'En el espíritu' en la Biblia

Y él prosiguió hasta Naiot en Ramá; y vino también el Espíritu de Dios sobre él, e iba profetizando continuamente hasta llegar a Naiot en Ramá.

La sana lengua es árbol de vida; mas la perversidad en ella es una brecha en el espíritu.

Y la mano del SEÑOR fue sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio de un campo que estaba lleno de huesos.

Si alguno que anda en el espíritu de falsedad mintiere, diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será profeta a este pueblo.

El les dijo*: Entonces, ¿cómo es que David en el Espíritu le llama ``Señor", diciendo:

E irá delante de El en el espíritu y poder de Elías PARA HACER VOLVER LOS CORAZONES DE LOS PADRES A LOS HIJOS, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo {bien} dispuesto.

En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.

Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: ``Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo."

Y cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció,

Habiendo dicho Jesús esto, fue conmovido en el espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me ha de entregar.

Porque Juan a la verdad bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo, no muchos días después de éstos.

que (en el Espíritu Santo) por boca de David (nuestro padre), tu siervo, dijiste: ¿Por qué han bramado los gentiles, y los pueblos han pensado cosas vanas?

Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le persuaden.

Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo;

Entonces me acordé del dicho del Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua; mas vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo.

Pasadas estas cosas, Pablo decidió en el espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, debo visitar también Roma.

Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz;

Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él.

Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.

Verdad digo en Cristo, no miento, dándome testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo,

en el cuidado no perezosos; ardientes en el Espíritu; sirviendo al Señor;

Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.

Y esto érais algunos; mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el Nombre del Señor Jesús, y en el Espíritu del Dios nuestro.

Hay diferencia entre la mujer casada y la virgen, La mujer no casada tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en el cuerpo como en el espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar a su marido.

De otra manera, si bendices {sólo} en el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene {ese} don, puesto que no sabe lo que dices?

en castidad, en ciencia, en mansedumbre, en bondad, en el Espíritu Santo, en caridad no fingida;

¿Tan necios sois, habiendo comenzado en el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?

Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también en el Espíritu.

Porque el que siembra en su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra en el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

en el cual vosotros también sois juntamente edificados, por morada de Dios en el Espíritu.

El cual misterio en los otros siglos no se dió á conocer á los hijos de los hombres como ahora es revelado á sus santos apóstoles y profetas en el Espíritu:

y a renovaros en el espíritu de vuestro entendimiento,

por toda oración y ruego orando en todo tiempo en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y súplica por todos los santos,

porque nosotros somos la {verdadera} circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne,

El cual también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros.

No apaguen el Espíritu.

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, vindicado en el Espíritu, contemplado por ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.

Y también el Espíritu Santo nos da testimonio; porque después de haber dicho:

Porque también Cristo murió por {los} pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu;

En el espíritu también fue y predicó a los espíritus encarcelados,

Porque con este fin fue predicado el evangelio aun a los muertos, para que aunque sean juzgados en la carne como hombres, vivan en el espíritu conforme a {la voluntad de} Dios.

En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios.

Estos son los que causan divisiones; {individuos} mundanos que no tienen el Espíritu.

Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,

Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,

Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el trono.

Y me llevó en el espíritu al desierto; y vi una mujer sentada sobre una bestia de color de grana, que estaba llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos.

Y me llevó en el espíritu a un gran y alto monte, y me mostró la gran Ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios,