} los montes. Han andado de monte en collado Y han olvidado su lugar de descanso.
Exterminen de Babilonia al sembrador Y al que maneja la hoz en tiempo de la siega; Ante la espada opresora, Cada uno volverá a su pueblo, Cada uno huirá a su tierra.
Un pueblo viene del norte, Una gran nación, Y muchos reyes se levantarán De los confines de la tierra.
Salgan de en medio de ella, pueblo Mío, Y salve cada uno su vida Del ardor de la ira del SEÑOR.
En el mes cuarto, a los nueve {días} del mes, cuando se agravó el hambre en la ciudad y no había alimento para el pueblo,
Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó al destierro a algunos de los más pobres del pueblo, al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia, y al resto de los artesanos.
También tomó de la ciudad a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, a siete de los consejeros del rey que se hallaban en la ciudad, al escriba del comandante del ejército que reclutaba al pueblo de la tierra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaban dentro de la ciudad.
Este es el pueblo que Nabucodonosor llevó al destierro: en el año séptimo, 3,023 Judíos;
Jerusalén recuerda en los días de su aflicción y de su vagar Todos sus tesoros Que existían desde los tiempos antiguos, Cuando su pueblo cayó en mano del adversario Sin que nadie la ayudara. Al verla sus adversarios, Se burlaron de su ruina.
Todo su pueblo gime buscando pan; Han dado sus tesoros a cambio de comida Para restaurar sus vidas. ``Mira, oh SEÑOR, y observa Que me están despreciando."
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad.
He venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo, Su canción todo el día.
Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén).
Aun los chacales dan las ubres, Dan de mamar a sus crías; {Pero} la hija de mi pueblo (Jerusalén) se ha vuelto cruel Como los avestruces en el desierto.
La iniquidad de la hija de mi pueblo Es mayor que el pecado de Sodoma, Que fue derribada en un instante Sin que manos actuaran contra ella.
Las manos de mujeres compasivas Cocieron a sus propios hijos, Que les sirvieron de comida A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén).
"Porque no eres enviado a un pueblo de habla incomprensible y lengua difícil, {sino} a la casa de Israel.
"Y ve a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de {escuchar:} `Así dice el Señor DIOS.'"
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