'Sus' en la Biblia
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- 2.Gé 32:15-Gé 44:23
- 3.Gé 44:31-Éx 9:20
- 4.Éx 9:21-Éx 28:28
- 5.Éx 28:33-Éx 39:27
- 6.Éx 39:33-Levítico 14:22
- 7.Levítico 14:30-Levítico 26:31
- 8.Levítico 26:32-Números 6:23
- 9.Números 7:1-Números 25:2
- 10.Números 25:5-Deuteronomio 1:27
- 11.Deuteronomio 1:30-Deuteronomio 27:10
- 12.Deuteronomio 28:1-Josué 11:4
- 13.Josué 11:6-Josué 21:36
- 14.Josué 21:37-Jueces 11:11
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- 16.1 Samuel 12:15-1 Samuel 31:12
- 17.1 Samuel 31:13-1 Reyes 3:15
- 18.1 Reyes 3:26-1 Reyes 20:32
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- 20.2 Reyes 15:38-1 Crónicas 6:56
- 21.1 Crónicas 6:57-1 Crónicas 19:3
- 22.1 Crónicas 19:7-2 Crónicas 7:6
- 23.2 Crónicas 7:10-2 Crónicas 28:18
- 24.2 Crónicas 28:25-Esdras 5:3
- 25.Esdras 5:6-Nehemías 11:3
- 26.Nehemías 11:12-Job 15:29
- 27.Job 15:30-Job 39:14
- 28.Job 39:16-Salmos 55:11
- 29.Salmos 55:15-Salmos 91:11
- 30.Salmos 91:12-Salmos 115:4
- 31.Salmos 115:14-Proverbios 13:3
- 32.Proverbios 13:8-Cantares 7:7
- 33.Cantares 7:8-Isaías 23:11
- 34.Isaías 23:13-Isaías 51:6
- 35.Isaías 51:7-Jeremías 7:14
- 36.Jeremías 7:15-Jeremías 23:39
- 37.Jeremías 24:8-Jeremías 46:25
- 38.Jeremías 46:26-Lamentaciones 4:3
- 39.Lamentaciones 4:7-Ezequiel 17:7
- 40.Ezequiel 17:9-Ezequiel 28:23
- 41.Ezequiel 28:26-Ezequiel 41:22
- 42.Ezequiel 42:4-Daniel 10:9
- 43.Daniel 11:2-Amós 2:9
- 44.Amós 2:11-Hageo 2:3
- 45.Hageo 2:14-Mateo 12:49
- 46.Mateo 13:15-Marcos 1:19
- 47.Marcos 1:36-Lucas 2:28
- 48.Lucas 2:41-Lucas 19:29
- 49.Lucas 19:33-Hechos 1:9
- 50.Hechos 1:14-Hechos 27:19
- 51.Hechos 28:25-1 Tesalonicenses 2:15
- 52.1 Tesalonicenses 2:16-2 Pedro 3:13
- 53.2 Pedro 3:16-Apocalipsis 19:19
- 54.Apocalipsis 19:21-Apocalipsis 22:14
Y delante de las cámaras había un corredor de diez codos de ancho a la parte de adentro, con viaje de un codo; y sus puertas hacia el norte.
Y el corredor que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte; conforme a su longitud, asimismo su anchura, y todas sus salidas; conforme a sus puertas, y conforme a sus entradas.
Cuando los sacerdotes entraren, no saldrán del lugar Santo al atrio de afuera, sino que allí dejarán sus vestimentas con que ministrarán, porque son santas; y se vestirán otros vestidos, y así se allegarán a lo que es del pueblo.
Y me dijo: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi asiento, y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre; y nunca más contaminará la Casa de Israel mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, y con los cuerpos muertos de sus reyes en sus altares.
Poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su poste junto a mi poste, y una pared entre mí y ellos, contaminaron mi Santo Nombre con sus abominaciones que hicieron, y yo los consumí en mi furor.
Ahora echarán lejos de mí su fornicación, y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
Tú, hijo de hombre, muestra a la Casa de Israel esta Casa, y avergüéncense de sus iniquidades, y entiendan su diseño.
