Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; Te toca a ti, y te desalientas.

¿No es tu temor (reverencia) {a Dios} tu confianza, Y la integridad de tus caminos tu esperanza?

Por lo que yo he visto, los que aran iniquidad Y los que siembran aflicción, eso siegan.

Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido {jamás?} ¿O dónde han sido destruidos los rectos?

Por el aliento de Dios perecen, Y por la explosión (el soplo) de Su ira son consumidos.

El rugido del león, el bramido de la fiera Y los dientes de los leoncillos son quebrantados.

Entre pensamientos inquietantes de visiones nocturnas, Cuando el sueño profundo cae sobre los hombres,

El león perece por falta de presa, Y los cachorros de la leona se dispersan.

Me sobrevino un espanto, un temblor Que hizo estremecer todos mis huesos.

Entonces respondió Elifaz, el Temanita:

` ¿Es el mortal justo {delante} de Dios? ¿Es el hombre puro {delante} de su Hacedor?

Una palabra me fue traída secretamente, Y mi oído percibió un susurro de ella.

Dios no confía ni aún en Sus mismos siervos; Y a Sus ángeles atribuye errores.

¡Cuánto más a los que habitan en casas de barro, Cuyos cimientos están en el polvo, Que son aplastados como la polilla!

Entonces un espíritu pasó cerca de mi rostro, {Y} el pelo de mi piel se erizó.

Entre la mañana y la tarde son hechos pedazos; Sin que nadie se dé cuenta, perecen para siempre.

¿No les es arrancada la cuerda de su tienda? Mueren, pero sin sabiduría.'"

Al que tropezaba, tus palabras lo levantaban, Y las rodillas débiles fortalecías.

{Algo} se detuvo, pero no pude reconocer su aspecto; Una figura {estaba} delante de mis ojos, {Hubo} silencio, después oí una voz:

Tú has exhortado a muchos, Y las manos débiles has fortalecido.

``Si alguien tratara de hablarte, ¿te pondrías impaciente? Pero ¿quién puede abstenerse de hablar?