'Tampoco' en la Biblia
Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Tampoco echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; mas echan el vino nuevo en odres nuevos, y ambos se conservan.
Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y Él les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo, en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en el cielo os perdonará vuestras ofensas.
Y ellos, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Y la tomó el segundo, y murió, y tampoco él dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera.
Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos.
Entonces Jesús les dijo: Yo tampoco os digo con qué autoridad hago estas cosas.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Porque la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad; sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Porque la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, mira, no sea que a ti tampoco te perdone.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
La esposa no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la esposa.
Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.
Porque tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.
Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito: Ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
pues yo ni lo recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesucristo.
Porque aun cuando estábamos con vosotros, os mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo tiene también al Padre.