60 Versículo de la Biblia sobre Dios, vida y autosuficiente
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Mas el SEÑOR Dios es la Verdad; él mismo es Dios Vivo y Rey Eterno; de su ira tiembla la tierra, y los gentiles no pueden sufrir su furor.
Porque, ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y viva?
Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, y al heteo, y al heveo, y al ferezeo, y al gergeseo, y al amorreo, y al jebuseo.
Y nunca más os vendrá a la memoria decir: Carga del SEÑOR; porque la palabra de cada uno le será por carga; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, del SEÑOR de los ejércitos, Dios nuestro.
Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo sacerdote, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.
y si no fuere tan presto, para que sepas cómo conviene conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de la verdad.
Mirad, hermanos, que en ninguno de vosotros haya corazón malo de infidelidad para apartarse del Dios vivo;
Mas os habéis llegado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios viviente, Jerusalén la celestial, y a la compañía de muchos millares de ángeles,
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno, y su Reino por todas las edades.
Y oía al Varón vestido de lienzos, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el Viviente en los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad. Y cuando se acabare el esparcimiento del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
Y cuando aquellos animales dan gloria y honra y alabanza al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás; los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoraban al que vive para siempre jamás; y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
y juró por el que vive para siempre jamás, que ha creado el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más;
Y uno de los cuatro animales dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive para siempre jamás.
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dio también al Hijo que tuviera vida en sí mismo;
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El que Soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY (YHWH) me ha enviado a vosotros.
Les dijo Jesús: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuera, YO SOY.
ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las cosas;
Como me envió el Padre Viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
cuando es manifiesto que sois letra de Cristo administrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.
nosotros, sin embargo, no tenemos más que un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor, Jesús, el Cristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él.
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene el sacerdocio intransferible;
De parte mía es puesta ordenanza, que en todo el señorío de mi reino todos teman y tiemblen de la presencia del Dios de Daniel, porque él es el Dios Viviente y permanente por todos los siglos, y su Reino tal que no se deshará, y su señorío hasta el fin:
Y acercándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste; y hablando el rey dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?
Y será, que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío; allí serán llamados hijos del Dios viviente.
Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les decía: Vosotros no sois mi pueblo, les sea dicho: Hijos del Dios Viviente.
¿Y qué consentimiento el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.
Que por esto aún trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, y mayormente de los fieles.
¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente?
Entonces habló David a los que junto a él estaban, diciendo: ¿Qué harán a aquel varón que venciere a este filisteo, y quitare la deshonra de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que deshonre a los escuadrones del Dios viviente?
Por ventura oirá el SEÑOR tu Dios todas las palabras de Rabsaces, al cual el rey de los Asirios su señor ha enviado para injuriar al Dios vivo, y reprenderá las palabras, las cuales el SEÑOR tu Dios ha oído; por tanto, eleva oración por el remanente que aun se halla.
Quizá oirá el SEÑOR tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor a blasfemar al Dios vivo, y a reprender con las palabras, que oyó el SEÑOR tu Dios; alza pues, oración tú por el remanente que aún ha quedado.
Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y oye; abre, oh SEÑOR, tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente.
Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y oye; abre, oh SEÑOR, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, el cual ha enviado sus mensajeros a blasfemar al Dios viviente.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo lo que está en ellos;
Y ellos tomaron el buey que les fue dado, y lo aparejaron, e invocaron en el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Baal, respóndenos! Mas no había voz, ni quien respondiera; entre tanto, ellos andaban saltando cerca del altar que habían hecho. Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, que dios es; por ventura está conversando, o tuvo que ir a la letrina, o va de camino; o duerme, y despertará. Y ellos clamaban a grandes voces, y se sajaban con cuchillos y con lancetas conforme a su costumbre, hasta que la sangre se derramaba sobre ellos.Leer más.
Y cuando pasó el mediodía, y ellos aun profetizaron hasta el tiempo del ofrecimiento del sacrificio de la tarde, y no había voz, ni quien respondiera ni escuchara;
Por qué dirán los gentiles: ¿Dónde está ahora su Dios? Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que quiso ha hecho. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.Leer más.
Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán; orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán; manos tienen, mas no palparán; tienen pies, mas no andarán; no hablarán con su garganta.
Se postró Bel, se abatió Nebo. Sus imágenes fueron puestas sobre bestias, y sobre animales de carga, que os llevarán, cargadas de vosotros, carga de cansancio. Fueron encorvados, fueron abatidos juntamente; y no pudieron escaparse de la carga; y su alma tuvo que ir en cautividad. Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel: los que sois traídos de vientre, los que sois llevados de matriz.Leer más.
Y hasta la vejez yo mismo; y hasta las canas, yo os soportaré. Yo hice, yo llevaré, yo soportaré, y guardaré.
Porque las ordenanzas de los pueblos son vanidad; porque leño del monte cortaron, obra de manos de artífice con cepillo. Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se caiga. Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.Leer más.
No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.
Porque ellos cuentan de nosotros cuál entrada tuvimos a vosotros; y de qué manera fuisteis convertidos a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.
que ames al SEÑOR tu Dios, que oigas su voz, y te acerques a él; porque él es tu vida, y la longitud de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró el SEÑOR a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.
Formó, pues, El SEÑOR Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente.
que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,
Envías tu espíritu, se crean; y renuevas la faz de la tierra.
¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su inteligencia no hay quien la alcance.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiéramos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? Porque todo es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos.
Yo me acosté, y dormí, y desperté; porque el SEÑOR me sustentaba.
Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.
El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna.
El SEÑOR, el que ensalza a los humildes; el que humilla a los impíos hasta la tierra.
Y hasta la vejez yo mismo; y hasta las canas, yo os soportaré. Yo hice, yo llevaré, yo soportaré, y guardaré.
el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
Le dice Jesús: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.