'Ti' en la Biblia
- 1.Gé 3:15-Éx 23:20
- 2.Éx 23:23-Deuteronomio 18:15
- 3.Deuteronomio 19:1-1 Samuel 17:45
- 4.1 Samuel 17:46-2 Reyes 3:14
- 5.2 Reyes 4:3-Salmos 5:3
- 6.Salmos 5:4-Salmos 86:4
- 7.Salmos 86:9-Isaías 47:9
- 8.Isaías 47:11-Jeremías 48:32
- 9.Jeremías 48:43-Ezequiel 28:18
- 10.Ezequiel 28:19-Malaquías 1:8
- 11.Malaquías 2:14-Hechos 22:19
- 12.Hechos 23:18-Apocalipsis 18:23
CUANDO Jehová tu Dios talare las gentes, cuya tierra Jehová tu Dios te da á ti, y tú las heredares, y habitares en sus ciudades, y en sus casas;
Porque no sea derramada sangre inocente en medio de tu tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad, y sea sobre ti sangre.
Haréis á él como él pensó hacer á su hermano: y quitarás el mal de en medio de ti.
Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más á hacer una mala cosa como ésta, en medio de ti.
Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti: y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales Jehová tu Dios te entregó.
Así harás á todas la ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estas gentes.
Cuando pusieres cerco á alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, que no es hombre el árbol del campo para venir contra ti en el cerco.
Y tú quitarás la culpa de sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto en los ojos de Jehová.
Y vieres entre los cautivos alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer,
Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán con piedras, y morirá: así quitarás el mal de en medio de ti; y todo Israel oirá, y temerá.
Dejarás ir á la madre, y tomarás los pollos para ti; para que te vaya bien, y prolongues tus días.
Entonces la sacarán á la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán con piedras los hombres de su ciudad, y morirá; por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre: así quitarás el mal de en medio de ti.
Entonces los sacaréis á ambos á la puerta de aquella ciudad, y los apedrearéis con piedras, y morirán; la moza porque no dió voces en la ciudad, y el hombre porque humilló á la mujer de su prójimo: así quitarás el mal de en medio de ti.
Por cuanto no os salieron á recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto; y porque alquiló contra ti á Balaam hijo de Beor de Pethor de Mesopotamia de Siria, para que te maldijese.
Cuando hubiere en ti alguno que no fuere limpio por accidente de noche, saldráse del campo, y no entrará en él.
Porque Jehová tu Dios anda por medio de tu campo, para librarte y entregar tus enemigos delante de ti; por tanto será tu real santo: porque él no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.
No entregarás á su señor el siervo que se huyere á ti de su amo:
More contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde bien le estuviere: no le harás fuerza.
Cuando prometieres voto á Jehová tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová tu Dios de ti, y habría en ti pecado.
Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado.
Cuando fuere hallado alguno que haya hurtado persona de sus hermanos los hijos de Israel, y hubiere mercadeado con ella, ó la hubiere vendido, el tal ladrón morirá, y quitarás el mal de en medio de ti.
En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo: pues es pobre, y con él sustenta su vida: porque no clame contra ti á Jehová, y sea en ti pecado.
Cuando sacudieres tus olivas, no recorrerás las ramas tras ti: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será.
Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras ti: para el extranjero, para el huérfano, y para la viuda será.
Que te salió al camino, y te desbarató la retaguardia de todos los flacos que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no temió á Dios.
Y te alegrarás con todo el bien que Jehová tu Dios te hubiere dado á ti y á tu casa, tú y el Levita, y el extranjero que está en medio de ti.
Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Pondrá Jehová á tus enemigos que se levantaren contra ti, de rota batida delante de ti: por un camino saldrán á ti, por siete caminos huirán delante de ti.
Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es llamado sobre ti, y te temerán.
Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano é hicieres, hasta que seas destruído, y perezcas presto á causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.
Y tus cielos que están sobre tu cabeza, serán de metal; y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
Dará Jehová por lluvia á tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.
Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no se te volverá; tus ovejas serán dadas á tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
Jehová llevará á ti, y á tu rey que hubieres puesto sobre ti, á gente que no conociste tú ni tus padres; y allá servirás á dioses ajenos, al palo y á la piedra.
Hijos é hijas engendrarás, y no serán para ti; porque irán en cautiverio.
El extranjero que estará en medio de ti subirá sobre ti muy alto, y tú serás puesto muy bajo.
El te prestará á ti, y tú no prestarás á él: él será por cabeza, y tú serás por cola.
Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido á la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó:
Y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu simiente para siempre.
Servirás por tanto á tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.
Jehová traerá sobre ti gente de lejos, del cabo de la tierra, que vuele como águila, gente cuya lengua no entiendas;
El hombre tierno en ti, y el muy delicado, su ojo será maligno para con su hermano, y para con la mujer de su seno, y para con el resto de sus hijos que le quedaren;
Y hará volver sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y se te pegarán.
Asismismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que tú seas destruído.
Y tendrás tu vida como colgada delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no confiarás de tu vida.
Para confirmarte hoy por su pueblo, y que él te sea á ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como él juró á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob.
Y SERA que, cuando te sobrevinieren todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y volvieres á tu corazón en medio de todas las gentes á las cuales Jehová tu Dios te hubiere echado,
Jehová también volverá tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y tornará á recogerte de todos los pueblos á los cuales te hubiere esparcido Jehová tu Dios.
Y hacerte ha Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien: porque Jehová volverá á gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal:
Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá estas gentes de delante de ti, y las heredarás: Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.
Y Jehová es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.
Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.
Verás por tanto delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, á la tierra que doy á los hijos de Israel.