Si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender la figura de la Casa, y su diseño, y sus salidas y sus entradas, y todas sus figuras, y todas sus descripciones, y todas sus pinturas, y todas sus leyes; y escríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma, y todas sus reglas, y las pongan por obra.
Y el altar tenía doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados.
Y el patio era de catorce codos de longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y el medio que tenía aro de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al oriente.
``Y tomarás de su sangre y la pondrás sobre sus cuatro cuernos, en los cuatro ángulos del zócalo y en el borde todo alrededor; así lo limpiarás y harás expiación por él.
Por siete días expiarán el altar, y lo limpiarán, y ellos henchirán sus manos.
~`Cuando hayan terminado estos días, sucederá que del octavo día en adelante, los sacerdotes ofrecerán sobre el altar sus holocaustos y sus ofrendas de paz; y Yo Me complaceré en ustedes,' declara el Señor DIOS."
Y me dijo el SEÑOR: Hijo de hombre, pon tu corazón, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todas las ordenanzas de la Casa del SEÑOR, y de todas sus leyes; y pon tu corazón a las entradas de la Casa, y a todas las salidas del Santuario.
"Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: `Así dice el Señor DIOS: ``Son ya demasiadas todas sus abominaciones, oh casa de Israel,
cuando introdujeron extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para que estuvieran en Mi santuario y profanaran Mi casa; cuando {les} ofrecieron Mi alimento, la grasa y la sangre; invalidaron, pues, Mi pacto; {esto} además de todas sus abominaciones.
Y los levitas que se apartaron lejos de mí cuando Israel erró, el cual se desvió de mí en pos de sus ídolos, llevarán su iniquidad.
Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la Casa de Israel por tropezadero de iniquidad; por tanto, yo alcé mi mano acerca de ellos, dijo el Señor DIOS, que llevarán su iniquidad.
No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se llegarán a ninguna de mis santificaciones; a mis cosas santísimas; sino que llevarán su vergüenza, y sus abominaciones que hicieron.
Chapeos de lino tendrán en sus cabezas, y calzoncillos de lino en sus lomos; no se ceñirán para sudar.
Y cuando salieren al atrio de afuera, al atrio de afuera al pueblo, se desnudarán de sus vestimentas con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del Santuario, y se vestirán de otros vestidos; así no santificarán el pueblo con sus vestimentas.
Y no raparán su cabeza, ni dejarán crecer el cabello; sino que lo recortarán trasquilando sus cabezas.
"Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y de toda clase de ofrenda de sus ofrendas, serán para los sacerdotes; también darán al sacerdote las primicias de sus masas para que haga reposar una bendición sobre su casa.
De esto serán para el Santuario quinientas de longitud, y quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus ejidos.
`Esta será la {porción} consagrada de la tierra para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar al SEÑOR; será un lugar para sus casas y un {lugar} sagrado para el santuario.
Esta tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; mas darán la tierra a la Casa de Israel por sus tribus.
Y el príncipe entrará de afuera por el camino del portal de la puerta, y estará al umbral de la puerta, (mientras los sacerdotes harán su holocausto y sus pacíficos) y adorará a la entrada de la puerta; después saldrá; mas no se cerrará la puerta hasta la tarde.
y por ofrenda un efa con cada carnero; y con cada cordero una ofrenda, según sus posibilidades, y un hin de aceite con el efa.
Y hará ofrenda de un efa con el becerro, y un efa con cada carnero; mas con los corderos, según sus posibilidades; y un hin de aceite por cada efa.
Y en las fiestas y en las solemnidades será la ofrenda un efa con cada becerro, y un efa con cada carnero; y con los corderos, según sus posibilidades; y un hin de aceite con cada efa.
Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto o pacíficos al SEÑOR, le abrirán la puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus pacíficos, como hace en el día del sábado; después saldrá; y cerrarán la puerta después que saliere.
Así dijo el Señor DIOS: Si el príncipe diere algún don de su heredad a alguno de sus hijos, será de ellos; posesión de ellos será por herencia.
Mas si de su heredad diere don a alguno de sus siervos, será de él hasta el año de libertad, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos.
