124 casos en 6 traducciones

'Mi nombre' en la Biblia

Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.

el Angel que me ha redimido de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y se multipliquen en gran manera en medio de la tierra.

Y dijo más Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: El SEÑOR Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi Nombre para siempre, y este es mi memorial por todos los siglos.

y me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi Nombre el SEÑOR (YHWH) no me notifiqué a ellos.

Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi Nombre, vendré a ti, y te bendeciré.

Mas será, que cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

Y el ángel del SEÑOR respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Es maravilloso.

júrame, pues, ahora por el SEÑOR, que no talarás mi simiente después de mí, ni raerás mi nombre de la casa de mi padre.

Entonces envió David diez jóvenes, y les dijo: Subid al Carmelo, e id a Nabal, y saludadle en mi nombre.

Junta pues ahora el pueblo que queda, y asienta campamento contra la ciudad, y tómala; para que tomando yo la ciudad, no se llame de mi nombre.

Y en vida Absalón había tomado y levantado una columna, la cual está en el valle del rey; porque había dicho entre si: Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Y llamó aquella columna de su nombre; y así se llamó el Lugar \'

Yo por tanto he determinado ahora edificar Casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR lo habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.

Desde el día que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no he escogido ciudad de todas las tribus de Israel para edificar Casa en la cual estuviera mi nombre, aunque escogí a David para que presidiera en mi pueblo Israel.

Mas el SEÑOR dijo a David mi padre: En cuanto a haber tú tenido en el corazón edificar casa a mi nombre, bien has hecho en tener tal voluntad;

pero tú no edificarás la Casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará Casa a mi nombre.

que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta Casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo hará en este lugar.

Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.

yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta Casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y fábula a todos los pueblos;

y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mi faz en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre.

Asimismo edificó altares en la Casa del SEÑOR, de la cual el SEÑOR había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén.

Y puso una entalladura del bosque que él había hecho, en la Casa de la cual había el SEÑOR dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre perpetuamente en esta Casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel;

Y dijo el SEÑOR: También tengo que quitar de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y tengo que rechazar a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la Casa de la cual yo había dicho: Mi nombre será allí.

Mas vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.

El edificará Casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.

Mas Dios me dijo: Tú no edificarás Casa a mi nombre; porque eres hombre de guerra, y has derramado sangre.

Desde el día que saqué mi pueblo de la tierra de Egipto, ninguna ciudad he elegido de todas las tribus de Israel para edificar casa donde estuviera mi Nombre, ni he escogido varón que fuera príncipe sobre mi pueblo Israel.

Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté mi nombre, y a David he elegido para que fuera sobre mi pueblo Israel.

Mas el SEÑOR dijo a David mi padre: Respecto a haber tenido en tu corazón edificar Casa a mi nombre, bien has hecho en haber tenido esto en tu corazón;

pero tú no edificarás la Casa, sino tu hijo que saldrá de tus lomos, él edificará Casa a mi nombre.

que tus ojos estén abiertos sobre esta Casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi Nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.

yo los arrancaré de mi tierra que les he dado; y esta Casa que he santificado a mi Nombre, yo la echaré de delante de mí, y la pondré por proverbio y fábula en todos los pueblos.

Edificó también altares en la Casa del SEÑOR, de la cual había dicho el SEÑOR: En Jerusalén será mi Nombre perpetuamente.

A más de esto puso una imagen de fundición, que hizo, en la Casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo: En esta Casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre;

mas si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra. Si fuere vuestro lanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí los juntaré; y los traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.

porque verá a sus hijos, obra de mis manos en medio de sí, que santificarán mi nombre; y santificarán al Santo de Jacob, y temerán al Dios de Israel;

Del norte desperté, y vino; del nacimiento del Sol llamó en mi nombre; y vino a príncipes como sobre lodo, y como pisa el barro el alfarero.

Por mí, por amor de mí lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré á otro.

Oídme, islas, y escuchad, pueblos lejanos. El SEÑOR me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria.

Y ahora ¿qué hago yo aquí? Dice el SEÑOR: que mi pueblo sea tomado sin por qué; y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice el SEÑOR, y continuamente mi nombre es blasfemado todo el día.

Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.

Oíd palabra del SEÑOR, los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese el SEÑOR. Mas él se manifestará a vuestra alegría, y ellos serán confundidos.

Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a los gentiles, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco; a Tubal y a Javán, a las islas apartadas, que nunca oyeron mi nombre, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre los gentiles.

vendréis y os pondréis delante de mí en esta Casa sobre la cual es llamado mi nombre, y diréis: Libres somos para hacer todas estas abominaciones?

