'Te' en la Biblia
le encontraron y le dijeron*: Todos te buscan.
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ``Tus pecados te son perdonados", o decir{le:} ``Levántate, toma tu camilla y anda"?
A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Y había una multitud sentada alrededor de El, y le dijeron*: He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera {y} te buscan.
El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; entonces le despertaron* y le dijeron*: Maestro, ¿no te importa que perezcamos?
y gritando a gran voz, dijo*: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes.
Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo*: Me llamo Legión, porque somos muchos.
Y le rogaba* con insistencia, diciendo: Mi hijita está al borde de la muerte; {te ruego} que vengas y pongas las manos sobre ella para que sane y viva.
Y sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te oprime, y dices: `` ¿Quién me ha tocado?"
Y {Jesús} le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Y tomando a la niña por la mano, le dijo*: Talita cum (que traducido significa: Niña, a ti te digo, ¡levántate!).
Porque Juan le decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.
y cuando la hija misma de Herodías entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban {a la mesa} con él; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré.
Y le juró: Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.
Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo,
Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él.
Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible,
Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,
Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve {y} vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
{Entonces} Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Y se le acercaron* Jacobo y Juan, los dos hijos de Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos.
Y Jesús se detuvo y dijo: Llamadle. Y llamaron* al ciego, diciéndole: ¡Anímate! Levántate, {que} te llama.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.
y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, o quién te dio la autoridad para hacer esto?
Y Jesús le dijo*: En verdad te digo que tú, hoy, esta {misma} noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces.
Pero {Pedro} con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
De nuevo Pilato le preguntó, diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan.