47 Versículo de la Biblia sobre Alimentar
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Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. El día que estuviste delante del SEÑOR tu Dios en Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra; y las enseñarán a sus hijos.
Oye, Israel: el SEÑOR nuestro Dios, el SEÑOR uno es. Y amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todo tu poder. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;Leer más.
y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y acostado en la cama, y levantándote; y has de atarlas por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas.
Por tanto, pondréis éstas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, para que penséis en ellas, sentado en tu casa, andando por el camino, acostado en la cama, y cuando te levantes; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas;Leer más.
para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que juró el SEÑOR a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
Instruye al niño en su carrera; aun cuando fuere viejo no se apartará de ella.
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.
trayendo a la memoria la fe no fingida que está en ti, la cual residió primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice; y estoy cierto que está en ti también.
y que sabes las Sagradas Escrituras desde la niñez, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús.
Oye, hijo mío, el castigo de tu padre, y no deseches la ley de tu madre; porque aumento de gracia serán a tu cabeza, y protección a tu cuello. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas.
Hijo mío, si tomares mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la inteligencia; si clamares por entendimiento, y a la inteligencia dieres tu voz;Leer más.
si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros; entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.
Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
Oíd, hijos, el castigo del padre; y estad atentos para que sepáis inteligencia. Porque os doy buena enseñanza; no desamparéis mi ley. Porque yo fui hijo de mi padre, delicado y único delante de mi madre.Leer más.
Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído; para que guardes consejo, y tus labios conserven la ciencia.
Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si prometiste al extraño, enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos. Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino aun nuestras propias almas; porque nos sois carísimos. Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios.Leer más.
Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creisteis; así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos, y os encargábamos que anduvierais como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.
Y cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le dice: Sí Señor; tú sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis corderos. Le vuelve a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Le responde: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dice: Apacienta mis ovejas. Le dice la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Se entristeció Pedro de que le dijera la tercera vez: ¿Me amas? Y le dice: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Le dice Jesús: Apacienta mis ovejas.
Y cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo, desde el primer día que entré en Asia, he estado con vosotros por todo el tiempo, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y tentaciones que me han venido por las asechanzas de los judíos; como nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,
No escribo esto para avergonzaros; sino para amonestaros como a mis hijos amados. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; que en Cristo Jesús yo os engendré por el Evangelio.
orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?
retenedor de la doctrina conforme a la fiel palabra, para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradicen.
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, (yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones del Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada): Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino de tal manera que seáis ejemplos de la manada.
Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean templados; mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, seriedad, pureza,
La plata, o el oro, o el vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario, y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar a los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.
Por tanto, os ruego que me imitéis. Por lo cual os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os amonestará de cuáles sean mis caminos en Cristo, de la manera que enseño en todas partes en todas las Iglesias.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros. Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo;
También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos. Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.
Al enfermo en la fe sobrellevad, pero no hasta discernimientos dudosos.
Pero mirad que esta libertad vuestra no sea tropezadero a los que son débiles. Porque si te ve alguno, a ti que tienes esta ciencia, sentado a la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es débil, no será llevada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por tu ciencia se perderá el hermano débil por el cual el Cristo murió.Leer más.
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis. Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, ni haré cosa con la que caiga mi hermano.
Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, para que tú no seas también tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros; y cumplid así la ley del Cristo.
Por lo cual, consolaos y edifi-caos los unos a los otros, así como lo hacéis.
Las ancianas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas al mucho vino, maestras de honestidad; que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño, para que por ella crezcáis en salud,
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no podíais, ni aún podéis ahora;
Hermanos, no seáis niños en el sentido, sino sed niños en la malicia; pero perfectos en el sentido.
Del cual tenemos mucho que decir, y difícil de declarar, por cuanto sois tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros de otros, si miramos el tiempo, tenéis necesidad de volver a ser enseñados, de cuáles sean los primeros elementos de los oráculos de Dios, y sois hechos tales que tenéis necesidad de leche, y no de mantenimiento firme. Que cualquiera que participa de la leche, es inhábil para la palabra de la justicia, porque es niño;Leer más.
mas de los perfectos es la vianda firme, es a saber de los que por la costumbre tienen ya los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
Mas creced en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.
antes siguiendo la verdad en caridad, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, el Cristo;
Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de todos y cada uno de vosotros abunda entre vosotros;
Tópicos sobre Alimentar
alimentar a los pobres
Mateo 25:35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;
Alimentar al rebaño
1 Pedro 5:2Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;
Alimentar animais
Génesis 24:25Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
Alimentar o Rebanho
1 Pedro 5:2Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;
Alimentar os pobres
Mateo 25:35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;
Decadência alimentar
Éxodo 16:20Mas ellos no escucharon a Moisés, y algunos dejaron de ello para el otro día, y crió gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Moisés.
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