¿Es por ventura cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta Casa, sobre la cual es llamado mi nombre? He aquí que también yo veo, dijo el SEÑOR.

Andad pues ahora a mi lugar que fue en Silo, donde hice que morara mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel.

Haré también a esta Casa sobre la cual es llamado mi nombre, en la cual vosotros confiáis, y a este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo.

Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dijo el SEÑOR; pusieron sus abominaciones en la Casa sobre la cual mi nombre fue llamado, contaminándola.

Y será que, si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi Nombre, diciendo: Vive el SEÑOR, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal; ellos serán prosperados en medio de mi pueblo.

Me dijo entonces el SEÑOR: En falso profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad, y engaño de su corazón os profetizan.

Por tanto, así dijo el SEÑOR sobre los profetas que profetizan en mi nombre, los cuales yo no envié, y que dicen: Espada ni hambre no habrá en esta tierra. Con espada y con hambre serán consumidos los tales profetas.

Por tanto, he aquí, les enseñaré esta vez, les enseñaré mi mano y mi fortaleza, y sabrán que mi Nombre es el SEÑOR.

Yo oí lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.

¿No piensan cómo hacen a mi pueblo olvidarse de mi Nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, tanto que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?

Porque he aquí, que a la ciudad sobre la cual es llamado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y solamente vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos, porque espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Porque yo no los envié, dice el SEÑOR, y ellos profetizan falsamente en mi nombre, para que yo os arroje, y perezcáis, vosotros y los profetas que os profetizan.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, acerca de Acab hijo de Colaías, y acerca de Sedequías hijo de Maasías, quienes os profetizan en mi nombre falsamente: He aquí los entrego yo en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y él los herirá delante de vuestros ojos;

Porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, y hablaron palabra falsamente en mi nombre que no les mandé; lo cual yo sé, y soy testigo, dijo el SEÑOR.

antes asentaron sus abominaciones en la casa sobre la cual es llamado mi nombre, contaminándola.

Y vosotros os habíais hoy convertido, y hecho lo recto delante de mis ojos, anunciando cada uno libertad a su prójimo; y habíais hecho pacto en mi presencia, en la Casa sobre la cual es llamado mi nombre.

Pero os tornasteis y contaminasteis mi nombre, y tornasteis a tomar cada uno su siervo y cada uno su sierva, que habíais dejado libres a su voluntad; y los sujetasteis para que os sean siervos y siervas.

Por tanto, oíd palabra del SEÑOR, todo Judá que habitáis en tierra de Egipto: He aquí que yo juré por mi grande Nombre, dijo el SEÑOR, que mi Nombre no será más invocado de ningún varón judío, que diga: Vive el Señor DIOS, en toda la tierra de Egipto.

Con todo, obré a causa de mi Nombre, para que no se infamare en los ojos de los gentiles en medio de los cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido de ellos, para sacarlos de tierra de Egipto.

Pero obré a causa de mi Nombre para que no se infamare a la vista de los gentiles, delante de cuyos ojos los saqué.

Mas retraje mi mano, y obré por causa de mi Nombre para que no se infamara a vista de los gentiles, delante de cuyos ojos los saqué.

Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando hiciere con vosotros por causa de mi Nombre, no según vuestros caminos malos, ni según vuestras perversas obras, oh Casa de Israel, dijo el Señor DIOS.

para que aquellos sobre los cuales es llamado mi nombre, posean el resto de Idumea, y a todos los gentiles, dijo el SEÑOR que hace esto.

Yo la saqué, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa, y la consumirá, con sus enmaderamientos y sus piedras.

El hijo honró al padre, y el siervo a su señor; y si yo soy Padre, ¿qué es de mi honra? Y si soy Señor, ¿qué es de mi temor? dijo el SEÑOR de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi Nombre. Y diréis: ¿En qué hemos menospreciado tu Nombre?

Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, mi Nombre es grande entre los gentiles; y en todo lugar se ofrece a mi Nombre perfume, y presente limpio; porque grande es mi Nombre entre los gentiles, dice el SEÑOR de los ejércitos.

Maldito el engañoso, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica corrompido al SEÑOR; porque yo soy Gran Rey, dice el SEÑOR de los ejércitos, y mi Nombre es formidable entre los gentiles.

Si no oyereis, y si no acordareis dar gloria a mi Nombre, dijo el SEÑOR de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no lo ponéis en vuestro corazón.

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