Mas por esto fuí recibido á misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.

Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.

Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y encorvóse;

Y Balaam dijo á Balac: Ponte junto á tu holocausto, y yo iré: quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te la noticiaré. Y así se fué solo.

Hizo pues Manasés desviarse á Judá y á los moradores de Jerusalem, para hacer más mal que las gentes que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.

Su oración también, y cómo fué oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los lugares donde edificó altos y había puesto bosques é ídolos antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.

Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado; porque es grande.

Venid luego, dirá Jehová, y estemos á cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán á ser como blanca lana.

Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Por lo cual te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.

Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, sé propició á mí pecador.

Y viendo esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado á posar con un hombre pecador.

Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna.

El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida.

Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera.

Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.

Estas empero son escritas, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

Y de todo lo que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en éste es justificado todo aquel que creyere.

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y fhfifhfi ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?

La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;

Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

POR lo cual teniendo nosotros esta administración según la misericordia que hemos alcanzado, no desmayamos;

Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado:

Para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en Cristo.

Cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y á hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron: (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros.)

Por lo cual puede también salvar eternamente á los que por él se allegan á Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es á saber, ocho personas fueron salvas por agua.

El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito también;

Y este es el testimonio: Que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.

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