Ellos enseñarán tus juicios á Jacob, Y tu ley á Israel; Pondrán el perfume delante de ti, Y el holocausto sobre tu altar.
El eterno Dios es tu refugio Y acá abajo los brazos eternos; El echará de delante de ti al enemigo, Y dirá: Destruye.
De la manera que obedecimos á Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos á ti: solamente Jehová tu Dios sea contigo, como fué con Moisés.
Entonces el rey de Jericó, envió á decir á Rahab: Saca fuera los hombres que han venido á ti, y han entrado en tu casa; porque han venido á espiar toda la tierra.
Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana, porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás estar delante de tus enemigos, hasta tanto que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros.
Y Jehová dijo á Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.
Y los hijos de Judá vinieron á Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo á Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante á mí y á ti.
Entonces Moisés juró, diciendo: Si la tierra que holló tu pie no fuere para ti, y para tus hijos en herencia perpetua: por cuanto cumpliste siguiendo á Jehová mi Dios.
Y Josué les respondió: Si eres pueblo tan grande, sube tú al monte, y corta para ti allí en la tierra del Pherezeo y de los gigantes, pues que el monte de Ephraim es angosto para ti.
Y llegóse Aod á él, el cual estaba sentado solo en una sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla.
Y yo atraeré á ti al arroyo de Cisón á Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y entregarélo en tus manos?
Entonces Débora dijo á Barac: Levántate; porque este es el día en que Jehová ha entregado á Sísara en tus manos: ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres en pos de él.
De Ephraim salió su raíz contra Amalec, Tras ti, Benjamín, contra tus pueblos; De Machîr descendieron príncipes, Y de Zabulón los que solían manejar punzón de escribiente.
Y él respondió: Yo te ruego, que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
Ruégote que no te vayas de aquí, hasta que á ti vuelva, y saque mi presente, y lo ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Y Jehová le dijo: Paz á ti; no tengas temor, no morirás.
Y envió sagazmente mensajeros á Abimelech, diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos han venido á Sichêm, y he aquí, que han cercado la ciudad contra ti.
Y por la mañana al salir del sol te levantarás y acometerás la ciudad: y él y el pueblo que está con él saldrán contra ti, y tu harás con él según que se te ofrecerá.
Y los hijos de Israel clamaron á Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado á nuestro Dios, y servido á los Baales.
Y los ancianos de Galaad respondieron á Jephté: Por esta misma causa tornamos ahora á ti, para que vengas con nosotros, y pelees contra los hijos de Ammón, y nos seas cabeza á todos los que moramos en Galaad.
Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces mal conmigo haciéndome guerra: Jehová, que es el juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón.
Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Ruégote permitas que te detengamos, y aderezaremos un cabrito que poner delante de ti.
Y al séptimo día dijeron á la mujer de Samsón: Induce á tu marido á que nos declare este enigma, porque no te quememos á ti y á la casa de tu padre. ¿Habéisnos llamado aquí para poseernos?
Y estaban espías en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y no se supo su fuerza.
Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y atóle con ellas, y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y los espías estaban en una cámara. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo.
Y ella hincó la estaca, y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti! Mas despertando él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela.
Y díjole: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras, y me escaparé: no sabiendo que Jehová ya se había de él apartado.
Y luego que él hubo vuelto á su madre los mil y cien siclos de plata, su madre dijo: Yo he dedicado este dinero á Jehová de mi mano para ti, hijo mío, para que hagas una imagen de talla y de fundición: ahora pues, yo te lo devuelvo.
Y Ruth respondió: No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
Después le dijo: Llega el lienzo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y púsoselas á cuestas: y vínose ella á la ciudad.
Y ella dijo: Oh, señor mío! vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto á ti orando á Jehová.
No hay santo como Jehová: Porque no hay ninguno fuera de ti; Y no hay refugio como el Dios nuestro.
Asimismo, antes de quemar el sebo, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
Y dijo Jehová á Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado á ti, sino á mí me han desechado, para que no reine sobre ellos.
Y ellas respondiéndoles, dijeron: Sí; helo aquí delante de ti: date pues priesa, porque hoy ha venido á la ciudad en atención á que el pueblo tiene hoy sacrificio en el alto.
Mañana á esta misma hora yo enviaré á ti un varón de la tierra de Benjamín, al cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará mi pueblo de mano de los Filisteos: pues yo he mirado á mi pueblo, porque su clamor ha llegado hasta mí.
Y de las asnas que se te perdieron hoy ha tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han hallado. Mas ¿por quién es todo el deseo de Israel, sino por ti y por toda la casa de tu padre?
Entonces alzó el cocinero una espaldilla, con lo que estaba sobre ella, y púsola delante de Saúl. Y Samuel dijo: He aquí lo que estaba reservado: ponlo delante de ti, y come; porque de industria se guardó para ti, cuando dije: Yo he convidado al pueblo. Y
Y bajarás delante de mí á Gilgal; y luego descenderé yo á ti para sacrificar holocaustos, é inmolar víctimas pacíficas. Espera siete días, hasta que yo venga á ti, y te enseñe lo que has de hacer.
Entonces los ancianos de Jabes le dijeron: Danos siete días, para que enviemos mensajeros á todos los términos de Israel; y si nadie hubiere que nos defienda, saldremos á ti.
Entonces Samuel le dijo: Jehová ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado á tu prójimo mejor que tú.
Diga pues nuestro señor á tus siervos que están delante de ti, que busquen alguno que sepa tocar el arpa; para que cuando fuere sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él taña con su mano, y tengas alivio.
Entonces dijo David al Filisteo: Tú vienes á mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo á ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has provocado.
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