26 Versículos de la Biblia sobre el cáncer

El corazón apacible es vida de las carnes: Mas la envidia, pudrimiento de huesos.

La mujer virtuosa corona es de su marido: Mas la mala, como carcoma en sus huesos.

Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.

Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena: de los cuales es Himeneo y Fileto;

Jehová te herirá de tisis, y de fiebre, y de ardor, y de calor, y de cuchillo, y de calamidad repentina, y con añublo; y perseguirte han hasta que perezcas.

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Jehová te herirá de la plaga de Egipto, y con almorranas, y con sarna, y con comezón, de que no puedas ser curado.

Empero agravóse la mano de Jehová sobre los de Asdod, y destruyólos, é hiriólos con hemorroides en Asdod y en todos sus términos.

Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, y el revoltón; mi grande ejército que envié contra vosotros.

Estaba Eliseo enfermo de aquella su enfermedad de que murió. Y descendió á él Joas rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ­Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de á caballo!

Y fué el primero, y derramó su copa sobre la tierra; y vino una plaga mala y dañosa sobre los hombres que tenían la señal de la bestia, y sobre los que adoraban su imagen.

Mas no prevalecerán; porque su insensatez será manifiesta á todos, como también lo fué la de aquéllos.

Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos é idolatría el infringir. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.

El corazón conoce la amargura de su alma; Y extraño no se entrometerá en su alegría.

Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados;

El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.

Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme.

Mas las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y debates acerca de la ley, evita; porque son sin provecho y vanas.

El que halló esposa halló el bien, Y alcanzó la benevolencia de Jehová.

El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

El corazón alegre hermosea el rostro: Mas por el dolor de corazón el espíritu se abate.

Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente á la de piedras preciosas.

De los cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué á Satanás, para que aprendan á no blasfemar.

Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo:

¿Has tu mandado á la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,

El corazón de su marido está en ella confiado, Y no tendrá necesidad de despojo.