55 Versículos de la Biblia sobre el sacrificio

Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová.

Sacrifica á Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo.

Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo.

Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado á Abel y á su ofrenda;

Y aun si soy derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y congratulo por todos vosotros.

ASI que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto.

Y cuando sacrificareis sacrificio de hacimiento de gracias á Jehová, de vuestra voluntad lo sacrificaréis.

Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron, (las cuales cosas se ofrecen según la ley,)

Sacrificio y presente no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.

Así que, ofrezcamos por medio de él á Dios siempre sacrificio de alabanza, es á saber, fruto de labios que confiesen á su nombre.

Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis: porque de tales sacrificios se agrada Dios.

Guárdate, que no ofrezcas tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;

Y él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? asimismo cuando ofrecéis el cojo ó el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo pues á tu príncipe: ¿acaso se agradará de ti, ó le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.

Antes digo que lo que los Gentiles sacrifican, á los demonios lo sacrifican, y no á Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.

Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo:

Y dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que sacrifiquéis á Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos: orad por mí.

Juntadme mis santos; Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.

CUANDO fueres á la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oir que para dar el sacrificio de los necios: porque no saben que hacen mal.

Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.

Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado,

Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

Y sacrificaron sus hijos y sus hijas á los demonios;

Y edificaron alto á Baal, para quemar con fuego sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento.

Al cual Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento á haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.

Hacer justicia y juicio es á Jehová Más agradable que sacrificio.

Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los santificados.

Por fe ofreció Abraham á Isaac cuando fué probado, y ofrecía al unigénito el que había recibido las promesas,

PORQUE la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos á los que se allegan.

Porque no hablé yo con vuestros padres, ni les mandé el día que los saqué de la tierra de Egipto, acerca de holocaustos y de víctimas:

Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espitirual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables á Dios por Jesucristo.

Mas si alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó á sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio á Dios en olor suave.

Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.

Haga memoria de todos tus presentes, Y reduzca á ceniza tu holocausto. (Selah.)

Y será que en el día del sacrificio de Jehová, haré visitación sobre los príncipes, y sobre los hijos del rey, y sobre todos los que visten vestido extranjero.

¿Para qué á mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.

Porque misericordia quise, y no sacrificio; y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer á las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros:

Por la fe Abel ofreció á Dios mayor sacrificio que Caín, por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio á sus presentes; y difunto, aun habla por ella.

Y como llegó la hora de ofrecerse el holocausto, llegóse el profeta Elías, y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.

Entonces arrebató á su primogénito que había de reinar en su lugar, y sacrificóle en holocausto sobre el muro. Y hubo grande enojo en Israel; y retiráronse de él, y volviéronse á su tierra.

Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos.

Ofrecerá luego el sacerdote el sacrificio por el pecado, y hará expiación por el que se ha de purificar de su inmundicia, y después degollará el holocausto:

Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados:

Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y santificábalos, y levantábase de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado á Dios en s