Y el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, por no defraudarlos de su posesión; de lo que él posee dará herencia a sus hijos; para que mi pueblo no sea echado cada uno de su posesión.
Y junto a él se pararán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim habrá un lugar para tender las redes. Sus peces serán según sus especies, como los peces del mar Grande, numerosísimos.
Sus charcos y sus lagunas no se sanarán; quedarán para salinas.
Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de fruto de comer; su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto; a sus meses madurará, porque sus aguas salen del Santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
"La repartirán por heredad a cada uno en igual proporción que a su hermano; porque juré darla a sus padres, esta tierra les tocará en heredad.
Y éstos son los nombres de las tribus: Desde la parte del norte por la vía de Hetlón viniendo a Hamat, Hazar-enán, al término de Damasco, al norte, al término de Hamat, tendrá Dan una parte, siendo sus extremidades al oriente y al occidente.
Y éstas serán sus medidas: a la parte del norte cuatro mil quinientas cañas, y a la parte del mediodía cuatro mil quinientas, y a la parte del oriente cuatro mil quinientas, y a la parte del occidente cuatro mil quinientas.
Lo que quede de la longitud a lo largo de la porción sagrada {será} de diez mil {codos} hacia el oriente y de diez mil hacia el occidente; y estará a lo largo de la porción sagrada. Y sus productos servirán de alimento para los trabajadores de la ciudad.
Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad a las tribus de Israel, y éstas son sus partes, dijo el Señor DIOS.
Y a la parte del occidente cuatro mil quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad, una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Neftalí, otra.
Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los vasos de la Casa de Dios, y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios; y metió los vasos en la casa del tesoro de su dios.
Y dijo el rey a Aspenaz, príncipe de sus eunucos, que trajera de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
y el jefe de oficiales dijo a Daniel: ``Temo a mi señor el rey, porque él ha asignado su comida y su bebida. ¿Por qué ha de ver sus rostros más pálidos que los de los {demás} jóvenes de su edad? Así pondrían en peligro mi cabeza ante el rey."
Y mandó el rey llamar a magos, astrólogos, encantadores, y caldeos, para que mostraran al rey sus sueños. Los cuales vinieron, y se presentaron delante del rey.
Entonces los Caldeos hablaron al rey en Arameo: `` ¡Oh rey, viva para siempre! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación."
El rey respondió a los Caldeos: ``Mis órdenes son firmes: si no me dan a conocer el sueño y su interpretación, serán descuartizados y sus casas serán reducidas a escombros.
Respondieron la segunda vez, y dijeron: Diga el rey el sueño a sus siervos, y le mostraremos su declaración.
Y se publicó el mandamiento y los sabios eran llevados a la muerte y buscaron a Daniel y a sus compañeros para matarlos.
Entonces Daniel se fue a su casa y declaró el negocio a Ananías, Misael, y Azarías, sus compañeros,
para demandar misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, y que Daniel y sus compañeros no perecieran con los otros sabios de Babilonia.
La cabeza de esta imagen era de fino oro; sus pechos y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce;
sus piernas de hierro; sus pies, en parte de hierro, y en parte de barro cocido.
Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con manos, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
"{Pero} hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, {es decir,} Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado."
"Pero si no {lo hace,} ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado."
Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus calzas, sus turbantes, y sus vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego ardiendo.
Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente preguntó a sus altos oficiales: ¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego? Ellos respondieron y dijeron al rey: Ciertamente, oh rey.
Y se juntaron los grandes, los gobernadores, y los capitanes, y los del consejo del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no se enseñoreó de sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas fue quemado, ni sus ropas se mudaron, ni olor de fuego pasó por ello.
Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, que envió su ángel, y libró a sus siervos que esperaron en él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que sirvieran ni adoraran otro dios que su Dios.
Por tanto, proclamo un decreto de que todo pueblo, nación o lengua que diga blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego sea descuartizado y sus casas reducidas a escombros, ya que no hay otro dios que pueda librar de esta manera.
¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su Reino, Reino sempiterno, y su señorío hasta generación y generación.
Su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y para todos había en él mantenimiento. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y toda carne se mantenía de él.
Y clamaba fuertemente y decía así: Cortad el árbol, y desmochad sus ramas, derribad su copa, y derramad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.
Mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce quede atado en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias en la hierba de la tierra.
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltasar, estuvo callando casi una hora, y sus pensamientos lo espantaban. El rey entonces habló, y dijo: Beltasar, el sueño ni su declaración te espanten. Respondió Beltasar, y dijo: Señor mío, el sueño sea para tus enemigos, y su declaración para los que mal te quieren.
y cuya copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo,
Y en cuanto a lo que vio el rey, un centinela y santo que descendía del cielo, y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce quede atado en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos:
~`Por tanto, oh rey, que mi consejo le sea grato: ponga fin a sus pecados {haciendo} justicia, y a sus iniquidades mostrando misericordia a los pobres. Quizás sea prolongada su prosperidad.'
En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves.
Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y a los que andan con soberbia, puede humillar.
El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y contra todos mil bebía vino.
Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajeran los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del Templo de Jerusalén; para que bebieran con ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.
Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del Templo de la Casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron con ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas.
Entonces el rey se demudó de su color, y sus pensamientos lo turbaron, y se desataron las ceñiduras de sus lomos, y sus rodillas se batían la una con la otra.
Entonces el rey Belsasar estuvo muy turbado, y se le mudaron sus colores y se alteraron sus príncipes.
La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró a la sala del banquete. Habló la reina, y dijo: Rey, para siempre vive, no te asombren tus pensamientos, ni tus colores se demuden;
sino que se ha ensalzado usted contra el Señor del cielo. Y han traído delante de usted los vasos de Su templo, y usted y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas, han estado bebiendo vino en ellos y han alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni entienden. Pero al Dios que tiene en Su mano su propio aliento y es dueño de todos sus caminos, no ha glorificado.
Y fue traída una piedra, y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo, y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se mudara.
Y mandándolo el rey fueron traídos aquellos varones que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones, ellos, sus hijos, y sus mujeres; y aún no habían llegado al suelo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos, y quebrantaron todos sus huesos.
La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta tanto que sus alas fueron arrancadas, y fue quitada de la tierra; y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso al lado, y tenía tres costillas entre sus dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.
Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante a un tigre, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dada potestad.
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en gran manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos.
Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas; y un Anciano de gran edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente.
Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas eran de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies;
asimismo acerca de los diez cuernos que estaban en su cabeza, y del otro que había subido, de delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandezas, y su parecer era mayor que el de sus compañeros.
``Y él proferirá palabras contra el Altísimo y afligirá a los santos del Altísimo, e intentará cambiar los tiempos y la ley; y le serán entregados en sus manos por un tiempo, por tiempos y por medio tiempo.
Y estando yo considerando, he aquí un macho cabrío venía de la parte del poniente sobre la faz de toda la tierra, el cual no tocaba la tierra; y tenía aquel macho cabrío un cuerno notable entre sus ojos.
Y lo vi que llegaba junto al carnero, y se levantó contra él, y lo hirió, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él; lo derribó por tanto en tierra, y lo holló; ni hubo quien librara al carnero de su mano.
Y el macho cabrío es el rey de Grecia; y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
Y oré al SEÑOR mi Dios e hice confesión y dije: Ay, Señor, el Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para los que le aman y guardan sus mandamientos,
y no escuchamos a la voz del SEÑOR nuestro Dios, para andar por sus leyes, las cuales puso él delante de nosotros por mano de sus siervos los profetas.
Y se apresuró el SEÑOR sobre el castigo, y lo trajo sobre nosotros; porque justo es el SEÑOR nuestro Dios en todas sus obras que hizo, porque no escuchamos su voz.
Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por el Señor.
y alzando mis ojos miré, y he aquí un varón vestido de lienzos, y ceñidos sus lomos de oro muy fino;
y su cuerpo era como piedra de Tarsis (turquesa), y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce resplandeciente, y la voz de sus palabras como la voz de un ejército.
Pero oí la voz de sus palabras; y cuando oí la voz de sus palabras, fui adormecido sobre mi rostro, y mi rostro en tierra.
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